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El técnico Martín Anselmi, una canción de Julieta Venegas y una afición encandilada: la conjura de Cruz Azul en busca de la décima

El conjunto cementero, dotado de una renovada actitud e identidad deportiva, enfrenta una nueva final contra el América para coronar al nuevo monarca de la Liga MX y espantar a los demonios de fracasos del pasado

Jugadores del Cruz Azul festejan un gol en el partido de vuelta contra el Monterrey, el 19 de mayo en Ciudad de México.
Jugadores del Cruz Azul festejan un gol en el partido de vuelta contra el Monterrey, el 19 de mayo en Ciudad de México.Mauricio Salas (Getty Images)
Andrés Rodríguez

Corría el minuto 95 con 55 segundos de seis añadidos. El arquero Kevin Mier despejaba el balón desde su área. Mientras el balón se elevaba en el estadio Ciudad de los Deportes, el periodista Marco Cancino, en su relato para la transmisión televisiva realizaba un conteo regresivo. 5, 4, 3. La esférica alcanzaba a Esteban Andrada, el portero de Rayados de Monterrey en el otro arco. 2, 1... y se veía al árbitro dar por finalizado el encuentro. El recinto deportivo era una olla de gritos y algarabía en las tribunas. Algunos jugadores del equipo vencedor, incrédulos en la cancha, lloraban con el rostro en el cesped.

“¡La Máquina! La Máquina... celeste regresa a la final del fútbol mexicano. Cruz Azul a la final y va contra el América”, terminaba de explotar el relato de Cancino, que evocaba y homenajeaba de forma póstuma a Paco Villa —periodista y aficionado del conjunto cementero—, recordando la narración de su colega del 8 de diciembre de 2018, cuando los capitalinos también eliminaron a los regios en la misma instancia y accedían a la definición de un torneo como el domingo pasado.

Con el miedo a flor de piel de los aficionados a cruzazulearla —un neologismo que se ha popularizado con los años— que remitía a fracasar ante una victoria segura, La Máquina lograba la épica por el resultado global (2-2) y al obtener una mejor posición en el torneo regular (segundos en la general). El creador de contenido e hincha del Cruz Azul, Bastián Delfín, decía en una entrevista que irle a este equipo era “sufrimiento, dolor y lágrimas diarias. Frustración constante y un dolor en el pecho que quizá no se puede quitar”. Entonces, ¿por qué le va uno a este equipo?, le cuestionaban y este respondía: “Porque amo al Cruz Azul. Bien decimos la gente que nos mama el fútbol, puedes cambiar de trabajo, de morra, de orientación sexual, orientación religiosa, pero no puedes cambiar de equipo de fútbol”.

Y esta afirmación tiene sustento. En la época moderna de la liga mexicana de fútbol, de los torneos cortos, La Máquina acumula seis finales perdidas: una contra Pachuca (1999), otra frente a Santos Laguna y una más ante Toluca (2008), otra contra Rayados (2009) y las dos más recientes y dolorosas frente a las Águilas del América en 2013 y 2018. Esto hasta que, tras 23 años, en plena pandemia rompió su maldición en 2021 al ganar la Liga MX frente al Santos Laguna en el Estadio Azteca de la mano del peruano Joaquín Reynoso.

Admirador del Loco Bielsa

Tras desmantelar a la columna de jugadores que le devolvió la gloria al equipo y el paso de cinco técnicos con resultados irregulares, Cruz Azul iba a volver a ver la luz, sin saberlo aún, con la llegada del preparador argentino Martín Anselmi, que asumió los mandos del equipo un 20 de diciembre de 2023.

Según distintos especialistas y analistas deportivos, nadie esperaba el rendimiento que Anselmi iba a obtener del equipo a pesar de las circunstancias adversas con las que comenzó. Gabriel Matías Fernández, su más reciente fichaje y quien debía hacer de delantero titular, se lesionaba de gravedad al inicio del campeonato y no iba a poder competir en lo que quedaba del torneo. El capitán y líder de su equipo, Juan Escóbar Chena —uno de los últimos sobrevivientes de ese equipo campeón de 2021—, decidió abandonar La Máquina por diferencias con su entrenador, acusándolo de querer hacerlo a un lado para traer jugadores de su agrado y hacer negocio.

Martín Anselmi durante el primer partido de la semifinal contra Rayados, el 16 de mayo en Monterrey.
Martín Anselmi durante el primer partido de la semifinal contra Rayados, el 16 de mayo en Monterrey.MIGUELSIERRA (EFE)

“El ser flexible ha sido la clave. En torneos anteriores la alineación era predecible. Cuando se sintió observado por el resto de equipos, le movió a su 11 contra América, no resultó. Contra Santos tampoco, pero no dejó de de moverle. ¿Si Cruz Azul ha sido el que mejor ha jugado en el campeonato? Voy a hacer un poco de trampa y voy a decir que si jugar mejor significa regularidad, sí. Tampoco es que haya desplegado un fútbol exquisito, sobre todo en partidos completos, quizá sí ha tenido mitades de fútbol exquisito, pero sí me parece que ha sido el más regular”, hace una lectura Adán Tamariz, periodista y aficionado de los Cementeros.

