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Alarma en el primer hospital donde está confirmado el brote de ‘Klebsiella oxytoca’: “Los bebés están aislados”

Un recién nacido ha fallecido y otros tres siguen internados en el centro Mónica Pretelini, de Toluca, donde las pacientes refieren miedo y falta de información

Hospital materno perinatal Mónica Pretelini Sáenz, en Toluca, Estado de México.
Hospital materno perinatal Mónica Pretelini Sáenz, en Toluca, Estado de México.Aurea Del Rosario
Beatriz Guillén

Hace 27 días que nació Ángel y la mitad de ellos los ha vivido en aislamiento. Bebé prematuro, estuvo desde el principio en el hospital Mónica Pretelini, en Toluca (Estado de México), para estar controlado. Entre los tratamientos, Ángel recibía la llamada nutrición parenteral, un sistema de alimentación intravenosa. En su área había varios recién nacidos como él conectados a esta mezcla de proteínas, lípidos y carbohidratos que se inyecta por un catéter. Hace 15 días que, de un momento a otro, se puso muy grave. Cuenta Silvia, su madre, que tenía temperatura alta, tuvieron que intubarlo y darle sedantes. A Silvia le explicaron que el niño tenía una infección por una bacteria, pero no le dijeron cuál. Cuando explotó el brote de Klebsiella oxytoca, Silvia fue a hablar con los médicos: le dijeron que su hijo no tenía “la bacteria que está saliendo ahora”, pero sí Escherichia coli, otra habitual infección hospitalaria. Está aislado en la misma zona que los otros bebés con Klebsiella, todavía muy delicado.

Han muerto 13 niños, la mayoría bebés prematuros, en hospitales del Estado de México, y otros siete siguen hospitalizados por el azote de esta bacteria. Cuatro han sido afectados en el Hospital Materno Perinatal Mónica Pretelini Sáenz, el único centro que hasta ahora ha confirmado la infección. De ellos, un recién nacido ha fallecido y otros tres recién nacidos continúan bajo vigilancia. El IMSS-Bienestar informó que “la población expuesta” al brote fue de 35 pacientes, lo que indicaba una letalidad del 25% y una tasa de ataque del 11,4% de esta bacteria.

“Los bebés están aislados. Las mamás que vamos y entramos estamos alarmadas, también por el hecho de que durante días no nos digan qué bacteria tienen, nos dicen que tienen una infección, pero no nos dicen cuál, tú estás con esa incertidumbre y con ese miedo”, dice Silvia, que señala que están “muy preocupadas” también por la noticia de que uno de los niños ha fallecido. El acceso a Ángel y a los otros tres bebés con Klebsiella está restringido ahora para evitar propagaciones. El recién nacido llegó a estar “muy grave”, cuenta su madre: “Estuvo sedado durante tres o cuatro días con varios medicamentos, entre ellos fentanilo. Le han estado administrando nuevos antibióticos, porque probaron uno y no le funcionó. Le dieron ahorita otro que es más fuerte”. Uno de los principales retos en el tratamiento de estas bacterias es su superresistencia a los antibióticos. Después de dos semanas de tratamiento, Ángel ha empezado a mejorar.

Klebsiella Oxytoca
Madres llegan al hospital Mónica Pretelini para recibir consulta.Aurea Del Rosario

En estos días, el hospital ha estado haciendo estudios a algunos de los cientos de bebés que pasan por sus salas. A los hijos de Ana Lilia, también prematuros, les han hecho estos análisis, pero han salido negativos. “Antes estábamos espantadas, pero ahora ya no, porque nos dicen que está controlado”, cuenta la joven. El hospital confirmó el pasado jueves que no se habían detectado nuevos casos y que los confirmados se reportaban “estables con una evolución clínica favorable”.

A las puertas del Mónica Pretelini, que lleva el nombre de la esposa fallecida del expresidente Enrique Peña Nieto, la confusión se cuela en las conversaciones. Son muchas más las preguntas que las respuestas. Carmen se enteró por Facebook del brote en el hospital en el que su nieto lleva ya un mes hospitalizado. Les entró temor, porque el pequeño estaba intubado, pero nadie del hospital les ha explicado nada. Alejandra sale por la puerta del centro acompañada de su madre, que lleva a su niña en brazos, también prematura —nació con 34 semanas—. Estuvo internada y conectada a un catéter por una infección, pero les dijeron que solo era “gripa”. No han oído hablar de la Klebsiella. Tampoco lo han escuchado la mayoría de las madres con bebés prematuros hospitalizados a las que entrevista este periódico. Ninguna ha recibido información por parte del hospital afectado.

El hermetismo ha protagonizado la gestión de esta crisis por parte de la Secretaría de Salud, la primera de la Administración de Claudia Sheinbaum. El 28 de noviembre la dependencia lanzó el primer aviso de las infecciones por Klebsiella. Desde entonces, la dependencia federal sigue sin informar de cuáles son los cuatro centros médicos afectados. Tampoco de las circunstancias de los niños afectados (solo que los fallecidos presentaban “comorbilidades”) ni de qué ha originado el letal brote.

En un primer momento, el Gobierno apuntó a una contaminación de la nutrición parenteral que recibían los niños de los distintos hospitales. “El fin de semana del 30 de noviembre me percaté que ya no tenía nutrición parenteral, pregunté por qué se lo habían retirado y me dijeron que el lunes se la pondrían, cosa que no sucedió”, explica Silvia sobre su hijo Ángel, al que pasaron a alimentar con otras soluciones con nutrientes.

Klebsiella Oxytoca
Funcionarios de la Secretaría de Salud frente a las oficinas de la empresa SAFE. Aurea Del Rosario

La pista principal de la Secretaría de Salud dirigía hacia la empresa mexiquense SAFE Productos Hospitalarios SA de CV, que era proveedora de una mezcla de nutrición parenteral usada en estos centros médicos. El miércoles pasado, Cofepris inmovilizó sus productos y suspendió el contrato que tenía con la compañía. Sin embargo, el sábado, la Secretaría de Salud informó que no había encontrado restos de la bacteria en la primera inspección que había hecho en la empresa. Eso los situaba de nuevo en la casilla de salida.

En mitad de un polígono polvoriento, al norte de Toluca, se encuentra la sede de SAFE, cuyo nombre significa paradójicamente “seguro” en español. El personal de seguridad no permite la entrada: “Se está realizando una auditoría y está estrictamente prohibida la entrada a nadie ajeno”. Al lugar llega un equipo de la Secretaría de Salud, uno de ellos con una nevera, habitual para la toma de muestras. Ante las preguntas de este periódico de si están realizando una segunda revisión, contesta airada una de las funcionarias: “No hay más información que añadir”. No la habrá, pero la Secretaría de Salud sigue sin informar qué hospitales son los afectados ni dónde está el origen del brote que se ha cobrado de momento la vida de 13 menores en el Estado de México.

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Sobre la firma

Beatriz Guillén
Reportera de EL PAÍS en México. Cubre temas sociales, con especial atención en derechos humanos, justicia, migración y violencia contra las mujeres. Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS.
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