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Profeco pone en la mira a 46 refrescos populares por su contenido de endulzantes

El Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor analiza marcas como Jumex, Barrilitos o Jarritos para detallar la calidad de sus productos

Rodrigo Soriano
Envases de Barrilitos apilados en una tienda.
Envases de Barrilitos apilados en una tienda.Barrilitos (RR SS)

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha puesto en su foco de estudio a 46 refrescos populares con el fin de detallar la calidad y la información ofrecida por su fabricantes. El estudio realizado por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor entre noviembre y marzo formará parte de la Revista del Consumidor del próximo mes de mayo, una publicación lanzada por la dependencia para informar y recomendar productos del mercado. En el listado del análisis, la Profeco destaca algunas bebidas como las de Jumex, Barrilitos, Jarritos o Ameyal.

“El 100% de los productos analizados cumplieron con la calidad sanitaria”, señala un adelanto del análisis al que ha tenido acceso EL PAÍS. Aunque la calidad del producto se mantiene, la Profeco apunta a otros hallazgos basados en las cantidades, la información comercial y la especificación de lo azúcares añadidos. Tres de esos productos no cumplieron el contenido neto que declaraban en una unidad: el Jumex Naranjada Frutzzo (de 600 mililitros), el Zing (de 3,3 litros), y el Ameyal (de dos litros).

La Profeco también señala la falta de traducción al español en el agua con gas de sabor a naranja de la marca La Croix, una información obligada, según la Norma Oficial Mexicana (NOM): “Los alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados deben ostentar la información obligatoria a que se refiere esta NOM en idioma español, sin perjuicio de que se exprese en otros idiomas”, especifica la normativa. A La Croix se le unen otros nueve productos con inconsistencias en el etiquetado: cuatro que no cuentan con leyendas comprobadas técnicamente, dos con escritos “que pueden inducir a error” respecto a su calidad y tres que no demuestran el cumplimiento con las condiciones de uso —el adelanto del análisis no detalla las marcas de estos últimos productos—.

El estudio también trata de detallar la declaración de azúcares añadidos que incorporan las marcas en sus productos, y destaca tres: Barrilitos, Chaparritas y Señorial. El etiquetado del refresco de sabor de ponche tropical de Barrilitos señala que contiene fructosa, pero la Profeco detalla que su etiquetado deber resaltar que se trata de jarabe de alta fructosa; una especificación que también remarca en el caso de la sangría de la marca Señorial. Finalmente, considera que en el refresco de 250 mililitros de Chaparritas, el jarabe de azúcar de caña se ha de especificar como jarabe de azúcar invertido.

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Sobre la firma

Rodrigo Soriano
Es periodista de EL PAÍS en la redacción de Ciudad de México. Estudió Periodismo en la Universidad de Valencia y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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