La huelga sin fin de los médicos de Pemex: dos semanas entre presiones y contratos irregulares
Los practicantes exigen reunirse de manera presencial con los representantes de la petrolera, que defienden que ya les están pagando un ingreso neto anual “mayor que en años anteriores”
Los médicos residentes de Petróleos Mexicanos (Pemex) llevan cerca de dos semanas con el paro de sus actividades, tras denunciar públicamente presuntas irregularidades en sus contratos y presiones para volver al trabajo sin una solución. Desde el Frente Nacional de Médicos Residentes de Pemex aseguran a este periódico que, en los próximos días, mantendrán la suspensión de su ejercicio. La gota que colmó el vaso vino con la reducción de sus aguinaldos. “Este año fue de 2.500 pesos, dependiendo del grado de la especialización. En años anteriores fue de hasta 13.000 pesos”, afirmaba a este periódico Edwin Ortega, uno de los representantes del Frente que representa a 850 personas. El pasado jueves, la asamblea se reunió durante casi 10 horas con autoridades de la Secretaría del Trabajo y de Gobernación para dar fin a la interrupción de las actividades. Allí, mostraron su descontento por no contar con la presencia física de las autoridades de la petrolera. “La reunión no ha sido fructífera”, concluía Ortega tras la mesa de diálogo. Este martes y el próximo miércoles, los practicantes prevén mesas de diálogo, donde contarán con la participación de las autoridades de Pemex.
El comienzo de los diálogos se producía tras el paro iniciado el 15 de diciembre. El pasado miércoles, la situación culminó con el corte de algunas de las calles principales de Ciudad de México, donde los residentes se manifestaron para mostrar su descontento con la situación. Frente a las oficinas centrales de Pemex, en la avenida Marina Nacional, el Frente clamaban consignas como “resiste residente”, “Pemex no paga” o “no más mentiras”, entre otras.
Desde Pemex defienden que los médicos residentes reciben un ingreso neto anual “mayor que en años anteriores”. Según indican, en 2013 se estableció un monto bruto que era perjudicial, tanto para los residentes, como para la Hacienda Pública. “En febrero de este año se emitió un acuerdo de mejora de las condiciones laborales de los residentes”, aseguran. Como ejemplo, exponen el caso de los residentes de primer año: “En cuanto a percepciones anuales netas recibidas por los residentes desde 2013 hasta 2021, comparadas con 2022, un residente con nivel R1 pasó de percibir 147 mil pesos anuales a 167 mil 311; un incremento importante de 20 mil 311 pesos”.
EL PAÍS ha tenido acceso a uno de los correos expedidos por la empresa. En él, bajo el concepto “Firma de nuevo contrato-beca 2022-2023″, el escrito sostiene que, de no firmar el contrato, los receptores “serán dados de baja”, debido a que no tendrían contrato con la institución. Estas palabras fueron asimiladas con descontento por parte del Frente, quienes cuentan que se les “forzó” a firmar el acuerdo.
“Pedimos que se nos respetara, que no se nos amedrentara, que se legitimara nuestro movimiento y que, además, se nos pagara lo que se nos debe”, resumía Ortega durante la llamada telefónica. A pesar de la interrupción de las actividades, desde el Frente aseguran que las clases “permanecen en las asambleas permanentes”. “Vamos a continuar con las actividades básicas y vamos a estar cuando sea necesario”, afirmaba el representante sobre los casos concretos de atención en los que el apoyo de los residentes sea imprescindible.
La presidenta de la Fundación Trabajo Digno, Abigail Quiroz, asegura en entrevista con este periódico que, a pesar de que los residentes se encuentran en una situación de instrucción, también entran dentro de la categoría de trabajadores. “Ojo, sí se están preparando para una especialización, si se están formando, pero están trabajando. Se pierde de vista que se está prestando un trabajo”, explica.
La Ley Federal del Trabajo indica que los trabajadores tienen derecho a un aguinaldo anual que “debe pagarse antes del día 20 de diciembre, equivalente a 15 días de salario, por lo menos”. “Los que no hayan cumplido el año de servicios, independientemente de que se encuentren laborando o no en la fecha de liquidación del aguinaldo, tendrán derecho a que se les pague la parte proporcional del mismo”, se expone en el artículo 87.
Quiroz cuenta que el monto del aguinaldo “no se puede pagar cuando la empresa quiera ni en las cantidades que quiera la empresa”. “Se paga cuando la ley lo dice y en los términos en los que la ley lo dice”, cuenta. Ortega, representante del frente, asegura recibieron el pago del aguinaldo el 15 de diciembre, cinco días antes de el límite, aunque critica que es menor a los años anteriores. “Lo que comentaban era que se nos estaba pagando lo mismo desde hace más o menos 10 años. Esta situación es bastante escandalosa, porque año con año el salario mínimo tiene que aumentar”, afirmaba el representante del Frente. En los últimos años, el salario mínimo ha tenido un incremento. En la actualidad, el salario mínimo es de 172,87 pesos, muy por encima de los 102 pesos de 2019 o los 70 pesos de 2017.
La presidenta de la fundación asegura que la reducción de las prestaciones o cualquier otra modificación en el contrato que reduzca los derechos de los trabajadores hace al contrato “ilegal”. De este modo, afirma que, aunque los estudiantes firmasen un contrato en el que se dan menos derechos que en la Ley del Trabajador, “no se puede renunciar” a ellos. “Aunque la persona renuncie o firme estos documentos, no tiene ningún valor”, indica. “Las prestaciones se pueden modificar, pero siempre para arriba”, concluye.
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