Luisa María Alcalde: “El Gobierno no quita ni pone líderes sindicales”
A más de tres años de su gestión al frente de la Secretaría del Trabajo, la funcionaria federal redobla su apuesta contra el ‘coyotaje’ y contra la imposición sindical en México
La secretaria de Trabajo, Luisa María Alcalde Luján (Ciudad de México, 1987) se dice preparada para implementar la última milla de la reforma laboral del Gobierno de López Obrador. A partir de octubre próximo cerrarán la cortinilla 55 juntas de conciliación y arbitraje locales y federales de los Estados que aún no entran al nuevo modelo de justicia laboral, entre los que figuran: Ciudad de México, Coahuila, Chihuahua, Jalisco, Baja California Sur, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Yucatán. El nuevo esquema —con una red de centro de conciliación— comenzó a aplicarse en 2020 en algunas entidades y busca acabar con el rezago de 400.000 expedientes laborales y acortar los plazos de los conflictos, que ahora se tardan hasta seis años en solucionar, a solo 45 días. Este cambio normativo no ha estado exento de resistencias al menos se han presentado más de 300 amparos contra la reforma, pero todos estos recursos ya se han rechazado.
Pese al ruido de las elecciones por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México como telón de fondo cuyo eco perfila a Alcalde Luján como una de las posibles contendientes a suceder a Claudia Sheinbaum en 2024, la secretaria del Trabajo afirma que “se concentra en el presente” y ese ahora se construye con la última fase de la reforma laboral, con la legitimación de más de 10.000 contratos colectivos sindicales y con proyectos en puerta para formalizar a los trabajadores de plataformas como Didi Food, Uber Eats y Rappi.
Pregunta. A partir de octubre próximo inicia la última etapa de la reforma de justicia laboral ¿qué desafíos hay en puerta?
Respuesta. El nuevo modelo de justicia que se contempló en la ley acerca a las partes, y logra quitar del camino a los indeseables intermediarios, el coyotaje y toda la trampa de litigios que secuestran a los procesos laborales hoy en día. La enorme mayoría (de los procesos) se está resolviendo en la conciliación, la etapa previa a un juicio. Más del 70% de los asuntos llegan a un convenio entre las partes, y este convenio da por concluida la controversia laboral en menos de 45 días y solo aquellos conflictos que no se puedan resolver en la conciliación pasan a los tribunales.
P. ¿Por qué se aplazó de mayo a octubre la entrada en vigor de esta tercera etapa?
R. Se dieron tres meses más para efectos del ejercicio de los recursos. Todo lo que se requiere para integrar una carpeta, los dictámenes estructurales, los dictámenes de tecnología, mobiliario, todos los tramites y burocracia para poder ejercer los recursos no es sencillo y no dan los tiempos de enero a mayo, ya tuvimos la experiencia que las entidades federativas necesitan más tiempo para poder ejercer los recursos que le manda la federación.
P. ¿Cuánto se ha erogado en la reforma laboral y cuánto desembolsarán más en esta tercera etapa?
R. Hemos erogado de recursos federales 840 millones de pesos, más los 600 millones de pesos que hay para la tercera etapa. A esto hay que sumarle todo lo que las entidades federativas ponen a disposición para la implementación de la reforma, por ejemplo, el gasto corriente y la nómina.
P. ¿Qué han aprendido de la primera y segunda etapa?
R. Que es muy importante el proceso de selección tanto de conciliadores como de jueces. Son los mejores perfiles los que entran como conciliadores. Conciliar es un arte, es un oficio y se requiere gente capaz de llevar a las partes a un punto de equilibrio donde ambas ceden en aras de evitar un conflicto mayor.
P. Con la implementación de estas dos etapas previas, ¿ya se está acortando el rezago de miles de expedientes que permanecen atascados en las juntas de conciliación y arbitraje?
R. Híjole, el rezago es muy grande. Sí se ha venido avanzando, todas las juntas locales tienen planes de abatimiento de rezago, lo mismo que la junta federal, pero todavía debe haber 400.000 juicios por concluirse. Estamos avanzando mucho en el tema de la Afores para que las partes no tengan que esperar todo un juicio y desahogo de pruebas para poder obtener los recursos que aportaron durante toda su vida, estamos buscando mecanismos para poder reducir todos estos asuntos de rezagos. Cuando llegamos (a la Secretaría) teníamos medio millón (de expedientes) y cerca de 100.000 asuntos rezagados se han logrado abatir en estos primeros tres años.
P. ¿Qué pasará con las juntas de conciliación y arbitraje a partir de octubre próximo?
R. Las juntas tendrán que concluir con todo su rezago, en el momento en que concluyan con el último expediente desaparecerán. De manera paralela, el nuevo sistema de justicia laboral trabajará en los nuevos juicios y los nuevos conflictos. A partir del 3 de octubre, dado que es la tercera etapa, ya no va a haber ningún asunto nuevo en el viejo modelo.
