El Chino y el Mago, dos viejos gánsteres en la Costa Brava
Detenido por segunda vez en 16 años un capo marsellés afincado en Girona El mafioso se alió con un corso para introducir cocaína desde Sudamérica
Al presunto capo de la mafia marsellesa Raymond Mihière, alias El Chino, le gusta la Costa Brava. Allí le detuvo la Guardia Civil el verano de 1996, cuando caminaba por el paseo marítimo de Platja d’Aro (Girona). Y allí le ha vuelto a detener 16 años después. Mihière estaba afincando en una masía en Castelló d’Empúries, en el norte de la provincia. Está acusado de intentar crear una vía estable de entrada de cocaína de Sudamérica a Europa.
Junto a Mihière, ha sido detenido un presunto capo de la mafia corsa, Laurent Fiocconi, alias El Mago. Ambos ya muy bregados en los bajos fondos, de 61 y 71 años, respectivamente, se vieron obligados a aliarse, pese a formar parte de clanes enfrentados, para intentar introducir 420 kilos de cocaína al año, según la Guardia Civil. En una operación conjunta con la policía francesa, y dirigida por el juzgado número 3 de la Audiencia Nacional y el Tribunal de Gran Instancia de Marsella, los investigadores han seguido, rastreado y escuchado a los presuntos mafiosos durante tres años.
Mihière fue detenido en París a finales de noviembre. Había abandonado su retiro gerundense para supervisar una primera entrega de 26 kilos de cocaína desde Perú, a través del aeropuerto, escondidos en maletas. Pero la policía la interceptó y pudo saber que el destinatario era Mihière. Poco antes, la Guardia Civil había detenido en la frontera de La Jonquera a Fiocconi, antiguo colaborador del cartel colombiano de Pablo Escobar, después de que viajase a Girona para tener una reunión con otros miembros del grupo criminal. En total, los investigadores han arrestado a 30 personas, cuatro de ellas en España (Girona, Barcelona y Murcia), seis en Perú y el resto en Francia.
El Chino evitaba los teléfonos a toda costa. En sus vigilancias, la Guardia Civil constató cómo miembros del grupo conducían 400 kilómetros en un día para entrevistarse durante cinco minutos con él, según ha explicado el comandante de la Guardia Civil Daniel Baena. El negocio lo dirigía desde un céntrico bar, Les Voltes, que regentaba junto a su mujer. Ella también ha sido detenida por la Guardia Civil, que la considera su “lugarteniente”. Ambos poseían además una fábrica de jabones de Marsella.
Cuando la policía encerró a El Chino en 1996 creía haber segado la posibilidad de que se estableciese en Girona. En aquel momento, a la banda de Mihière se la consideraba especialista en extorsionar a bares y clubes nocturnos para que contratasen su protección. Asimismo, se les relacionaba con el narcotráfico y con el asesinato del dueño de un bar en Aviñón, en un capítulo más de la guerra entre bandas. También entonces habían dado pasos en el mundo del proxenetismo. Una actividad que, según la Guardia Civil, había intentado establecer en Girona, donde abundan los burdeles.
La investigación de la policía despegó después de que hallasen torturado y muerto en febrero de 2010 a un estrecho colaborador de Mihière en Marsella. La Guardia Civil confirmó así que El Chino (tiene antecedentes por asesinato, extorsión con violencia, tenencia de armas y explosivos y tráfico de drogas), a pesar de su edad, no había dejado atrás su entorno criminal, como les habían informado la policía alemana. Mihière acumula penas y también absoluciones desde 1983.
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