Ladrones de tesoros entre las ruinas de la cultura maya

Miguel ha tenido suerte. Al explorar una ruina arqueológica en la Península de Yucatán ha encontrado lo que parece ser una pieza milenaria de la cultura maya. Con la poca luz de su antorcha, mira con más interés a los turistas extranjeros que lo acompañan que a la ruina. Ellos, con temor, se acercan para sostener con sus manos la pieza. Excitados por el momento, rápidamente le ponen precio. Ofendido, Miguel rechaza la propuesta, pero escucha con atención la oferta que crece en segundos. Cuando los ceros aumentan, una enorme sonrisa aparece en su rostro. El pacto está a punto de cerrarse, pero aparece un policía que destapa que Miguel es un conocido estafador que vende objetos de yeso sin valor alguno.

Con la misma sonrisa de aquel timador al que da vida en la pantalla, el actor Alfonso Dosal habla con enorme alegría de una de las apuestas mexicanas más ambiciosas de Netflix en 2024: Bandidos, la conjunción de un grupo de ladrones quienes, entre cenotes, pirámides y una selva llena de adrenalina, buscan un tesoro milenario que habita escondido entre la sabiduría y el misticismo de la cultura maya. De la mano de Ester Expósito (Perdidos en la noche), Mabel Cadena (Black Panther: Wakanda por siempre) y Juan Pablo Medina (Las viudas de los jueves). “Aquí pude ser parte de un sinfín de aventuras y locuras que siempre atesoraré”, explica el histrión. “Fue un privilegio darle vida a alguien así y hacerlo, además, en un proyecto donde todos sus involucrados pusimos todo nuestro corazón para que todo saliera adelante”, agrega.

Con una nueva historia proveniente de la mente del guionista y escritor español Pablo Tébar ―creador de la novela Nieve en Marte (2017) y la serie Diablero (2018)― el cineasta estadounidense Adrian Grunberg pareciera hacer uso de todas esas herramientas que la vida en el cine le ha dado desde sus días como asistente de dirección de películas como Amores perros, de Iñárritu; Tráfico, de Soderbergh; Hombre en llamas, de Tony Scott o Apocalypto, de Mel Gibson, o la serie Sense8, de las Wachowski.

En Bandidos, el responsable de Rambo: Last Blood (2019) ―y de algunos episodios de series como Aquí en la tierra (2018) y Luis Miguel (2021)―, se embarca en la hazaña más ambiciosa de su filmografía. Con un guion que cita al Popol Vuh y a la gran sabiduría Maya que habita entre sus páginas, y que cuenta con diálogos de las culturas habitantes de la península de Yucatán, esta nueva aventura en la pantalla rinde homenaje a la espectacularidad del caribe mexicano y a lo que su riqueza significa para nuestra historia.

Para Mabel Cadena ―nominada al Ariel por La diosa del asfalto, en 2022, y El baile de los 41, en 2021― los escenarios que habitaron estos personajes son “brutales”. “No conocía muchos de ellos”, dice la estrella de series como Monarca (2019) y Señorita 89 (2022), “y fue increíble descubrirlos como actriz y, sobre todo, como mexicana. La belleza y la riqueza natural que tiene nuestro país es espectacular. Fue intensísimo filmar a 50 grados y entrenar en esas condiciones. De hecho, hubo un cenote donde la sensación térmica era de 53º. Pero vivir todo eso hizo de la serie uno de los mayores retos de mi carrera y hoy que la veo me sorprende por la calidad visual tan impresionante que tiene”.

Filmada en Mérida, Yucatán, y también en algunos lugares en Cancún cerca de las ruinas arqueológicas de Tulum y en la zona hotelera de Playa del Carmen ―así como en la Ciudad de México en los Estudios Churubusco―, Bandidos trae entretejida entre la aventura un puñado de distintas conversaciones que surgen siempre alrededor del patrimonio cultural y arqueológico de México; especialmente ahora donde toda esa riqueza histórica y natural se encuentra en grave peligro por la construcción del Tren Maya. “Aquí hablamos de los conquistadores y de ciertas cosas que quizá podrán hacer ruido”, afirma Alfonso Dosal: “Pero está bueno tener una oportunidad [de generar conversaciones] así. Es nuestra historia y nuestra vida. A mí me emocionaba mucho que cada cosa que mencionamos o que presentamos en la pantalla, vino siempre respaldada de un contexto histórico y social bien estudiado”.

