11 fotosMundial fútbolEsta semana Idlib es un campo de fútbol, no de batallaEl Mundial en la ciudad de Siria para niños de los campamentos de desplazados les aleja por unos días de sus trabajos y les recuerda lo que es jugar a uno de sus deportes favoritos Omar Albam | Okba Mohammad Idlib | Madrid - 13 dic 2022 - 05:30CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceEl Mini Mundial de Idlib es un torneo en el que participan aproximadamente 300 niños de campamentos dispersos en la franja fronteriza de Siria con Turquía, repartidos en 25 equipos. Muchos son huérfanos y la mayoría trabaja sobrevivir o contribuir a la economía familiar.Omar AlbamEl fútbol ha sido la afición de Shihab Al Din desde que "veía a Cristiano Ronaldo y Messi en la televisión cuando era pequeño", dice. En el Mini Mundial de Idlib defiende la camiseta de Brasil como portero.Omar AlbamShahab Al Din perdió a su padre al comienzo de la guerra en Siria. A sus 14 años, trabaja gratis en la zona industrial de Idlib, porque está aprendiendo el oficio de carpintero.Omar AlbamEn enero de 2020, varios aviones de combate del régimen sirio bombardearon la zona industrial de Idlib, lo que provocó una masacre que mató a 19 personas e hirió a decenas.Omar AlbamHussein Mutawa, de 12 años, frente a un edificio destruido en su pueblo de Sarmin, en el campo de Idlib, mientras deambula por las inseguras calles de la ciudad para vender galletas. Hussein dejó la escuela temprano y comenzó este trabajo para ayudar a su madre y sus cinco hermanas.Omar AlbamEl niño no recuerda la fecha en la que falleció su padre en un bombardeo. Él era aún pequeño. Hoy, trabaja más de 14 horas al día en barrios que pueden ser atacados en cualquier momento, pero no le queda más remedio para poder comprar comida, dice.Omar AlbamTodas las dificultades en la vida de Hussein no le impidieron participar en el Mini Mundial de Ibdil. Pudo aparcar la venta de galletas por unos días y jugar al deporte que más le gusta con el equipo que apoya: Brasil.Omar AlbamHussein, en el centro de la imagen, celebra un gol rodeado por el resto de su equipo. "Cuando tengo un partido no voy a trabajar, me gusta mucho el fútbol y no quiero dejarlo. Y cuando marco, lo celebro como los jugadores en Europa y Brasil".Omar AlbamHussein Amoura es de la zona de Marj al-Zuhur, pero vive en el campo de Abtin en el norte de Idlib, adonde llegó con su familia porque su pueblo está ubicado en la línea del frente entre el régimen sirio y las fuerzas de la oposición, y sufría constantes bombardeos.Omar AlbamUna sonrisa aparece en el rostro de Hussein antes del comienzo del primer partido que ha disputado en el Mini Mundial de Idlib. Dice que le gusta el fútbol y aspira a ganar la “verdadera” Copa del Mundo con su equipo: Uruguay. Pero su gran sueño es regresar a su casa.Omar AlbamEl entrenador de estos niños, Mohammad Mustafa Day, recuerda que, tras el partido final, el sufrimiento de sus pequeños jugadores seguirá, ya que cada uno de ellos volverá a su arduo trabajo y a su tienda de campaña, que puede derrumbarse en cualquier momento a consecuencia de las tormentas invernales que se avecinan.Omar Albam