La obesidad entre niños y adolescentes en México supera los registros de América Latina y llega al 18%
El 40% de las calorías que consumen los menores de 20 años proviene de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados, según Unicef


El 18% de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar, es decir, desde los 5 años hasta los 19, vive con obesidad en México. El informe sobre nutrición infantil “Alimentando el negocio” del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha registrado que esta condición se duplicó desde el año 2000 hasta 2022. En el resto de países latinoamericanos, el registro de obesidad llega al 16% en los menores de 20 años. Mientras que en América del Norte superan los datos mexicanos: el 20% de sus niños y jóvenes viven con obesidad.
En comparación con el promedio global (8%), América Latina duplica el porcentaje de niños con un peso mayor a la media establecida por los patrones de crecimiento que señala la Organización Mundial de la Salud. El informe muestra que los niños y adolescentes que enfrentan estas condiciones de salud suelen tener una dieta con deficiencia en nutrientes, en la que consumen una gran cantidad de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. En el caso de la población mexicana, estos productos representan el 40% de las calorías diarias.
En su evaluación, la organización determinó que la obesidad ha sobrepasado en el mundo, por primera vez en la historia, los registros de bajo peso y es la forma más común en la que los expertos en salud detectan malnutrición entre los niños y los adolescentes.
Cecilia de Bustos, jefa de nutrición de Unicef México, afirma que esa realidad con obesidad y sobrepeso no se da solo entre las poblaciones con niveles socioeconómicos más altos, sino que ocurre en la mayor parte de la población nacional. Este fenómeno tiene relación con ambientes denominados obesogénicos, es decir, que representan “la suma de influencias en el entorno o las condiciones de vida, que fomentan la obesidad en individuos o poblaciones” de acuerdo con Boyd Swinburn, quien acuñó la palabra.
De Bustos afirma que en México “los niños y niñas se desarrollan en ambientes que les estimulan a comprar comida no saludable”, ya sea por los anuncios que ven en televisión, redes sociales o en las tiendas en las que sus familias compran sus alimentos.
Los productos ultraprocesados, de acuerdo con el informe, son de fácil acceso y de bajo costo. Se pueden localizar más fácilmente en las tiendas y en puntos de venta cercanos a las escuelas, sobre todo, en las regiones más pobres del país.
Asimismo, Unicef resaltó las medidas que han sido implementadas en el etiquetado de alimentos que ayudan a identificar los productos que pudieran tener efectos dañinos entre los consumidores. Estos etiquetados especiales, por ser de fácil comprensión, permiten que también los más pequeños puedan decidir basándose en información confiable.
El país es también uno de los primeros en el mundo en gravar con impuestos las bebidas azucaradas, un programa tributario que las autoridades mexicanas buscan reforzar en el nuevo Paquete Económico para el próximo año. El informe también ha reconocido el rol de las estrictas reglas sobre publicidad dirigida a los niños y la restricción de anuncios comerciales que puedan ser atractivos para ellos, como las caricaturas que acompañaban a los cereales y otros productos.
De Bustos también señala que la propia Unicef ha colaborado en la implementación de medidas dentro de las escuelas para incentivar una alimentación más saludable, como impedir la venta de productos ultraprocesados.
La jefa de nutrición de la organización en México ha hecho un llamado a que las familias recuperen las dietas originarias, que son ricas en productos saludables y que hagan planes de alimentación para asegurar un menú variado. De igual manera, recomienda a las familias que incluyan a sus hijos en las tareas de la cocina para que entiendan que puede ser un proceso divertido.
La obesidad en el mundo
En cuanto al panorama global, el informe de Unicef recogió que el número de niños y adolescentes que viven con obesidad pasó entre 2000 y 2022 de 194 millones a 391 millones, que se suman a aquellos que tienen entre 0 y 4 años, que llegan a los 35 millones. Los registros han incrementado sobre todo en países de bajos y medianos ingresos.
El estudio advierte además que no solo los niños y adolescentes que viven con obesidad y sobrepeso sufren las consecuencias, sino que sus familias deben enfrentar cargas económicas ante las posibles enfermedades que enfrentarán sus hijos. De acuerdo con el informe, se estima que los efectos entre 2025 y 2090 en el presupuesto de las economías nacionales será alto -en China sería al menos unos 31,6 billones de dólares y en México aproximadamente 1,8 billones- en caso de que no se hagan esfuerzos gubernamentales y sociales por reducir esta realidad.
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