Polémicas y éxito: el fenómeno de los corridos tumbados alcanza las listas internacionales
La periodista Gabriela Warkentin bucea junto al escritor Óscar Adame y el sociólogo Jorge Ramírez en el campo de la música para encontrar las claves de la pasión por el subgénero
Los corridos tumbados han llegado a las listas de éxitos internacionales. El subgénero formado por la fusión entre los corridos tradicionales y la música urbana ha conseguido alcanzar las partes altas de catálogos como el de Spotify, donde cinco de las 50 canciones más escuchadas revelan el éxito de la variante de la música regional. En este capítulo de Al habla con Warkentin..., la periodista Gabriela Warkentin bucea junto al escritor especializado en música Óscar Adame y el sociólogo de la Universidad de Guadalajara Jorge Ramírez en el mar de dudas que representa la industria, para encontrar las claves del rápido éxito de los corridos tumbados.
“Tienen las particularidades musicales del corrido, pero toman influencias del norte, del regional, combinándolas con el reguetón, el trap y la música urbana [...] Es un choque de la música regional con la cultura urbana”, explica el escritor. Los corridos tumbados nacieron con el álbum Corridos Tumbados, del joven cantante de 22 años Natanael Cano. Tras él han aparecido otros músicos que dominan la escena: Eslabón Armado, Junior H, Ovi y, como mayor renombre, el jaliciense Peso Pluma. “Es increíble, [Peso Pluma] lleva tres semanas en el Top 1 [de la lista global de Spotify]. Antes de él, no recuerdo ninguna canción en el Top 100 de Spotify”, comenta sorprendido Adame.
El nombre del músico jalisciense ha comenzado a resonar con mucha fuerza en el panorama. “Lo que tiene en comparación a otros muchachos es que tiene una campaña mediática a través de videos de Tiktok”, explica el escritor.
Ramírez considera que los nuevos corridos son un “fenómeno al que aún le falta un nombre apropiado”, aunque afirma que se trata “obviamente” de un género de fusión. “[El subgénero del corrido] está saliendo de un nicho cerrado, el de los narcocorridos”, comenta el sociólogo. La clave, comenta, es el cambio generacional de los hijos de los capos, que ha extendido el estilo de vida más ostentoso, al contrario que los padres, que preferirían vivir más en el anonimato: “Estos corridos lo celebran”.
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