La tragedia de Romeo y Julieta revive al son de los corridos tumbados
Un audiolibro musicalizado recrea la célebre historia de amor truncada por el odio entre los Montesco y Capuleto, pero en medio del caos y la brutalidad del crimen que desangra el norte de México
Cuando a Alejandro Carrillo le encargaron adaptar una nueva versión de Romeo y Julieta, el clásico de William Shakespeare, dudó por un momento, debido al tipo de propuesta. A Carrillo (Ciudad de México, 41 años) lo buscó el productor Álvaro Ortiz con un proyecto de Editorial Audiolibre: una adaptación de la célebre historia de amor shakespeariana, pero en medio del caos y la brutalidad desatada por la violencia del narcotráfico que desangra el norte de México. Carrillo receló, pero muy pronto le atrajo la originalidad del proyecto, porque sería un audiolibro narrado por 15 actores al son de los llamados corridos tumbados, música trap, urbana, de las zonas norteñas del territorio mexicano, que cuentan historias basadas en la llamada narcocultura. “No soy muy fan de las historias de narcos”, señala Carillo. “No me gustan, porque caen en lugares comunes, pero lo que volvió a la propuesta interesante fue todo ese rollo del corrido tumbado y que también se tratara de una actualidad muy presente”, explica el autor. “Me interesaba lo que significa esa música para los chavos de esas zonas”, agrega.
Carillo aceptó la propuesta y trabajó el guion junto a César Gándara. Durante los siguientes meses investigaron, volvieron a leer la versión original de la tragedia de Shakespeare, otras adaptaciones en libros y cine y se pusieron manos a la obra. “Escribimos el guion en los primeros cuatro meses, lo entregamos y luego pasó a la parte de producción. Álvaro Ortiz, el productor, estuvo muy en contacto con nosotros y nos propuso este tipo de música”, agrega. Es así que además de la historia con sus diálogos, los autores también escribieron las canciones que marcan el paso de la nueva vieja tragedia. “La propuesta original es que la adaptación fuera en el contexto del narco, pero encontramos este narco actual de los corridos tumbados, que también es una especie de ficción de lo que es esa cultura que aparece en ese tipo de canciones. Yo no me había clavado en los corridos tumbados, pero comencé a escucharlos y fue alucinante. Me volví fan estudiando el lenguaje, las claves lingüísticas, las formas estructurales. Básicamente, la preparación fue atascarnos de corridos tumbados”, cuenta Carrillo.
Todo el proceso de creación de la obra duró un año y el audiolibro está ya disponible al público, titulado Amor tumbado. La historia cuenta el amor imposible de dos adolescentes, Romina y Julito, hijos de dos familias de narcotraficantes en guerra abierta por el territorio y por ganarse el favor del “Patrón”, el narco de narcos, que representa a cualquiera de esos monstruos que con su violencia han sembrado de cadáveres el territorio del norte de México.
Aquí no hay nombres reales. La historia comienza con una voz femenina con acento norteño que invita a conocer esta tragedia: “¿Qué onda, plebes, readies pa’ que les tire un corrido tumbado? Acomódense la gorrita de lado y presten atención para oír la historia de dos familias bien bélicas, de igualito poder. Las dos parte del mismo cártel, cuyo nombre no voy a acordarme pa’ no meterme en pedos. Dos familias, una ciudad, un mismo odio, un odio bien cabrón, criminal, de esos que quema de generación en generación. Y pues ya saben cómo está el pedo: tanto cochinero entre estas familias que la ciudad está pintadita de sangre y la plebada, pues manchada de sangre igual. Lo cabrón es que entre esa entraña de odio y pacas y retenes y Lamborghinis y bazucas y pinches descabezados nacieron dos amantes y la historia de amor más perra que yo haya conocido”.
Esa historia se desarrolla en Culiona, la ciudad portuaria ficticia que es el campo de batalla disputado por los Montes y los Carrillo. Aunque las familias estaban enfrentadas a muerte desde antes, su odio aumentó cuando el “jefe de jefes”, El Señor de la Montaña, fijó los ojos en esa urbe y puso a competir a ambos clanes por sus favores. Las disputas volvieron a Culiona un infierno de balazos, gritos, sangre, muerte y desaparecidos. Una ciudad cubierta de humo, “una pinche carnicería”.