Anselmi, de 38 años y graduado de periodismo, no fue jugador ni tampoco estaba metido en el mundo futbolero, sin embargo se vio seducido por el estilo de juego del Athletic de Bilbao de su compatriota Marcelo Bielsa, ese equipo que en la temporada 2011-2012 fue subcampeón de la Europa League y la Copa del Rey. Esa obsesión por los detalles del preparador rosarino, lo impulsaron a estudiar el curso de director técnico y a vender su moto para poder viajar a España y conocer a su inspiración. Bielsa lo recibió tres días antes de la final contra el Barcelona, los invitó a cenar y charlar en su casa, según cuenta el técnico de La Máquina a The Coaches Voice.

Comenzó en la quinta división del fútbol argentino hasta llegar a Ecuador, donde llevó a Independiente del Valle a ganar la Copa y Recopa Sudamericana, frente a São Paulo y Flamengo, de Brasil, en 2022 y 2023, respectivamente. Tamariz destaca la toma de decisiones arriesgada que Anselmi hizo, que pudo haber terminado con un vestidor roto, pero que, al contrario, lo han llevado a gestionar de forma excelente su vestuario y a conectar con la afición.

“Festejemos que la vida nos unió”

“Anselmi tiene un bajo perfil, pero al mismo tiempo transmite buenos resultados. Habla siempre con mesura, no alza la voz, no se queja del arbitraje. Digamos que es un argentino no tan argentino. Es como otro animal del zoológico. Es un cuate que se ve ansioso, acabando los partidos sí los festeja, sí mira a la gente, sí alza el puño, salta, lo cargan, sí carga, se desplaza en la cancha. Eso ha comunicado muchísimo para la gente y ha influido en el estado de ánimo de todo el entorno de Cruz Azul”, explica el también creador de contenido futbolístico en el canal De cabecita.

Y es que todo parece un efecto dominó en el entorno Cementero y las cábalas se han hecho presente para reforzar esa relación entre afición, plantel y cuerpo técnico. Fue el mismo Anselmi quien le dio a los hinchas su más reciente himno. Al momento de firmar su renovación, el técnico publicó un video en su cuenta de Instagram con los mejores momentos del equipo hasta la fecha bajo su dirección, musicalizado con la canción Andar conmigo de Julieta Venegas y la leyenda “Festejemos que la vida nos unió”, citando un fragmento de la composición.

“Hay tantos caminos por andar. Dime si tú quisieras andar conmigo...” ha retumbado en cada partido de local de Cruz Azul desde la renovación de Anselmi, como You’ll Never Walk Alone en Anfield Road en cada partido del Liverpool, en Inglaterra; o una versión de Sarà perché ti amo entonada por los ultras en San Siro antes de que entre en cancha el Milán. “Es la canción que nos dedicó el profe Anselmi y la que nos ha dado suerte en la Liguilla de cara a la final”, afirma Miguel Sánchez, hincha de La Máquina, a través de videollamada, que trata de contener el escándalo de otros cinco amigos detrás, mientras esperan que las entradas para el partido de ida salgan a la venta en línea.

Este 24 de mayo se juega el partido de ida en el estadio Ciudad de los Deportes. Como un déjà vu, la definición en el Azteca será el 26 de mayo, reeditando la final en la que los cementeros cayeron 2-1 frente a las Águilas hace 11 años en esa exacta misma fecha. Con el Cruz Azul todo parece tener un simbolismo trágico y poético a la vez. “Una historia tengo en mí para entregarte. Una historia todavía sin final”, recita otro verso de la canción de Venegas que resumen el sentir de la afición.

“Ahora nos espera el América. Nos la deben. Nos dicen, soberbiamente, ¿qué le hacen si de todos modos van a perder? Va mucho más allá de ganar o perder. La conexión que existe hoy entre los jugadores, Anselmi y la afición no existiría sin esas finales por las cuales se nos hacen la burla. Hay un proyecto que ilusiona. Quiero verlos luchar hasta el final. Estoy seguro que más de uno de los azules repetiría, sin titubear, ese camino de 23 años para alcanzar la gloria”, concluye emocionado Sánchez.

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Sobre la firma

Andrés Rodríguez
Es periodista en la edición de EL PAÍS América. Su trabajo está especializado en cine. Trabaja en Ciudad de México
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