Cuauhtémoc Blanco se juega el desafuero ante una Morena dividida y la incógnita del PRI
El Congreso federal decide en el pleno si avala la exoneración que el oficialismo ha dado en primera instancia al diputado y exgobernador, acusado de intento de violación


El exgobernador de Morelos y diputado Cuauhtémoc Blanco afronta su destino en el caso en el que fue denunciado por su hermanastra de intento de violación. El pleno de la Cámara de Diputados decidirá este martes si avala la exoneración que en una primera instancia le ha otorgado Morena desde la Sección Instructora del Congreso, que desechó la solicitud de la Fiscalía de Morelos de retirarle el fuero, la inmunidad que protege a los legisladores, para que quede a disposición de la autoridad. El porvenir del futbolista metido a político es incierto. Morena, la formación a la que pertenece, llega a la votación muy dividida, con las diputadas a la cabeza de las protestas internas por la cobertura que se pretende dar a Blanco. El legislador, sin embargo, podría encontrar un aliado inesperado en el PRI, cuyo dirigente, el polémico senador Alejandro Moreno, Alito, tiene también deudas pendientes con la justicia y una solicitud de desafuero vigente en la Sección Instructora, controlada por el oficialismo y con capacidad de apretar las tuercas en la oposición para superar una eventual rebelión interior. Morena ha conseguido así el favor de Alito en el Congreso en otras ocasiones, cuando las sumas propias no dan el resultado esperado.
La Sección Instructora desechó la semana pasada la petición de desafuero contra Blanco con el argumento, muy cuestionado por las legisladoras, de que la Fiscalía morelense cometió fallos al investigar la denuncia presentada por la media hermana del político, Nidia Fabiola Blanco. La acusación sostiene que el asalto sucedió en diciembre de 2023, cuando Blanco aún era mandatario, y que tuvo lugar en la residencia oficial del Gobierno. El presidente de la Sección Instructora, Hugo Eric Flores, un viejo aliado del exgobernador, sustentó la negativa con el argumento de que el expediente de la Fiscalía presentaba deficiencias técnicas y carecía de “pruebas sólidas”. Las diputadas, dentro y fuera del oficialismo, han señalado que los alegatos de Flores carecen de perspectiva de género y revictimizan a la denunciante.
Se requiere de una mayoría simple para frenar la exoneración de Blanco: 251 votos si se presentan a sesionar los 500 legisladores. Si una mayoría vota en contra del proyecto de la Sección Instructora, ese órgano legislativo tendría que volver sobre sus pasos y dar entrada a la petición de la Fiscalía de Morelos, valorar a fondo los elementos de prueba y dar audiencia a las partes. Pasado ese trámite, que debe durar 60 días, definirá si procede o no el desafuero, lo que todavía tendrá que ratificar el pleno. Es decir, no se trata de condenar a Blanco de inmediato, sino de hacer una investigación rigurosa a fin de determinar si el diputado debe enfrentar a la justicia como cualquier ciudadano ordinario.
Morena y sus aliados del PT y el PVEM tienen un dominio avasallador con sus 364 integrantes. En pasadas votaciones, ese rodillo legislativo ha servido para que el oficialismo saque adelante sin mayor problema las reformas prioritarias del Ejecutivo. Esta vez, sin embargo, Morena enfrenta una situación donde una victoria implicaría a la vez un profundo daño: avalar la cobertura de Blanco sin mayor análisis, como ha propuesto Flores, es un choque de frente con el discurso de la presidenta, Claudia Sheinbaum, que ha tomado como bandera la defensa de los derechos de las mujeres. Por otro lado, regresar el asunto a la Sección Instructora, con la posibilidad de que retire la inmunidad a Blanco y este pueda dar a la cárcel, significa colocarse en la diana de los ataques de la oposición.
El asunto ha propiciado la unión de un gran número de diputadas más allá de las fronteras partidistas. Sin embargo, que todas las legisladoras voten en bloque es un escenario difícil de ver —hay diputadas dentro del oficialismo que ya han salido a la defensa del exdelantero. La morenista María Teresa Ealy, una de las principales voces contra la exoneración de su compañero de bancada, ha pedido a hombres y mujeres de todos los partidos votar “por congruencia y no por conveniencia”. “No estamos declarando culpable a Blanco, simplemente estamos pidiendo que se investigue con la máxima transparencia. Hay una víctima que se atrevió a alzar la voz. Hay diputadas y diputados que estamos muy indignados con que se le quiera proteger a él”, ha afirmado en entrevista con este periódico.
Varios hombres en las filas de Morena también han expresado su rechazo al blindaje que pretende la Sección Instructora. Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la formación guinda, ha presentado estos días una iniciativa para eliminar el fuero, con dedicatoria para Blanco y para el priista Alito Moreno. El grupo de legisladores morenistas de Morelos, que responden a la gobernadora de ese Estado, Margarita González —quien ha apretado la pinza sobre el entorno de su antecesor—, han adelantado su postura en contra del exmandatario, según un par de diputados consultados por este diario. El bloque gobernante llega a la sesión de este martes sin tener claro un escenario posible. El coordinador de Morena, Ricardo Monreal, ha declarado que no hay línea para los legisladores y que cada uno podrá votar según su conciencia, en el mejor ánimo de que no se le cargue a él el costo político del resultado. El salvavidas de Blanco podría llegar in extremis desde el PRI de Alito, acusado él mismo de malversación de fondos públicos y enriquecimiento ilícito durante su paso como gobernador de Campeche. El cobijo sería mutuo.
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