Quién fue Lola Beltrán y por qué marcó la música mexicana

María Lucila Beltrán, conocida como Lola Beltrán, nació en El Rosario (Sinaloa) el 7 de marzo de 1932, y es considerada la estrella de la canción ranchera. Sus versiones de diferentes melodías del género marcaron una época, entre ellas Huapango torero, La espiga, Soy el tren sin pasajero, y quizás la más representativa, Paloma negra.

Sus interpretaciones musicales destacaron en sus apariciones en películas como Camino de Guanajuato (1955), con José Alfredo Jiménez y Demetrio González; México lindo y querido (1961), dirigida por Julio Bracho, y Cucurrucucú paloma (1965) con Luis Aguilar.

Pável Granados, ensayista y director de Canal 22, explica en un artículo publicado en su blog que cada vez que Lola Beltrán terminaba una canción agradecía con estas palabras: “Precioso, bonito, maravilloso, encantador”. El escritor afirma que “cuando ella nació, en los años 30, de la canción ranchera no había ni sus luces, apenas los mariachis cantaban sus sones en las rancherías de Jalisco, guitarras, vihuelas, arpas y violines”.

Google celebra en su buscador la fecha conmemorativa por el nacimiento de Beltrán, este jueves 7 de marzo, con una ilustración animada —doodle— de la cantante. “Se celebra el 92º aniversario del nacimiento de la actriz y cantante mexicana Lola Beltrán, quien ayudó a popularizar la música ranchera y el huapango”, describe.

Antes de su nombre artístico más popular, Beltrán también fue conocida como La rancherita de El Rosario y como La perla de Sinaloa. En la última etapa de su vida era llamada Lola la Grande.

Entre los reconocimientos que recibió se encuentra la Medalla Virginia Fábregas, por 25 años en el medio artístico, y se presentó alrededor de 16 veces en el Palacio de Bellas Artes. Fue la primera cantante de música ranchera en presentarse en este escenario. Participó en temporadas artísticas en el Festival Cultural Sinaloa y en la Ópera de París. Además cantó para personajes como Charles de Gaulle, el rey Juan Carlos I de España, la reina Elizabeth II y John F. Kennedy.

“Me gustan las distintas etapas de su carrera, son muy precisas, y van de la voz que se desborda como catarata hasta la conversación íntima que se convierte en comunión cuando dio su último concierto en Bellas Artes [en 1994]. En su juventud, incluso en las canciones tan personales como Esta tristeza mía, la voz gana sobre el comedimiento. Con el tiempo, gana algo religioso, algo que es como dialogar con ella misma para que se entienda públicamente lo que siente. Bajaban las palomas en forma de manos que revoloteaban el teatro, tocaban con su blancura al público, el gran momento solemne de la consagración”, escribe Pável Granados.

“No le tengo miedo a la muerte. Pero no me quisiera ir ahorita”, decía Lola Beltrán. La cantante falleció por una embolia pulmonar el 24 de marzo de 1996 a los 64 años. En los meses previos a su muerte preparaba con Juan Gabriel (1950-2016) El disco del siglo, al lado de Lucha Villa y Amalia Mendoza. El Gobierno del Estado de Sinaloa le hizo un homenaje luctuoso en el teatro Ángela Peralta, en Mazatlán.

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