Rocío Saiz: “En España nos tratan fatal por hacer pop y tenemos que venir a Latinoamérica para que nos respeten”
La cantante española arranca gira por México, Colombia y Argentina para promocionar su nuevo álbum ‘Autoboicot y Descanso’
Es cantante, actriz, activista, presentadora, comunicadora y, sin embargo, la definición con la que se siente más cómoda es con la de superviviente. “Superviviente en la precariedad artística”, dice para ser más exacta. La cantante española Rocío Saiz (Madrid, 32 años) regresa a México para promocionar su nuevo disco Autoboicot y Descanso (2023) y de ahí arrancará una gira de conciertos por varios lugares del país, Colombia y Argentina. Este jueves 30 de noviembre actuará en Casa Pepe, en el Centro Histórico a las 21.00 horas. La entrada es gratuita. Después tendrá conciertos en San Cristóbal de las Casas (Chiapas), Querétaro y Puebla.
Las canciones de Saiz y su banda hablan de relaciones tóxicas, de ser dueña de su vida, de sexo con amor y sin amor, del estrés laboral, la salud mental y de la necesidad, después de todo, de estar bien en un mundo que se cae por el precipicio. Sus melodías cuidadas y sus letras profundas le cantan a toda una generación precarizada que vive los 30 como si todavía tuviera 20.
Ella misma ha tenido que producir sus discos y sobrevivir con lo recaudado durante el verano. “Casi nadie vive de la música”, reflexiona. “La mayoría tenemos cinco trabajos para seguir en esto”. Su nuevo álbum está lleno de ritmos pegadizos, una producción muy cuidada y una propuesta estética que no deja indiferente. Pese a todas las dificultades que ha tenido para abrirse camino en la industria musical, la artista no para y el año que viene publicará un libro titulado Que no se te note (Penguin Random House), en el que hablará sobre su experiencia de vida como mujer lesbiana.
Su discurso a favor de la diversidad y sus críticas al heteropatriarcado le han hecho convertirse en una de las referentes LGBTIQ+ con más carácter y fuerza en España. El pasado mes de junio durante la fiesta del Orgullo en Murcia, la policía local paró uno de sus conciertos por actuar con el pecho descubierto, una performance que lleva haciendo más de 10 años, y que, sin embargo, ahora ha sido censurada con la llegada de la extrema derecha a varios ayuntamientos de España. Su acción fue replicada semanas después por la cantante Eva Amaral que reivindicó la libertad de las mujeres: “Esto es por Rocío. Por Rigoberta. Por Zahara. Por Miren. Por Bebe. Por todas nosotras. Porque nadie nos puede arrebatar la dignidad de nuestra desnudez”, dijo ante cientos de personas con el torso descubierto.
Pregunta. ¿Cómo ha vivido estos meses después de lo sucedido en el concierto del Orgullo pasado?
Respuesta. Tienes que meter la cabeza en un hoyo y esperar a que pase. Cuando voy a tocar, me da miedo que de repente un tío se vuelva loco y me tire una piedra, por ejemplo. A mí me han tirado piedras, me han tirado hielos, de todo. He tenido que salir corriendo por la puerta de atrás de antros por quitarme la camiseta, pero qué podemos esperar cuando en España hay gente cumpliendo condenas por poner un tuit. En realidad creo que estamos involucionando. A mí no me han cancelado públicamente, pero dejaron de llamarme. He estado en sitios en los que me han pedido que, por favor, no me quitara la camiseta y he tenido que aceptarlo porque tengo que comer.
P. ¿Qué sintió cuando vio a Amaral apoyarla y cantar con el pecho descubierto?
R. Para mí fue increíble. Después, me escribió y me dijo: ‘Nunca he pasado tanto miedo en mi vida’ porque, claro, después de eso llegó una horda de tarados fachas ― y no fachas― y se le echaron encima. Se tuvo que cerrar las redes. También es agobiante que me digan todo el tiempo ‘Ay, tú eres la de las tetas’, bueno, ¿y qué te parece mi música? Lo que para mí era una arma política, se ha convertido en un rechazo total.
