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Las mexicanas abandonan la lactancia materna ante la falta de información y el acecho de las fórmulas infantiles

México tiene el porcentaje de mujeres en lactancia exclusiva más bajo de toda América Latina. La carente orientación de las futuras madres y la poca regulación de los anuncios de la industria de sucedáneos destacan como los principales motivos

Mujeres participan en evento de lactancia en Ciudad de México.
Mujeres participan en evento de lactancia en Ciudad de México.Andrea Murcia Monsivais (CUARTOSCURO)

Complicaciones en el parto, mastitis, mucho dolor durante el amamantamiento, bajo peso del recién nacido, producción insuficiente de leche o, por el contrario, su exceso, el cansancio de las madres, el agotamiento que les produce la presión social. Estas son algunas de las complicaciones comunes por las que tras dar a luz muchas mujeres deciden abandonar la lactancia. En México, la tasa de mamás que lo dejan es demasiado alta.

De entre todos los países del continente americano, México tiene el menor porcentaje de mujeres en lactancia exclusiva. Según las encuestas de salud del Gobierno, en el 2012 su prevalencia era del 14,4%, en el 2022 se situó en el 33,6%. Las metas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recomienda esta alimentación exclusiva hasta los 6 meses de vida, son del 50% para el 2025 y el 70% para 2030. “Aunque las cifras han crecido un poco, no hemos mejorado lo suficiente. Estamos muy lejos del escenario ideal”, apunta Mishel Unar Munguia, jefa del área de Nutrición Materna del Centro de Investigación en Nutrición y Salud, perteneciente al Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

Uno de los principales motivos detrás de este abandono precoz entre las mexicanas es que la mayoría no encuentra el apoyo debido: no reciben la información ni el acompañamiento adecuados. “Está más que documentado que quiénes reciben asesoría desde el embarazo desarrollan más posibilidades de tener una lactancia exitosa. Por eso es tan importante que las mamás tengan acceso a una buena orientación, que les enseñen las mejores posiciones para dar el pecho, qué hacer en caso de que les duela o les salgan grietas, dudas y problemas que surgen, y que solo puede atender un profesional de salud bien capacitado, con experiencia en el ámbito”, dice la experta. En su opinión, “además de falta de presupuesto para los programas de lactancia, existe una escasa preparación del personal sanitario, con efectos muy perjudiciales en las mujeres y la alimentación infantil”.

No obstante, para la investigadora, la gran responsabilidad de los malos datos del país alrededor de la lactancia exclusiva recae, sobre todo, en la agresiva promoción y publicidad que lleva a cabo la industria de las fórmulas infantiles. Mientras que el Código Internacional para Regular la Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna estipula que no se debe promocionar fórmulas infantiles de crecimiento hasta 36 meses de edad, la normativa mexicana solo lo estipula en unidades de salud y a ciertas fórmulas. “Y la publicidad de los sucedáneos, con mucha presencia en medios digitales, se ha disparado”, señala la experta. “En México, su promoción sigue siendo muy alta, sesgada e inadecuada, incluso en lugares en los que no debería existir, como hospitales”, detalla.

Según un estudio científico sobre los efectos del mercado de fórmulas infantiles, las madres que informaron haber visto un mayor número de anuncios tenían menos probabilidades de amamantar exclusivamente. El trabajo, dirigido por Nuar, visibilizó, además, como muchos de los publicitarios no cumplían con el código internacional regulatorio. “Las empresas tienen contacto directo con las mamás a través de WhatsApp y redes sociales. Captan a las mujeres desde el embarazo y les piden que se inscriban en línea, les dan muestras gratuitas de sus productos”, cuenta la investigadora sobre una práctica que está prohibida. “Su publicidad utiliza mal la información para promover sus productos, les hacen creer que a los padres que los problemas de alimentación de sus bebés se resuelven con las fórmulas. Cuando la evidencia apunta a justo lo contrario”, señala.