P. ¿Cuántos contratos colectivos sindicales llevan legitimados a la fecha?
R. Se les dio cuatro años para legitimar los contratos colectivos, eso quiere decir que tienes que preguntarles a los trabajadores si están de acuerdo o no en el contenido de sus contratos colectivos. Hasta el momento se han legitimado 4.800 contratos colectivos y se han consultado a más de un millón y medio de trabajadores, es decir, los contratos colectivos que se ha legitimado, muchos de ellos son muy grandes. El universo total es medio millón de contratos colectivos en el país, pero tenemos que recordar que como el mundo laboral estaba en el submundo registral, hay muchísimos de esos contratos que son contratos que están muertos, que no tienen vida jurídica porque fueron creados solo para una obra en construcción y al acabar la obra quedó el contrato. No ha habido una depuración jamás de contratos colectivos.
El otro fenómeno es el de los contratos de protección, que son contratos firmados entre empresas y sindicatos sin la voluntad de los trabajadores, simplemente para protegerse, para que no haya movimientos ni actividad sindical. En nuestro país cerca del 90% de los contratos existentes son contratos de protección, contratos blancos, quiere decir que no se van a legitimar. Calculamos que no se van a legitimar más de 10.000, es decir, que en total habrá 15.000 contratos colectivos legitimados. Un contrato vivo es un contrato que se revisa, un contrato colectivo que no se revisa es una simulación.
P. En estos tres años y con varios procesos de elección sindical polémicos como el de Pemex, ¿Cuál es su balance de la democracia sindical en el país?
R. La democracia sindical no se implora, se tiene que ejercer y ya hay las condiciones en México para ejercer el voto personal, libre y secreto, y también ya existe una autoridad que tiene las facultades para vigilar que los procesos se hagan de manera libre y democrática.
P. ¿Qué avances ha tenido la mesa que establecieron con Pemex ante el alud de reclamos por falta de seguridad de los trabajadores de la petrolera?
R. Ya se va a dar el reporte pronto, pero puedo adelantar que ha habido nuevos acuerdos respecto a la prelación de los trabajadores que tienen derecho a ser basificados. Hay varias cosas en materia de seguridad e higiene en las que se han llegado a acuerdos, pero sobre todo, tiene que ver con los empleados eventuales y quienes tienen derecho de la basificación.
P. Hablamos de renovación sindical, pero en Pemex se eligió a un allegado a Romero Deschamps y Víctor Fuentes tiene años al frente del Sindicato Único de Electricistas de la República Mexicana (SUTERM)...
R. Yo lo que diría es que hay un principio del cual nosotros tenemos que agarrarnos y no podemos violentar, por más que no nos guste, y es el Gobierno no quita ni pone líderes sindicales. Entiendo que puede haber una frustración de algunas personas que dicen ‘por qué gana este, y no gana otro’. Sí, pero tienen que ser los trabajadores a través de la democracia, de elecciones libres, democráticas, a ellos les toca decidir quiénes quieren que sean sus dirigentes, porque si no seríamos igual a lo que nos hemos quejado toda la vida.
Aunque está muy desprestigiado el sindicato, los sindicatos se están poniendo a prueba y están tratando de ganar legitimidad con los trabajadores, mejorando las revisiones salariales y esa es la apuesta del futuro, que con sindicatos y líderes legitimados tengan mejores negociaciones.
P. Uno de los proyectos estrella al inicio de la Administración fue el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, ¿cuáles son los resultados de este programa?
R. Ya llegamos a la primera meta de beneficiar a 2,3 millones de jóvenes, eso es lo que en su momento se proyectó y vamos a seguir incorporando más aprendices. Como un dato, durante la época más dura de la pandemia se perdieron unos 400.000 empleos de jóvenes y fue exactamente la misma cifra que nosotros metimos a través de Jóvenes Construyendo el Futuro. Además, entre los resultados hemos comprobado que la mitad de los jóvenes que participan en el programa se quedan en el centro de trabajo o consiguen trabajo al salir. Este año el presupuesto rebasó los 21.000 millones de pesos y la beca está en 5.258 pesos para cada beneficiario.
P. ¿Ya se subsanaron las irregularidades con centros de trabajo e incluso beneficiarios inexistentes que en algún momento señaló la Auditoría Superior de la Federación?
R. Han sido contados los casos que no llegan ni al 0,1% del total, lo que se llegó a detectar, en su momento, es que había tutores que no estaban a la altura del programa y que se ponían de acuerdo con el aprendiz para que no trabajara. No es que el aprendiz no recibiera su beca, sino que el tutor quería su moche, pero es menos del 1% de los tutores. Actualmente el programa tiene activos unos 405.000 jóvenes y 300.000 centros de trabajo.
P. En la antesala de las elecciones de 2024, hay voces que la perfilan para contender como jefa de Gobierno de la Ciudad de México ¿Qué opina al respecto?
R. Yo estoy comprometida con el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde siempre, y la idea es que si el presidente lo permite podamos lograr consolidar el nuevo modelo laboral. Todavía tenemos varias cosas , yo vivo en el ahora y en las responsabilidades que tengo ahorita.
P. ¿Pero en un futuro, no lo descartaría?
R. [Silencio] No lo sé, ya en un futuro se verá, pero por lo pronto ahorita mi responsabilidad es aquí y lo que me gustaría es consolidar el nuevo modelo laboral.
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