Bandidos en busca de la felicidad

Emulando el camino de las grandes historias alrededor de un intrincado robo, Bandidos nos hace parte del grupo de ladrones que trazan a la perfección el plan con el que podrán hacer suyo un tesoro milenario que promete cambiarles la vida. Mientras dejan que la suerte ―o el azar― haga de las suyas para ayudarles a lograr su cometido, surge siempre la pregunta de lo que uno haría al recibir la parte que le corresponde del anhelado botín. “Yo ya no puedo soñar”, responde Lilí, una misteriosa mujer que no solo esconde su verdadera identidad sino también los sentimientos que le mueven el corazón.

“Ese momento es de las pocas pinceladas que se dan del background [de mi personaje] y de la vida que ella ha tenido”, afirma la superestrella española Ester Expósito. “No puedo contar mucho porque en esta temporada no se revela demasiado sobre de dónde viene Lilí y de qué huye. Ella debe sobrevivir a algo que lleva persiguiéndola desde hace mucho tiempo. Por eso cambia de identidad. Entonces, cuando Lilí dice que ya no tiene sueños, es porque el tesoro le significará la posibilidad de comprarse una nueva vida y [le permitirá] atreverse a volver a soñar. Ella ha vivido cosas demasiado duras y no idealiza nada, pero es bonito ver cómo Miguel y esa historia de amor entre ellos le saca todo ese lado vulnerable, o tierno, que ella creía no tener”.

A juzgar por el rostro de su elenco ―en el que se encuentran también Andrea Chaparro (¿Encontró lo que buscaba?), Juan Pablo Fuentes (Pacto de silencio) y Adrián Ladrón (La 4a compañía), entre otros― esa complicidad que unió a los personajes en la ficción hizo lo propio con los actores que les dieron vida a lo largo de esta aventura.

“Estuvimos un montón de tiempo juntos; quizá no todos los días compartimos set pero sí vivimos juntos todo el rodaje”, recuerda Mabel Cadena. “Generar esos vínculos y esas relaciones nos ayudó a llevar a estos bandidos a construir un buen camino en su búsqueda del tesoro. Son almas rotas y personajes solitarios, con mucha vulnerabilidad, con muchos momentos de crisis. Cada uno tiene diferentes objetivos pero, al mismo tiempo, encontraron un lugar donde podían ser ellos; estos bandidos aventureros que buscan una mejor vida”.

Para Alfonso Dosal, la experiencia de convivir en todo momento durante el rodaje significó una oportunidad única de experimentar juntos “una especie de catarsis a partir de cosas super intensas y profundas; también ligeras y pendejas”, explica entre risas: “Yo, por ejemplo, me encargaba de cocinar la cena para mis compañeros. Salía de mi llamado y me iba al súper a comprar lo necesario; ya fuera lo que yo quisiera preparar o lo necesario para un platillo especial que alguien me pidiera. El grupo fue creciendo y también la complicidad entre los personajes y con nosotros. Todo eso terminó haciendo a este conjunto de bandidos uno verdaderamente entrañable”.

Con profunda alegría, y emoción por el futuro ―que deja ver desde ahora una segunda temporada y más aventuras en conjunto por vivir―, Ester Expósito califica Bandidos como “un bonito canto a la vida que nos invita a disfrutar el momento, a reírte de ti mismo, a quitarnos importancia, a darnos cuenta de que lo que no es relevante debe hacerse a un lado y será mejor enfocarse en lo que verdaderamente importa, que es la gente que te rodea y con quien decides acompañarte en el camino”.

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