Como aseguran los expertos, la lactancia materna es la estrategia más efectiva para prevenir la mortalidad infantil y la morbilidad en infantes. Además de ayudar a disminuir la incidencia de asma, alergias, enfermedades respiratorias e infecciones, favorece a largo plazo el desarrollo cognitivo. Según demostró un estudio realizado recientemente en población mexicana, la lactancia materna tiene un impacto directo en el desarrollo de las capacidades mentales en la infancia. “El aumento más significativo de la inteligencia se encontró entre aquellos bebés que fueron amamantados predominantemente durante cuatro a seis meses en comparación con menos de uno”, detalla Unar, autora de la investigación. El trabajo también concluyó que los niños con bajo nivel socioeconómico se beneficiarían más de una mayor duración de la lactancia materna, que según señala la evidencia científica, no solo protege la salud de los bebés sino la de las madres. “Muchas mujeres no saben que al amamantar reducen el riesgo de padecer diversas enfermedades, como diabetes, hipertensión, infartos y cáncer de mamá, que en México son las principales causas de muerte en la población femenina”, aclara la especialista.

México, el primer lugar en cesáreas en todo el mundo

Otra circunstancia a la que se entrelaza con el abandono precoz de la lactancia es su relación directa con el parto por cesárea, que evita el contacto inmediato entre la piel de la madre e hijo. Con unas cifras muy superiores a las que recomienda la OMS, la cual establece tasas no más altas al 10% y 15%, México se posiciona como el primer lugar a nivel mundial en este tipo de partos. “El problema aquí vuelve a ser la falta de capacitación de profesionales y la desinformación. Y evidencia que debemos cambiar con urgencia ciertas prácticas a nivel hospitalario. Hay muchas técnicas que ayudan a una mamá que ha sufrido una cesárea a amamantar de forma exitosa, solo que tiene que tener más orientación y apoyo”, advierte la experta, muy crítica con los pocos fondos que se dedican a su especialidad.

“No hay presupuesto específico para capacitar a profesionales de la salud en la lactancia. Y la que existe está muchas veces influenciada por la industria de las fórmulas, que se ha posicionado como la referencia en información sobre alimentación infantil, con todos los conflictos de intereses que esto supone”, puntualiza Unar. Según advierte, muchos congresos y asociaciones de pediatría están patrocinados por las empresas, así como la formación de profesionales del ámbito.

Organizaciones como el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) llevan años denunciando que no se monitorea de manera continua el cumplimiento del código en México. “No hay una instancia que se encargue de ello y se debe a falta de presupuesto, lo que conlleva a la dificultad de implementar sanciones legales efectivas que ayuden a erradicar la promoción de sucedáneos”, detalla la experta del INSP.

En su opinión, existe la urgencia no solo de regular de forma más estricta la comercialización de leche y su monitoreo, “sino de poner en marcha una estrategia integral que proteja la lactancia materna. Hay que acabar con tanta publicidad, la industria no puede donar sus productos gratis, ni intervenir en la capacitación de los profesionales de la salud. Las empresas que no cumplen con la normativa deben ser sancionadas”. De acuerdo con la experta, las prácticas de la alimentación infantil en México, “deben estar también protegidas mediante políticas que promuevan un entorno laboral propicio. La imposibilidad de la conciliación laboral es, por ejemplo, otra de las grandes barreras detrás del abandono de la lactancia materna”.

Mientras que la normativa en México establece 12 semanas de licencia para las mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) recomienda 18 semanas y la OMS aboga porque sean 24, hasta seis meses. “Además, necesitamos cambios en la legislación laboral que permitan que el trabajo sea más flexible. Hay muchos empleos que se pueden hacer desde casa, como se mostró en la pandemia, lo que permitiría a las mamás ser igual de productivas y ayudaría mucho a fomentar la lactancia”, explica.

Para la especialista, no hay que olvidar otro aspecto muy relevante de un panorama muy complejo. “En México contamos con un altísimo porcentaje de mujeres en empleo informal que ni siquiera tienen acceso a esas semanas de licencia de maternidad. No podemos olvidarnos de ellas. Necesitamos un plan para fomentar la lactancia materna que también las integre”, concluye.

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