Un brote letal de la bacteria ‘Klebsiella oxytoca’, la última batalla en los hospitales mexicanos
La Secretaría de Salud investiga la muerte de 13 niños y la hospitalización de otros siete a causa de un supuesto contagio con este microorganismo. Una contaminación de insumos médicos en el Estado de México es la pista principal
La última alerta en los hospitales mexicanos tiene nombre propio: Klebsiella oxytoca multidrogo resistente. Un brote letal de esta bacteria, presente de forma natural en las personas y causante habitual de infecciones dentro de los centros médicos, ha puesto en jaque a la Secretaría de Salud de México. La dependencia ha confirmado este jueves la muerte de 13 niños y la hospitalización de otros siete a causa, supuestamente, de un contagio con Klebsiella. Los afectados son menores que estaban en cuatro hospitales del Estado de México y estaban recibiendo la llamada Nutrición Parenteral, una alimentación intravenosa para cuando los pacientes no pueden comer por la boca. Este producto, que se transfiere de forma directa a la sangre, es el principal sospechoso del Gobierno de estar contaminado con la bacteria.
El primer aviso público llegó el martes. La Secretaria de Salud federal emitió una alerta epidemiológica por un brote en menores de 0 a 14 años. Los niños tenían lo que se denomina una infección del torrente sanguíneo (ITS) y en 15 de ellos se había confirmado que era por Klebsiella oxytoca , en cuatro era probable y solo en uno había sido descartado en primera instancia (por deberse a otra bacteria, la Enterobacter cloacae). La dependencia definía a la bacteria como “oportunista que puede causar infecciones en personas con sistemas inmunes debilitados”. También afirmaba que “las infecciones por Klebsiella son un problema de salud pública importante, principalmente en el ámbito hospitalario, debido a su frecuencia, gravedad y resistencia a los antibióticos, lo que hace que el tratamiento sea más difícil”. Además, la Secretaría reconocía que la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica había advertido de los primeros casos el 28 de noviembre y el 29 ya había identificado 19 contagios.
En su comunicado de este jueves la alarma ya es máxima. La dependencia admitía que de los 15 niños con infección de Klebsiella oxytoca confirmados, 13 habían muerto. Todos tenían comorbilidades, informaba la Secretaría. La principal pista apuntaba a “una posible contaminación en las soluciones en la Nutrición Parenteral Total (NPT) de la empresa SAFE, pero no se descartan otras hipótesis. Los análisis en curso buscan identificar la fuente del brote y se mantiene un monitoreo permanente para descartar posibles brotes en otras entidades”.
En medio, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) anunció la inmovilización de manera preventiva de SAFE y también la suspensión de la administración de las soluciones preparadas a partir del 21 de noviembre por esta empresa, que tiene de razón social Productos Hospitalarios S.A. de C.V. y sede en Toluca, Estado de México. Ante estos anuncios creció el pánico.
Dentro de los entornos hospitalarios conocen muy bien a la Klebsiella, es una de las bacterias protagonistas detrás de las llamadas infecciones asociadas a la atención en salud (IAAS). Son de cuatro tipos, explica el epidemiólogo Víctor Gómez Bocanegra, del torrente sanguíneo (como el caso de los 13 niños), de neumonías (causadas por ventilación mecánica), de vías urinarias (por colocación de sonda) y del sitio quirúrgico. “Son muchos los agentes que las causan, pero las más frecuentes son Enterobacter cloacae, las pseudomonas y la Klebsiella”, añade el médico investigador de la UNAM.
“La Klebsiella oxytoca forma parte de un grupo de bacterias que vive en distintos entornos, entre ellos en nosotros, personas sanas. Viven principalmente en el colón, en el intestino grueso, y forman parte de nuestra microbiota, ahí son beneficiosas”, explica la infectóloga pediatra Angélica Pedraza, “mientras están dentro no hay ningún problema. Empiezan situaciones como la de ahora cuando sale de nosotros por cualquier causa y empieza a vivir en sangre, ahí no debe estar: provoca infecciones, bacteremia y sepsis”.
Esta bacteria fuera del cuerpo puede pegarse a superficies, instrumentos (como catéteres) o también a medicamentos, como está investigando ahora la Secretaría de Salud sobre la mezcla de la NPT. “La Nutrición Parenteral es como una lechita que fabricamos y es una inyección directamente a la sangre. Se introduce en un catéter que está conectado a una vena, se utiliza el catéter venoso central, que llega hasta el corazón”, explica Gómez Bocanegra, que apunta que habría que indagar si es la bolsa donde se preparó la que estaba contaminada o si lo estaban algunos de los componentes con los que se preparan estas sustancias. “Tiene proteínas, carbohidratos, lípidos, que el paciente no puede consumir por boca”.
En este brote letal ha sido clave el estado de salud previo de los niños. Los dos médicos explican que la Klebsiella oxytoca no afecta por igual a todos con los que entra en contacto, pero puede ser muy grave cuando se aprovecha de sistemas de defensas bajos o de pacientes con otras patologías. La dependencia federal no ha especificado qué comorbilidades tenían los menores, pero al estar ya hospitalizados y conectados a un catéter se añaden factores de riesgo.
La infectóloga pediatra Angélica Pedraza, que trabaja en un hospital de Hidalgo, explica a EL PAÍS que desde marzo en su centro de salud ya habían registrado al menos 30 casos de niños afectados por esta bacteria. Tres de ellos han fallecido. La médica detalla que el hospital cuenta con su propio laboratorio, lo que ha ayudado a acelerar diagnósticos y tratamientos. “Nosotros atendemos a muchos recién nacidos prematuros. Cuando de repente empiezan con fiebre y dificultad para respirar de la nada, cosas que no tenían antes, aquí lo que hacemos es hacerles estudios de laboratorio y cultivos. Si esos resultados nos sugieren infección de esta bacteria, los tratamos ya con antibióticos específicos”, señala la infectóloga, que recoge en su experiencia que aunque “se ponen graves y sí es un susto, pero la gran mayoría se salva: lo importante es detectarlo a tiempo”.
En esto, además, afecta uno de los apellidos de esta bacteria y uno de los grandes problemas médicos de este tiempo: la resistencia a los antibióticos. Una proyección publicada este año por la revista científica The Lancet tras el análisis de 520 millones de datos, calcula que esta resistencia puede matar en el próximo cuarto de siglo en el mundo a más de 39 millones de personas de forma directa y a 169 millones indirectamente (por asociación con otras patologías).
La Klebsiella oxytoca multidrogo resistente es —como indica su nombre— muy resistente a la mayoría de los antibióticos, lo que hace que sea más difícil de atajar las infecciones que provoca. Un factor que puede haber sido decisivo en la defunción de los menores. En el hospital de Hidalgo de Pedraza no han encontrado todavía un nexo en común que una todos los casos, aunque sí han descartado la Nutrición Parenteral. La Secretaría de Salud ha dado un aviso a todos los hospitales de México: la última batalla en los centros es contra la Klebsiella oxytoca.
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