_
_
_
_

Dulce María Sauri, sobre el futuro del PRI: “Por lo menos que nuestro féretro esté envuelto en la bandera nacional”

La antigua dirigente del partido augura su extinción en 2030, mientras reúne fuerzas y aliados en un intento de cambiar el destino y sacar al PRI de la crisis en la que se encuentra

La doctora y política, Dulce María Sauri, en su casa en Ciudad de México, el 25 de junio de 2024.
La doctora y política, Dulce María Sauri, en su casa en Ciudad de México, el 25 de junio de 2024.Nayeli Cruz
Elia Castillo Jiménez

La convocatoria a una inusual asamblea nacional en las entrañas del PRI ha encendido las alertas y ha despertado el fantasma de la reelección. La continuidad de Alejandro Alito Moreno en la presidencia del histórico partido ha sido fraguada casi maquiavélicamente desde que tomó el control absoluto del partido hace cinco años (2019) encaminándolo al despeñadero de la extinción, lo dice como en una especie de augurio Dulce María Sauri (Mérida, Yucatán, 73 años). La que fue dirigente del partido que gobernó 70 años México se pronuncia nuevamente por una renovación urgente de la agrupación política.

La transformación del tricolor sólo puede ocurrir quitando el lastre que le representa la omnipresencia de Alito, enquistado en el corazón del partido, dice. Las opciones que le quedan al dirigente son pocas, el fuero que tiene termina hasta que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, lo quiera. Mientras presagia la inminente extinción del partido, rechaza la pretensión de un cambio de nombre. Se necesita una reestructura pero sin recurrir a la banalidad. “Por lo menos que nuestro féretro esté envuelto en la bandera nacional, en la bandera del PRI”, sostiene.

Sauri tiene en su haber numerosos cargos y pesan sobre ella más de 30 años de militancia en el Revolucionario Institucional, aunque parecen no pasar los años para ella. Aparece en las escaleras de su casa en Ciudad de México para atender la entrevista con EL PAÍS. Ha dejado por unos días la paz y la tranquilidad de su natal Mérida para alistar la defensa del partido ante “la vocación insaciable de poder” que detecta en Alito para perpetuarse cuatro años más en la dirigencia del partido al que ha asfixiado hasta dejarlo moribundo.

Mientras, se cocina un intento para reformar los documentos básicos del PRI, el primer fin de semana de julio, de cara a la renovación de la dirigencia. “El PRI va a salir con su domingo siete”, bromea. Hace dos años Alito empeñó su palabra ante una decena de exdirigentes, incluida Sauri. Dejar la presidencia el día y la hora establecidos en los estatutos, fue la promesa incumplida. No es el único responsable de la debacle, reconoce. De no librarse el partido del yugo de Moreno, la yucateca avizora la extinción del PRI dentro de seis años, en su centenario.

Dulce María Sauri, Marco Antonio Adame, y Dolores Padierna, vicepresidentes de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, en noviembre de 2019.
Dulce María Sauri, Marco Antonio Adame, y Dolores Padierna, vicepresidentes de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados, en noviembre de 2019. Graciela López Herrera (Cuartoscuro)

Pregunta. ¿Cómo califica la participación y la actuación del PRI el 2 de junio?

Respuesta. No es posible señalar solamente que hubo muy malos resultados, que los grupos parlamentarios que se integrarán por parte del PRI después de esta elección serán los más reducidos de toda la larga historia legislativa, que la presencia territorial del PRI se ha visto reducida a su mínima expresión. Hay un sentimiento generalizado de extravío sobre lo que depara el futuro próximo para el PRI, y desde luego para la democracia en el país. De una vez por todas tenemos que visualizar que esta elección puso fin a la transición democrática en México. Mientras no acepten las oposiciones en general, particularmente el PRI, que lo que se habrá de enfrentar en un futuro inmediato y a mediano plazo es a un régimen político autoritario, no se podrán empezar a construir las oposiciones que necesita México.

P. Ante la posibilidad de que Alito busque reelegirse, ¿qué lectura da a la insistencia de perpetuarse en la presidencia del partido?

R. Alejandro Moreno tiene una lectura totalmente equivocada de lo que el PRI requería cuando inició su mandato en el 2019 y de lo que el país exige a una oposición con las raíces históricas del propio partido. La dirigencia nacional del partido asumió con Alejandro Moreno al frente, que la única manera de enfrentar la situación que teníamos era concentrando el poder y centralizando las decisiones. Concentrando el poder en la figura del presidente y centralizando las decisiones también en su persona. Casi fue la crónica de un fracaso que vimos cómo se desenvolvía y la parte de responsabilidad que podamos tener, registró la impotencia de decir, es que por ahí el PRI no va a salir adelante. En agosto de 2020 el Consejo Nacional modificó la disposición de la separación de la presidencia y la secretaría general al concluir el período. En ese momento en mi radar no estuvo eso. Subsistió una segunda facultad que le da una vuelta de tuerca a esta centralización. En el PRI no hay una candidatura a sexto regidor del municipio más modesto que pueda presentarse sin la firma expresa del presidente del PRI.

