La preocupación por Extremadura se instala en la dirección de IU

Cinco sílabas se colaron ayer en casi todos los discursos durante la reunión del Consejo Político Federal de IU: Ex-tre-ma-du-ra. En la primera cita del máximo órgano de dirección tras el 22-M, la incógnita seguía siendo si la federación extremeña apoyará la investidura del socialista Guillermo Fernández Vara —como quiere la dirección federal— o deja gobernar al PP en minoría —como parece querer buena parte de la militancia extremeña de IU, que está votando en asambleas desde hace días—. Y la incógnita empieza a tornarse en preocupación manifiesta entre los dirigentes federales.

El coordinador, Cayo Lara, lo dejó claro sin dar nombres: “No debemos permitir Gobiernos de derechas en ninguna parte de España. Tenemos ese compromiso, y tenemos que cumplirlo en las investiduras. No debemos sustituir un régimen [el de la mayoría absoluta del PSOE] por otro”, dijo. “En los sitios en los que PSOE e IU han dejado gobernar al PP”, advirtió sin concretarlos, “hemos bajado en votos”.

Le escuchaba Pedro Escobar, coordinador de IU en Extremadura. Él tomó luego la palabra, según algunos asistentes, para pedir respeto y prometer que intentará que todo el proceso se haga “con el corazón pero también con la razón”. No soltó prenda sobre cuál será la decisión. Terminó, eso sí, lanzando una pregunta a sus compañeros: “Estamos preguntando a la militancia para decidir. ¿Vosotros qué haríais?”.

Otros muchos dirigentes expresaron su preocupación por lo que suceda en Extremadura. La mayoría de los consultados ayer por este periódico cree que lo que empezó como un farol se está convirtiendo en una posibilidad real de que IU deje gobernar al PP, y eso, afirman, sería demoledor para la marca IU en el resto de España.

“Entendemos que en Extremadura están hartos del régimen socialista, como ellos lo llaman, porque además el PSOE los ha ninguneado en los últimos años. El problema es que si dejan gobernar al PP nos hacen polvo a todos, más aún cuando las generales están a la vuelta de la esquina”, se lamentaba un miembro de la dirección.

No está claro qué pasaría si la federación extremeña decide saltarse la directriz del Consejo Político Federal —que ya aprobó antes de las elecciones que no facilitaría gobiernos del PP “ni por activa ni por pasiva”-. Las federaciones de IU son soberanas para decidir pactos, pero las decisiones del Consejo han de cumplirse. Algunos temen que, si la ruptura se produce, la dirección federal intente imponer su criterio y eso derive en expulsiones. “Sería traumático. Esto es IU y hay que admitir que haya distintos criterios”, comentaba ayer un miembro de la formación en Cataluña.

En su informe de análisis de los resultados del 22-M, Lara mostró una “moderada satisfacción”: IU “se consolida como tercera fuerza política” pese al avance de UPyD, pero ha habido “tristezas” como la pérdida de las alcaldías de Córdoba y Seseña (Toledo). Apoyó la “soberanía de las plazas” —“El 15-M somos nosotros, los jóvenes rebeldes de ayer y de hoy”, dijo— y pidió reflexionar sobre un dato: el PP crece “con el voto obrero”. “Hay una derechización en nuestro país. La gente ha buscado en la derecha la solución a sus problemas”, observó.

El Consejo aprobó el informe del coordinador por 54 votos a favor y 16 abstenciones. También dio luz verde a un plan de “convocatoria social” para abrirse a otras fuerzas sociales y de la izquierda, una vez más. Se trata de “politizar la crisis”, favorecer la “necesaria confluencia de energías que hoy se desarrollan por separado” y pactar con ellas un “nuevo programa político para la izquierda en España”.

“El resultado final será determinado por una Asamblea de la Convocatoria Social”, reza el documento que presentó el secretario general del PCE y responsable de Acción Política de IU, José Luis Centella. Y añade: “Las movilizaciones del 15-M, con ser muy importantes, no lo son todo. Es necesario implicar a los sindicalistas, que con todas las dificultades y contradicciones son la estructura con más capacidad de movilización”. IU ya anunció hace más de un año un proceso de “refundación” que iba a abrir la formación a nuevas personas, voces y proyectos.

El sector más próximo al excoordinador Gaspar Llamazares, agrupado en la llamada IU Abierta y que está madurando la posibilidad de constituirse en partido político dentro de la coalición, presentó durante el Consejo su plan para abordar pactos electorales —previsiblemente con el nuevo partido Equo y otros grupos de izquierda— de cara a las generales de 2012.

Cayo Lara, por su parte, preocupado por “ampliar la organización” de IU, encomendó a cada miembro de la formación que capte “un nuevo militante antes de fin de año”. Y les propuso a todos, a los 111 que ayer acudieron al Consejo, quedarse sin vacaciones para cerrar un ambicioso plan de propuestas por meses: en junio sobre empleo; en julio sobre vivienda; en agosto sobre reforma fiscal; en septiembre sobre banca pública y en octubre sobre energía nuclear.