Obed Vargas, la joven promesa mexicana que brilla con los Seattle Sounders y sueña con defender los colores del Tri en el Mundial
Con actuaciones destacadas, el mediocampista de 20 años se ha convertido en una pieza fundamental de su equipo, que acaba de doblegar al Inter de Miami de Messi para ganar el campeonato de la Leagues Cup en EE UU


En 90 minutos, Obed Vargas tuvo un 91% de precisión en los pases. Concretó solo un tiro al arco, pero tuvo el balón en 42 ocasiones bajo control, cerca y listo para la siguiente acción. Estas cifras del mexicano se tradujeron en alabanzas y comentarios positivos, por el despliegue que aportó para que el Seattle Sounders, su equipo, venza en la final de la Leagues Cup a un duro rival como el Inter de Miami, liderado por el astro argentino Lionel Messi. El mediocampista se mostró colaborativo en defensa. Puso su cuerpo en juego para disputar el balón, hombro a hombro, con el rosarino y evitar ese su despliegue fundamental en la cancha. Se desplazó por todo el campo, ganándole situaciones a veteranos futbolistas como Jordi Alba o Rodrigo de Paul. A sus 20 años, esta promesa mexicana se ha convertido en una pieza crucial de su equipo y aspira a más.
Vargas nació en Alaska, Estados Unidos, pero tienes raíces en Michoacán. “México corre por mis venas y soy orgullosamente mexicano”, afirma en un cortometraje difundido en el canal de Youtube de la Major League Soccer (MLS), la liga de fútbol estadounidense. Era difícil que su destino no sea desempeñarse en el balompié con pelotas “por aquí y allá” en su casa en Anchorage. Además que su padre, Obed Gómez, es un exfutbolista. A su madre, Marisol Vargas, le gusta ese deporte y sus dos hermanas y hermano también lo practicaron.
Empezó a jugar fútbol a los 3 años. El primer conjunto al que perteneció fue Los Dragones, un equipo mixto. En su adolescencia, Vargas jugó para su club local, el Cook Inlet Soccer Club, con el que ganó cuatro copas estatales. Sin embargo, el nivel competitivo en Alaska lo hizo cuestionarse si realmente era bueno como para poder llegar a aspirar a desempeñarse en el fútbol profesional.
“Crecer jugando al fútbol en Alaska es único porque no se puede comparar a ningún sitio. Uno podía darse cuenta de que el nivel no era el más alto ni el más competitivo. Eso siempre mantuvo mis pies en la tierra. Sabía que era el mejor jugador en Alaska, pero no sabía qué tan lejos me iba a llevar. Por eso siempre lo tomé con una pizca de sal”, explica en el mismo cortometraje.
A sus 14 años, Vargas tomó la decisión de dejar su hogar y su familia para unirse a la academia del Seattle Sounders. Vivió con familias anfitrionas como parte del programa del club. Su madre, que cada que va a visitarlo a la ciudad más grande del estado de Washington le prepara ceviche —su plato favorito—, cuenta que no fue una decisión fácil, pero su hijo debía convencerse de que su talento no era solo una ilusión.
Un año después, con apenas 15 años, estampó la rúbrica en su primer contrato profesional con el Tacoma Defiance, el equipo de reserva de los Sounders. Apenas un año después, en 2020, debutó con el primer equipo en la MLS, convirtiéndose en el tercer jugador más joven en la historia de la liga en iniciar o jugar en un partido con 15 años y 351 días.
Si bien su padre aspiraba que uno de sus hijos sea delantero o juegue como 10, ya que él se desempeñaba en esa posición, Vargas siempre tuvo una vocación más defensiva. “No era para mí, yo quería que a mi equipo no le marquen”, cuenta.
Aunque empezó como un mediocampista defensivo, gracias al trabajo de su técnico, Brian Schmetzer, se reconvirtió en un volante box-to-box (de área a área, en español). Un tipo de jugador que ofrece despliegue físico, trabajo defensivo, distribución eficaz en la medular, visión de juego con su último pase y capacidad goleadora. Diversos especialistas resaltan el juego de Vargas como moderno, de gran inteligencia táctica, con una mejor lectura del juego y con una distribución precisa.
Se ha declarado admirador de jugadores como el francés Antoine Griezmann, a quien enfrentó en el pasado Mundial de Clubes cuando el Seattle Sounders se midió ante el Atlético de Madrid, el club que ha apoyado desde que era niño. Otros modelos a seguir en su lista son el belga Kevin de Bruyne y su compatriota Héctor Herrera. Por su puesto, su máximo ídolo es el argentino Lionel Messi, a quien considera el mejor de todos los tiempos.
Por esa misma razón, enfrentarlo generó sentimientos encontrados en el joven mediocampista. “Estoy pensando en quitarle un trofeo. En ganarle una final. No cualquiera dice que le ganó a Messi. Es algo en lo que estoy muy enfocado, pero tratando de disfrutar lo que va a ser enfrentar, para mí, al mejor jugador de la historia”, afirmó en una entrevista antes de la final del pasado domingo.

Obed Vargas ha tenido un crecimiento abismal en los últimos cinco años. Jugar la máxima competición global de equipos de fútbol este pasado verano en Estados Unidos le permitió sentir el roce de ligas más competitivas. La brasilera, una de ellas, que le hizo enfrentarse al último campeón de la Copa Libertadores, el Botafogo. O medirse ante el PSG, el equipo reinante de Europa tras ganar la Champions League. Con más de 100 partidos en la MLS a sus cortos 20 años, su próximo sueño es poder dar el salto al Viejo Continente.
Reed Baker-Whiting, uno de sus compañeros de equipo, antes del partido contra Botafogo afirmó: “Creo que su techo es el fútbol europeo, siendo uno de los mejores en Europa. Es un gran jugador, uno de los que más trabaja y una de las personas más competitivas que conozco. Así que pienso que con esas cualidades, realmente no hay techo para el talento que tiene”.
Vargas, quien fue seleccionado en la lista de The Athletic como uno de los 50 jugadores de seguir, renunció a representar a la selección de Estados Unidos para jugar con el combinado mexicano. Tras levantar el trofeo de la Leagues Cup, hizo un llamado al técnico Javier Aguirre para recibir un llamado de la Tricolor. “Ojalá me tomen en cuenta (Selección Mexicana), es todo lo que puedo decir”, comentó.
Aunque hizo su debut oficial con la selección mayor en septiembre de 2024, su máximo sueño, a menos de un año de la cita futbolística más importante del planeta, es representar a México en el Mundial de 2026. “Tengo muchas ansias de poder jugar con la selección de México. Es el equipo que seguí creciendo, apoyando y amando. Mis papás me lo inculcaron. No veo por qué seguir jugando con Estados Unidos si tengo este amor hacia México”, sentenció durante una entrevista el mediocampista.
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