P. Hace dos años un grupo de expresidentes pidieron la salida adelantada de Alito, él se comprometió a no reelegirse. ¿Qué pasó con esa promesa?

R. El resultado de 2021 tuvo dos caras: la cara amable que es que creció el grupo parlamentario de 50 hasta 70 legisladores y la cara absolutamente deplorable de perder 8 de las 12 gubernaturas y gran parte de su presencia territorial, todas ante Morena. Fue cuando los expresidentes fuimos a pedirle una rendición de cuentas, un análisis crítico de los resultados que eran catastróficos para el PRI. En ese momento ya había logrado concentrar sus facultades y en las listas de representación proporcional de la Cámara de Diputados había excluido a toda aquella persona que le pudiera representar algún cuestionamiento. Y no lo digo por mí, yo presidía la Cámara de Diputados y no me parecía correcto que estuviera en una lista de representación proporcional, fue una decisión personal. Los mejores cuadros fueron excluidos, todos para fuera. Fuimos a la reunión, nos dijo con toda claridad ́'mi mandato concluye en agosto de 2023 y yo me voy a separar tal como señalan los estatutos y se convocará a la nueva dirigencia’.

P. ¿Por qué el bloque de expresidentes no continuó ejerciendo presión?

R. El PRI tiene algo que fue una enorme virtud del partido durante muchos años, que es la disciplina, la disciplina que se reviste de institucionalidad pero hay una cultura creada a lo largo de mucho tiempo que dice: la dirigencia tiene la razón. Yo lo he caracterizado en esta etapa de la vida del partido como el nombre de aquella novela que luego se hizo película El Silencio de los Corderos, Hannibal Lecter y Clarisse, la detective del FBI que lo encuentra. Está el priismo, los cuadros del PRI, sus dirigentes yendo hacia el matadero sin ni siquiera tener la posibilidad de lanzar un balido. El sentido de disciplina es muy fuerte en el PRI y esa es una de las razones de la posible perdición, del fracaso, del fin del PRI. Hasta temor tengo al verbalizar esa palabra.

P. ¿Cómo se perfilan las reformas a los estatutos para poder en su caso reelegir al actual dirigente del partido?

R. El control que tiene Alejandro Moreno del partido hace que sea posible cualquier cosa. El artículo 73 de los estatutos es en donde viene la prohibición expresa de la reelección de la dirigencia nacional, reelección para nadie. Entonces, la primera [reforma] es levantar esa prohibición. Moreno tiene una característica que es el juego de la caja china. Estamos viendo su reelección consecutiva, yo no creo que sea solamente eso. Es el nombramiento de los coordinadores parlamentarios en el Congreso y asimilar esa facultad para los presidentes de los comités estatales. ¿Qué va a pasar? Que en el Senado Alejandro Moreno se va a nombrar a sí mismo. No sé qué vaya a pasar en la Cámara de Diputados.

P. ¿Alejandro Moreno planeó su reelección desde que llegó al partido?

R. Efectivamente. ¿Quiere Alejandro Moreno llevar al PRI a su extinción? ¿Cuál es el tamaño, no sé si de su egocentrismo, o de su compromiso? Si el presidente López Obrador hubiese elegido a una persona para destruir al PRI, creo que no hubiese habido mejor elección. Si luego tengo pruebas fehacientes de que lo eligió, ya no tendré ninguna duda de cuál es el final del PRI. O del miedo. Moreno tiene fuero hasta que la presidenta Sheinbaum lo decida. ¿Por qué razón? Ahora, la Sección Instructora estará integrada por la coalición de Morena, completita, toda. Van a desaforar a quién ellos quieran y por las razones que quieran. ¿Cuál es el sentido del fuero para las oposiciones? Ninguno. Un amigo me decía: ‘si yo fuera Alejandro Moreno, tendría listo mi altar y estaría pidiendo a San Judas Tadeo su protección, porque ya no veo quién más lo pueda proteger’.

Los priístas Dulce María Sauri, Alejandro Cárdenas Moreno, René Juárez Cisneros, y Enrique Ochoa Rez salen de la Cámara de Diputados, en agosto de 2019.
Los priístas Dulce María Sauri, Alejandro Cárdenas Moreno, René Juárez Cisneros, y Enrique Ochoa Rez salen de la Cámara de Diputados, en agosto de 2019. Moisés Pablo Nava (Cuartoscuro)

P. La dirigencia del PRI tampoco lo protege.

R. Tampoco. ¿Quiere darle el presidente López Obrador la puntilla final al PRI? ¿Cuál es la mejor vía? ¿Desaforar a su dirigente o dejar que se consume el final del PRI con una reelección? Quizá López Obrador prefiera que se consuma o se consume en su centenario en 2030. Como va el PRI, un 5% en 2027 es muy posible. No estoy diciendo ninguna barbaridad, sino un dato producto de la observación de los resultados electorales actuales.

