La segunda protesta del 25-S junto al Congreso se desarrolla sin incidentes
La Delegación del Gobierno cifra en 2.500 los participantes en la concentración Tres personas resultaron heridas leves y otras tres fueron detenidas La policía, en número inferior al día antes, mantiene una actitud más contenida Los manifestantes gritaron contra el Gobierno y por la libertad de los 35 detenidos
Sin incidentes, de forma pacífica, y con menor afluencia de manifestantes y de policías. Así se desarrolló este miércoles la segunda concentración convocada por los promotores de la iniciativa Rodea el Congreso, para la que no se había pedido permiso. Después de los altercados ocurridos el martes, que se saldaron con 35 detenidos y 64 heridos, 27 de ellos policías, los manifestantes volvieron a la Plaza de Neptuno para seguir protestando. Entre sus reivindicaciones, la dimisión del Gobierno y del jefe del Estado y que haya un nuevo proceso constituyente. Solo hubo un incidente por la noche, cuando unos 30 concentrados se encararon con la policía. Esta los disolvió a empujones, los persiguió hasta Cibeles, donde tras el lanzamiento de piedras, una persona fue detenida. Unas 2.500 personas, según la Delegación del Gobierno (el día anterior cifró el número de participantes en 6.000), se concentraron en la plaza bajo la vigilancia de cuatro grupos de la Unidad de Intervención de la Policía (UIP, antidisturbios), lo que suponían unos 180 agentes. Estos estuvieron prácticamente en todo momento ataviados con gorras y no con cascos, como el día anterior. Ambos, policías y manifestantes mantuvieron una actitud más tranquila.
Finalmente, tres personas han sido detenidas y otras tres han resultado heridas leves en la segunda jornada de protestas, según los datos de la Delegación del Gobierno en Madrid, que ha añadido que uno de los policías lesionados el día anterior ha perdido la visión de un ojo.
La cita era a las siete de la tarde, pero la gente empezó a llegar poco antes de las 18.30. La cada vez mayor afluencia llevó a los policías a cerrar el acceso a la Carrera de San Jerónimo media hora después. Inicialmente pudieron contener a los manifestantes a los dos lados de la acera, sin invadir la calzada, pero sobre las ocho, los asistentes ocuparon la carretera y hubo que cortar el tráfico sin que los agentes, opusieran resistencia. Solo los que estaban en el Paseo del Prado se colocaron en ese momento los cascos y sacaron los escudos y algunas escopetas. Al no producirse ningún altercado, una hora después los dejaron en las furgonetas y volvieron a ponerse las gorras.
Entre los asistentes circuló un papel con recomendaciones para que no se repitieran “los errores”. El texto aconsejaba “rodear y paralizar a los violentos”, “no insultar ni provocar” o “estar sentados”. De esta forma, la concentración se convirtió en una gran sentada, que la mayor parte del tiempo se desarrolló de espaldas al Congreso. “Con este Gobierno vamos de culo” fue una de las consignas coreadas.
Entre quienes estaban sentados en el suelo se encontraba Francisco Javier López. Su padre fue uno de los heridos el martes. Francisco Javier llevaba pegadas al cuerpo varias copias de la foto en la que se le veía sujetando a su padre, tumbado en el suelo y ensangrentado. Con lágrimas en los ojos contaba que su padre tuvo que acudir a urgencias, donde le colocaron la nariz y le dieron varios puntos. “He vuelto sin miedo y sin odio”, afirmaba el joven.
Pero los manifestantes tampoco dejaron de lado su carácter reivindicativo. Una de los lemas que se gritó con más fuerza fue “detenidos, libertad”, en referencia a los arrestados el martes. También pidieron a los agentes en reiteradas ocasiones que se sumaran a la protesta.
Sobre las nueve y media de la noche, la zona empezó a despejarse, aunque a media noche aún quedaban algunos manifestantes en la zona. Los miembros de la plataforma 25-S tienen previsto celebrar este jueves varias reuniones y han convocado una nueva concentración, también en Neptuno, para el sábado a las seis de la tarde.
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