Horror en un parque público de Ciudad de México: hallados en 24 horas dos cuerpos
Los restos estaban enterrados a unos metros de la Central de Autobuses del Norte, donde estaba ubicado un campamento migrante. Una de las víctimas es Joan Esneyder Góngora, un joven colombiano de 18 años


La policía ha encontrado, con 24 horas de diferencia, los restos de dos hombres en un parque público de Ciudad de México. Los cuerpos estaban enterrados a unos metros de la Central de Autobuses del Norte, en la colonia Magdalena de las Salinas, en donde hace solo un mes estaba ubicado un campamento de migrantes que se estableció durante poco más de dos años. Las autoridades capitalinas, que hicieron los hallazgos el 11 y 12 de abril, comenzaron las investigaciones tras la denuncia de desaparición de un joven colombiano, llamado Joan Esneyder Góngora Huerta, uno de los dos identificados en el parque. Todavía no se conoce la identidad de la segunda persona ni si había un vínculo entre ambos.
Joan Esneyder, de 18 años, vivía con su familia en Ecatepec, en el Estado de México, a unos 30 kilómetros de distancia del campamento migrante. El muchacho salió de su casa tras una discusión el pasado 25 de febrero y desde entonces no se sabía nada de él. La Fiscalía de Ciudad de México ha confirmado que los restos del primer hallazgo, realizado el viernes 11 de abril, correspondían a Góngora Huerta. Al día siguiente descubrieron que entre los restos humanos encontrados estaban también los de otro hombre.
La Fiscalía de Justicia de Ciudad de México continúa analizando los restos para determinar la causa de la muerte de Góngora Huerta y la identidad de la segunda persona encontrada. De acuerdo con los testimonios de la familia del joven colombiano, las pistas para dar con el paradero de su hijo fueron compartidas a través de varios contactos anónimos que les informaron que el joven había sido asesinado y luego enterrado en el parque. “Tuvimos una discusión y él se fue el 25 de febrero. No me volvió hablar ni a saludarme ni nada. Luego recibo una llamada de mi mamá llorando, que le habían comunicado a mi sobrina que a mi hijo lo habían matado y lo tenían enterrado en la Terminal del Norte”, ha dicho la madre al medio de noticias N+.

El parque, ubicado en la Avenida de los 100 metros, en la alcaldía Gustavo A. Madero, albergó hasta hace unas semanas casas improvisadas de cartón, plástico y otros materiales que servían de refugio para decenas de migrantes. Los grupos, de distintas nacionalidades —colombianos, cubanos, haitianos, venezolanos—, estaban de paso en la capital mexicana para continuar con sus planes de viaje hacia la frontera norte. Su presencia en ese lugar había despertado el descontento de los vecinos, quienes denunciaban las condiciones insalubres en las que se encontraban, y también lo peligroso que era acceder a ese lugar. Algunas denuncias apuntaron también a que los propios migrantes eran víctimas de extorsiones dentro de ese establecimiento.
Esta avenida, los camellones en medio del Eje Central y las vialidades aledañas a la central camionera fueron el hogar de decenas de familias migrantes que buscaban en las calles un refugio para pasar las noches, ante el colapso de los albergues y la falta de otras alternativas por parte de las autoridades locales. Muchos de ellos solo esperaban poder comprar un boleto de autobús para seguir viajando hacia Estados Unidos.

El campamento fue desmantelado el pasado 11 de marzo, después de que la población migrante instalada y las autoridades locales acordaran ser trasladadas a refugios en distintos puntos de la capital mexicana. Ya en diciembre de 2024, vecinos de la colonia Panamericana denunciaron el hallazgo de un cuerpo calcinado cerca del campamento, después de que algunos de sus integrantes comenzaran un incendio. La policía detuvo a dos sospechosos que intentaban tirar el cuerpo entre la basura y los escombros de la zona.
Joan Esneyder Góngora Huerta sobrevivía limpiando parabrisas en los cruces de las calles de Ciudad de México. Sus padres, que han hablado con algunos medios locales en condición de anonimato, aseguran que saben que hubo testigos del crimen de su hijo, y piden a las autoridades que se haga justicia. Todavía no existe información que relacione a la segunda persona hallada con el joven colombiano.
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