Historiadores, políticos y escritores: los 21 elegidos por López Obrador para redactar el plan de Gobierno de su sucesor
Morena conforma un grupo de 21 figuras, todas afines al presidente, para elaborar el Proyecto de Nación 2024-2030, que se implementará el próximo sexenio si el oficialismo gana la elección presidencial
El partido en el Gobierno, Morena, ha conformado un grupo de 21 intelectuales y servidores públicos que tendrá la tarea de redactar el Proyecto de Nación 2024-2030, un documento que presenta la visión de país del movimiento obradorista y que deberá implementar en su gestión el sucesor o sucesora de Andrés Manuel López Obrador, si el oficialismo gana la elección presidencial del próximo año. El documento será la base para políticas públicas futuras en materia de economía, educación, cultura, salud, seguridad e infraestructura. La anticipación con la que ha comenzado la manufactura del documento, a un año de la elección y sin que haya todavía definición sobre quién será el candidato o candidata de Morena, es un indicador de que el nuevo Proyecto de Nación tendrá una fuerte influencia del mandatario, más que de cualquiera de los aspirantes a sucederlo en la presidencia de la República.
Varios de los integrantes del comité son llamados amigos por López Obrador, a otros los considera referentes intelectuales, y de otros ha destacado su trayectoria y ha agradecido sus aportes a su movimiento. En cualquier caso, les tiene confianza. Destacan los nombres del historiador Pacto Ignacio Taibo II, director del Fondo de Cultura Económica (FCE); el monero Rafael Barajas El Fisgón, que preside el instituto de formación de cuadros de Morena; el historiador Lorenzo Meyer; el productor audiovisual Epigmeio Ibarra, y el antropólogo y editorialista de La Jornada Pedro Miguel; el epidemiólogo Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud y que tuvo a su cargo la estrategia de atención a la pandemia de covid-19, y la exministra de la Suprema Corte de Justicia y hoy senadora Olga Sánchez Cordero.
El mismo López Obrador presentó en 2017 su propio Proyecto de Nación 2018-2024, cuando era aspirante presidencial por Morena (era su tercer y definitivo intento para hacerse con el cargo en las urnas). En ese documento, el hoy mandatario planteó su diagnóstico del país y su propuesta de cambio. “En más de tres décadas, [varios] sectores han sufrido un persistente abandono gubernamental, y para remontar sus efectos en seis años es necesario reorientar el rumbo nacional. Esto requiere de políticas públicas de gran calado en prácticamente todos los ámbitos, con un orden riguroso de prioridades y sin ir más allá de lo que permitan los recursos disponibles”, decía el proyecto. Allí, por ejemplo, López Obrador señaló la necesidad de crear una Guardia Nacional; propuso sustituir el aeropuerto de Texcoco por el de Santa Lucía; planteó “descentralizar” las dependencias del Gobierno y trazó las reuniones diarias del gabinete de seguridad.
El Proyecto de Nación es más que una hoja de ruta. Ha servido de base para el Plan Nacional de Desarrollo, ese sí un documento oficial en el que el Gobierno en turno explica cuáles son sus objetivos y estrategias prioritarias del sexenio. Para su conformación, las dependencias gubernamentales elaboran un diagnóstico de los problemas públicos, que se complementa con consultas ciudadanas en todo el país. El documento final se presenta a la Cámara de Diputados. Los informes anuales de Gobierno son, de alguna manera, una evaluación periódica del cumplimiento de dicho plan.
Para elaborar su Proyecto de Nación, López Obrador, que entonces era dirigente de Morena, convocó en 2017 a un grupo plural que “carece de filiación partidista y […] es representativo de las diferentes corrientes y tendencias del pensamiento político, social y económico de México”, según el mismo documento de entonces. El grupo fue coordinado durante 10 meses por el empresario Alfonso Romo, que posteriormente se volvió asesor de su Gobierno. Hubo cuatro encargados de ejes temáticos: Adrián Rodríguez Macedo, empresario; la escritora Laura Esquivel; Esteban Moctezuma, un político cercano a las televisoras que después se volvería secretario de Estado y diplomático; y Claudia Sheinbaum, a la postre jefa de Gobierno de Ciudad de México.
Si el comité que redactó el Proyecto de Nación en 2017 era plural, sin filiación partidista y representativo de las diversas corrientes del pensamiento, como decía el propio documento, el nuevo grupo está conformado por funcionarios públicos del actual Gobierno, dirigentes de Morena e intelectuales del movimiento obradorista de todas las confianzas del presidente. El Consejo Nacional del partido aprobó el martes la comisión conformada por 21 personajes con la encomienda de elaborar el “Proyecto de Nación para Profundizar la Transformación 2024-2030″, de acuerdo con la convocatoria.
Además de los ya mencionados, entre los comisionados se encuentran Jenaro Villamil, director del Sistema Público de Radiodifusión; el senador y diplomático Héctor Vasconcelos; la contadora pública Bertha Luján, expresidenta del Consejo Nacional morenista, exfuncionaria del Gobierno de López Obrador en Ciudad de México (2000-2006) y madre de la secretaria de Gobernación, Luisa Alcalde, y la socióloga María Elvira Concheiro, tesorera de la Federación en la Secretaría de Hacienda.
También el economista Víctor Suárez Carrera, subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura; Luis Linares Zapata, integrante de la Comisión Reguladora de Energía y exgerente general de la empresa Demos, Desarrollo de Medios S. A. de C. V., editora de la La Jornada; y los diputados capitalinos Héctor Díaz-Polanco (sociólogo, también expresidente de la Comisión de Justicia de Morena) y María del Consuelo Sánchez Rodríguez (etnóloga e investigadora).
Otros miembros son la dramaturga Ana Francis Mor; el sociólogo Armando Bartra; el economista Francisco Pérez Arce; la fotógrafa Paloma Sáiz, directora de la Feria Internacional del Libro del Zócalo (Ciudad de México); el economista Vidal Llerenas, exdiputado y exalcalde de Azcapotzalco (Ciudad de México), y la lingüista Violeta Vázquez.
“Esta es una oportunidad para que queden claros los principios del partido y las políticas de López Obrador. Y también sería una oportunidad para reflexionar sobre eso”, afirma Llerenas en entrevista. “En principio no es equivocado que los partidos lo hagan. Es más, debería ser la regla. Es un manifiesto del partido y está bien que se haga. Pero también tiene que ser un ejercicio de reflexión, porque eso se requiere: a qué ha ido [el Gobierno], qué hay que mantener. Mientras quede en términos más o menos descriptivos, no hay problema. [El riesgo es que] en los hechos pueda atar al próximo gobernante”, sostiene.
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