P. ¿Hay manera de frenar a Alejandro Moreno en su intento de reelección?

R. En los próximos días voy a ver cuántas y cuántos justos le quedan al PRI, para ver si levantamos la voz.

P. ¿Asistirá a la Asamblea Nacional?

R. No lo sé, es el domingo 7 de julio. O sea, el PRI va a salir con su domingo siete. Voy a platicar con varios compañeros, compañeras estos días y voy a tomar una decisión. Ofrezco una disculpa por hablar del PRI en este contexto. La asamblea está convocada cuando expresamente los partidos políticos no pueden modificar ninguno de sus documentos básicos, ni hacer asambleas para elegir dirigencia en tanto no concluya el proceso electoral. Y termina con la calificación de elección presidencial. ¿Alguien me puede explicar por qué razón se va a realizar una asamblea antes del 6 de septiembre, que no sea la modificación de la parte de la reelección consecutiva y de la elección de los coordinadores parlamentarios de la Cámara de Diputados y del Senado? Yo no le veo otra razón.

P. ¿Puede ser impugnada?

R. Supongo. Me imagino que es una causa de impugnación, porque en los veinte y pico considerandos de la convocatoria, que son enormemente confusos, se dice: ‘se hace la asamblea, pero no tienen vigencia sus resolutivos sino hasta después’.

P. ¿Se hace para que sean efectivos después del 6 de septiembre?

R. Después del 6 del septiembre porque entonces entran los estatutos en vigencia y se convoca a la elección de la nueva dirigencia con los estatutos ya modificados. O se mandan al INE para su validación y mientras no se validen sigue la dirigencia. Ya debe haber un plan B en caso de que por alguna razón el INE reconozca que no se pueden modificar estos estatutos en beneficio propio.

P. ¿El futuro del PRI es desaparecer?

R. Vamos a cumplir el centenario en 2029 y en la elección del 2030, si las cosas no se modifican radicalmente obviamente el resultado va a ser el del PRD.

P. ¿Es culpa de Alejandro Moreno?

R. Explicar todo a partir de Alejandro Moreno es muy tentador, pero no sería suficiente y no sería justo para el PRI. Porque el partido no es esta dirigencia nacional, son las millones de personas que votaron por esta opción. No sería justo con los votantes ni con los militantes. La separación de Moreno y de lo que representa es condición necesaria para que el PRI tenga posibilidad de sobrellevar esta situación y empezar a construir algo nuevo. Es condición necesaria, pero no es suficiente.

P. ¿Qué se necesita?

R. Asumir y resolver qué papel nos corresponde para enfrentar un régimen político. Porque esta discusión y ese papel para enfrentar un régimen político es inédito en la historia del PRI con sus más de 94 años. Ese es el verdadero reto. No me parece que en esta construcción de oposiciones al régimen autoritario sean los partidos políticos los que deben de tomar la vanguardia. Deben ser los ciudadanos y las ciudadanas y la dinámica propia. No me parece tampoco que necesariamente se vayan a encorsetar en un partido político. Ahí va a venir la primera tentación en 2025 que es solicitar el registro como nuevo partido político.

P. ¿Sería un error?

R. Sería un error de mi parte desecharlo. Me parece que es una discusión que ellos tienen que dar. Otra cosa que me gustaría puntualizar, porque se tiende en esta discusión sobre el PRI, a decir: ‘el PRI tiene que refundarse y asimilar la refundación del PRI a cambiar de nombre’ y a cambiar el emblema. Me parece absolutamente banal. La boleta electoral, extremo derecho, PAN porque aunque fue fundado 10 años después, tiene el mismo nombre desde 1939. En 1947 el PRI. Y así con todos los demás. Tiene los tres colores de la bandera nacional. Si el PRI cambia su nombre, pierde su lugar en la boleta, se va a la colita detrás de Morena, si le va bien y además pierde los colores de la bandera. Entonces, ¿qué le queda al PRI? Por lo menos que nuestro féretro esté envuelto en la bandera nacional, en la bandera del PRI.

P. ¿Haría un llamado a Alejandro Moreno a recapacitar?

R. ¿Quieres que me gaste la voz? Espero unirme a otras voces que han llamado al PRI a rescatar su instinto básico de supervivencia como organización política.

P. ¿Esto es lo que está previendo para el 7 de julio?

R. Es lo que vamos a intentar.

P. ¿Quiénes más están?

R. Están los del Frente Amplio de renovación, algunos expresidentes del Comité Nacional. Algunos definitivamente decidieron poner tierra de por medio. En estos días vamos a ver quiénes sí están y quiénes han decidido dejar el silencio de los corderos.

P. ¿Se ha planteado dejar el partido?

R. Sigo siendo una terca, necia y priista. Pero no te puedo responder con un categórico no. No sé qué va a pasar. Siempre pensé que auténticamente iba a ser, junto con otro amigo de Yucatán, quien cerrara la puerta del partido. Hace rato te dije: ‘poner la bandera del PRI en el féretro’. Pero no sé qué va a pasar. Soy solamente una persona profundamente comprometida con la democracia en mi país.

Apúntese gratis a la newsletter de EL PAÍS México y al canal de WhatsApp y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país.


Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Elia Castillo Jiménez
Es periodista mexicana, está especializada en temas de política: Congreso de la Unión, partidos y elecciones. Ha trabajado en distintos medios como Milenio, Radio Centro y El Heraldo de México. Es licenciada en Periodismo y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_