P. ¿Qué importancia tiene el cuerpo en sus shows y en sus canciones?
R. Yo me he dado cuenta de que si pongo el cuerpo, les molesta. Entonces, si les molesta, creo que estoy haciéndolo bien. Cuando yo enseño el pecho estoy diciendo que quiero vivir en libertad y los que se lo toman como un insulto, es que no han entendido nada. Desnudarnos y pelear por nuestros derechos no va a reducir los suyos.
P. ¿Qué es lo que va a encontrar el público en este nuevo álbum Autoboicot y Descanso?
R. Pues una sesión de terapia gratuita. Este es un proyecto en el que nos permitimos hacer lo que queramos. Durante el directo nos ponemos a contar anécdotas, chistes, yo pregunto al público si están bien porque antes que artista también soy público. Lo que yo quiero es que disfruten y se diviertan. Por eso la entrada es gratis, porque la cultura para mí tiene que ser accesible para que no se la puedan permitir solo unos pocos.
P. Entonces, ¿no va a sacar ninguna retribución de esta gira?
R. Sí. Voy a sacar público, amigos, experiencia y que el proyecto se haga a lo grande. Yo prefiero que la gente venga a verme que vender entradas. Estoy cansada de que esta industria la dominen los hombres. Para mí lo más importante no es la calidad musical, que es totalmente subjetiva, sino que te acuerdes de lo que está pasando. Como una vez dijo La Fura dels Baus, el teatro tiene que generar algo, aunque sea vomitar. Que te vayas teniendo una emoción, sea cual sea. Eso es lo que yo quiero para mi concierto.
La mayor catarsis para mí sería que de repente sucediera como en Monte Verità, un sanatorio en Suiza donde iba la gente en 1900 a curarse de la depresión, al final acababan todos desnudos, bailaban alrededor del fuego, eran veganos y todo era cultura. Me encantaría que alguien hiciera lo que le dé la gana en mi concierto, algo políticamente incorrecto.
P. ¿Qué conexión hay entre su anterior trabajo, Amor Amargo (2022), y las nuevas canciones de Autoboicot y Descanso?
R. En Amor Amargo estás en el pozo y con este nuevo disco me doy la oportunidad de salir del pozo, de salir airosa. Es un disco para llorar bailando ― lo que mejor se me da hacer― o para ponértelo en el coche y viajar con él y conseguir superar rupturas, problemas, muertes, de todo.
P. ¿Por qué decidió usar el pop como vehículo para crear su música?
R. Porque el pop es un idioma universal y tiene muchos enemigos, sin embargo, muchas de sus letras tienen mucho que ver con el rap o con el tango. Una vez me dijeron que mi música es de maricones, cosa a la que no le encuentro ningún problema, por otra parte. Pero qué pasa, ¿que a los heterosexuales no les gusta bailar? Mis melodías son Abba y Rocío Dúrcal con un teclado. Si estas canciones las cantas en inglés podrían ser cabeza de cartel, el problema es que en España nos tratan fatal por hacer pop, por eso nos tenemos que venir a Latinoamérica para que nos respeten. Tenemos que salir de nuestro país y llegar a sitios que nos tomen en serio.
P. ¿Cómo es el público latinoamericano?
R. Es muy respetuoso y te da las gracias por lo que estás haciendo.
P. Hará su gira en Argentina a unas semanas de que haya ganado la extrema derecha en el país, ¿qué opina de esto?
R. Nos han dicho que no hagamos nada el día 10 ― cuando toma posesión Milei― y que tengamos cuidado. Estaremos en Córdoba, Buenos Aires y Mar del Plata.
P. ¿Qué opina sobre que cada vez la extrema derecha esté ganando mayor terreno político en España, Argentina, EE UU, Italia...?
R. Creo que son verdaderos magos de manipular la información. Evidentemente, si tienes que elegir entre alguien que anula tus derechos y otro que te da más porque te está diciendo que te va a dar dinero, que va a echar a todos los inmigrantes que te están quitando el trabajo... No olvidemos que todo el poder fascista está en la propaganda, ahí se gastó todo el dinero Hitler y salió votado. Si miramos al pasado, aprendemos; pero nadie está mirando al pasado. El problema lo tiene la ciudadanía. No me extraña que haya salido la extrema derecha elegida en Argentina, la verdad. ¿A tí sí?
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