La hija de los Carrillos, Romina, de 15 años, en su burbuja de riqueza, pasa los días ganando followers, sus valiosos seguidores en redes sociales, lo que ahora se llama influencer. En redes publica fotografías, stories, videos, comenta y luce sus joyas y sus vestidos de diseñador. El adolescente hijo de los Montes, Julito, anhela lograr la gloria con la música, compone corridos tumbados y forma parte de una banda local. La casualidad hace que se conozcan y las chispas del amor explotan como los granadazos con los que sus padres destrozan su ciudad. Desde un inicio saben que es un amor prohibido, pero estarán dispuestos a llevarlo hasta las últimas consecuencias. Y aquí no hay spoiler, porque Shakespeare ya nos ha contado como termina esta romántica tragedia.
Lo valioso de la obra de siete capítulos es su producción. En ella intervienen 15 actores, que con ese acento norteño musical y sensual cuentan detalle a detalle la trama. Todo lleva de fondo los sonidos y la música que permite al oyente ubicarse en la pasión de los jóvenes, pero con “un chingo de almas asesinadas, que habían servido de pasto para los hocicos de la muerte”. Sonido de bombas, aviones que despegan y aterrizan, el zunzún de los mensajes que entran por WhatsApp e Instagram. Los hashtags, esas etiquetas que refuerzan un mensaje, los emoticones de corazón, caritas amarillas enviando besitos, los “te amo, chingao”, “al chile, morro, ya te extraño”, las canciones compuestas por el amante, ese “te imaginas si le dieras follow a mi amor”...
Pero el destino de Romina y Julito está marcado “por el amor y la puta muerte”. El padre de Romina, don Capu, aspira a casar a su hija con el heredero de El Señor de la Montaña y afianzar así su poder. Su hija, rebelde, lo detesta y sueña con un romance apasionado. Julito se cuela en su dormitorio a pesar de que la hacienda de su amada está vigilada hasta los muros por hombres armados con sus kalashnikov y un rabioso perro, el Tumbado, y consuman su pasión tan moza, intensa. Pero todo se sale de control y estalla una guerra que termina en sangría. Sí, como las que se ven estos días en el norte de México. “#Valioverga”. O como dice la elocuente narradora: “Es una historia bien culera, que al chile no va a acabar bien”.
Son capítulos de media hora que atrapan desde el primer momento. Y sí, el oyente puede estar harto de series, películas y libros que banalizan o engrandecen el narcotráfico, pero en este caso pasará momentos entretenidos por el excelente trabajo que han hecho los narradores: Astrid Mariel, Enid Ayala, Sara Vivanco, Natalia Guadarrama, Germán Sotomayor, Alexis Marsicano, Cesar Ramones, Erik López, Manuel Domínguez, Rafael Blázquez, Carlos Álvarez, Daniel Zazueta, Gaby Betancourt, Joaquín Chable y Alejandra Corman.
Y si no conocen los corridos tumbados, como quien firma esta líneas, hasta puede que lleguen a gustarles. “Me parece interesante como fenómeno cultural”, dice Carrillo. “No creo que la música tenga que moralizar, tratar de educar, sino que es un reflejo de lo que se está viviendo. Y en ese sentido creo que sí es un reflejo fiel, porque muchos chavos lo viven así. E incluso pueden verlos como modelos aspiracionales, que para nosotros pueden ser buenos o no, pero para ellos son las únicas alternativas que tienen para salir de la violencia en la que viven”, agrega.
Carrillo no quería una historia que glorificara la violencia, pero sí que dejara un mensaje. Y el mensaje es trágico para México. Así lo explica: “Lo que intentamos hacer acá es contar el otro lado del narco. Esta versión de Romeo y Julieta se presta para ver esa otra parte, de que no hay salida. En la historia original de Shakespeare, la lección final es que después de tanta violencia y tanta crueldad, las familias, los Montesco y los Capuleto, dicen ‘hay que pararle a nuestro desmadre, ya vieron lo que ocasionamos, se murieron nuestros hijos’. Aquí ocurre al revés: ni porque se mueren los hijos para. La crueldad y la sed de poder es tanta que no hay final a eso. Y es duro, pero refleja lo que está pasando. Es un reflejo de lo que es México”.
Apúntese gratis a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.