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El oscuro despido en México de Albert Benaiges, acusado de abuso sexual en España

El exformador del FC Barcelona, en el centro de decenas de denuncias en Cataluña, enfrentó una investigación interna durante su paso fugaz por Chivas después de que los padres de los jugadores se quejaran de sus métodos de trabajo en las categorías inferiores

Elías Camhaji
Albert Benaiges
El español Albert Benaiges, en Guadalajara (México) en agosto de 2014.Ulises Ruiz Basurto ((EPA) EFE)

La llegada de Albert Benaiges fue anunciada en México como una gran revolución. El hombre que descubrió a Andrés Iniesta y que tuvo en sus equipos juveniles a superestrellas del fútbol como Leo Messi, Xavi Hernández o Cesc Fábregas regresó en 2014 al país que lo vio nacer para crear una nueva Masía en el Club Deportivo Guadalajara, uno de los equipos más populares de la Liga mexicana. Siete años después, la historia de éxito de Benaiges como formador de la generación dorada del FC Barcelona se ha desvanecido tras salir a la luz más de 60 denuncias en Cataluña por abuso sexual de menores. La noticia ha desenterrado señalamientos añejos por las medidas que impulsó durante su breve paso por la cantera de Chivas, como también se conoce al club, que abrió una investigación interna después de recibir quejas de los padres de los jugadores.

Los testimonios que han surgido en España acusan al formador de tocamientos, masturbaciones, juegos de carácter sexual y conductas inapropiadas en espacios íntimos de los niños a su cargo, como las duchas o los vestuarios. Fue justo en esos mismos espacios donde se fraguó el escándalo que protagonizó en México y que varias fuentes consultadas por EL PAÍS señalan como la principal razón de su abrupta salida de Chivas. Benaiges no respondió a una petición de comentarios para la elaboración de esta información.

Nacido en México de padres exiliados del franquismo, pero afincado en Cataluña desde los 15 años, Benaiges llegó a Guadalajara bajo la promesa de llevar la cantera al siguiente nivel. “En el fútbol formativo la palabra rápido no existe, no vamos a pensar que mañana vamos a tener a tres Iniestas y cuatro Xavis”, dijo tras ser presentado como director de desarrollo deportivo en una conferencia de prensa del 12 de agosto de 2014. Su misión entre líneas era esa: encontrar al próximo Messi mexicano. Nunca la contratación de un formador de jugadores había recibido tanta atención mediática en el país.

“He sido muy bien recibido”, declaró un Benaiges, que llegó motivado a México y que ofreció múltiples entrevistas en las que aseguró que tenía en mente una batería de cambios. Decía, por ejemplo, que las condiciones de la Casa Club de los equipos juveniles eran “deplorables”. La agenda del director de desarrollo deportivo llamó la atención en el medio local porque se centraba más en lo que pasaba fuera de la cancha que dentro de ella.

“Benaiges nos dijo que quería implantar ciertas medidas y ahora lo veo todo muy diferente después de la investigación que salió en España”, recuerda una persona que trabajó en la directiva del club. “Quiero establecer una política de higiene en la que todos los niños se duchen con los jugadores de su categoría y siempre con dos adultos vigilando para evitar que haya accidentes”, dice la fuente en paráfrasis de Benaiges. El nuevo director quería aplicar también la escala de Tanner, una revisión de los testículos para evaluar el desarrollo físico de los niños. “Claro, siempre con un médico al lado”. Sus argumentos convencieron a la directiva y aceptaron con la condición de consultarlo con los padres. Benaiges explicó los cambios en una reunión en Verde Valle, los campos de entrenamiento del equipo, y la mayoría accedió, según esta versión.

Sin embargo, no todos estaban tranquilos con las nuevas normas. Dos chicos que pasaron por las categorías inferiores de Chivas cuentan a EL PAÍS bajo condición de anonimato que las peticiones les parecieron “incómodas”. Uno de ellos cuenta que Benaiges insistía en que los chicos se bañaran desnudos y que él mismo vigilaba que lo hicieran. “Un día entró el señor Benaiges a las regaderas [duchas] y a todos los que se estaban bañando en calzones los hizo que se los quitara”, recuerda. “Quería que nos bañáramos juntos, todo el equipo”, dice el otro. El joven cuenta que prefería irse “a escondidas” a la Casa Club, donde podía ducharse en privado. “Nos regañaban si se enteraban de que no nos bañábamos con el equipo”, asegura. Ambos evitan utilizar las palabras acoso o abuso, pero se ciñen a esa “incomodidad”.

La directiva también recibió quejas que llegaron hasta los oídos de Jorge Vergara, el entonces dueño del equipo: “Ya me hablaron 20 papás que tienen problemas con lo que hace Benaiges, entonces córranlo”. Apenas un mes después de su contratación, la noticia se filtró a la prensa. “Otros jugadores refirieron que Benaiges les pidió que no se depilaran el vello púbico para no afectar su rendimiento en algunos ejercicios”, se lee en una nota del periódico Reforma, publicada el 13 de septiembre de 2014. La persona que trabajó con él señala que otra de las acciones que causaron dudas —y que hasta ahora no se conocía— fue la intención del formador de acoger a un chico que no había encontrado hueco en la Casa Club de la cantera, asegurando que tenía un certificado de idoneidad para tutelar niños.

La entonces directiva de Chivas decía que iban a ser tajantes ante cualquier indicio de pedofilia, pero defendían que se tenía que investigar antes. Dos fuentes confirman que los trabajadores del club se entrevistaron de forma discreta con jugadores, padres de familia y encargados de las categorías inferiores de la selección mexicana. También le pidieron a Benaiges que se apartara de sus funciones durante una semana. Según esta versión, no hubo ninguna denuncia formal ni encontraron ningún indicio para llevarlo ante la justicia. Tampoco se elaboró un informe de la investigación.

A diferencia de las revelaciones periodísticas que han salido en España sobre Benaiges, en México no hubo tal seguimiento de las denuncias en la prensa. El tema sigue siendo tabú y la opinión generalizada de la prensa especializada era eludir el tema porque iba “más allá de lo deportivo”. Las repercusiones se concentraban en columnas deportivas que lanzaban insinuaciones, sin aportar pruebas que las demostraran. En medio de la confusión, el club zanjó la polémica al asegurar que iba a suspender la orden de utilizar las duchas comunes. “Hay que entender que hasta ese momento no había salido nada contra Benaiges”, justifica el exdirectivo, “hoy las pruebas son muy contundentes”.

Esta semana, el periodista deportivo Ignacio Suárez dio a conocer un testimonio atribuido a los padres de un jugador de categorías infantiles. “Mi esposa y yo estamos arrepentidos de haber callado y no denunciar en aquel momento. Pretendimos dejar todo así, primero porque ese cerdo asqueroso se fue a su país, segundo porque pensamos que, al no hacerse público, no se haría más grande y no le harían bullying a mi hijo”, se lee en su columna publicada en el diario Récord. Según esta versión, los padres del joven están valorando si presentan una denuncia formal o no.

En medio de una crisis de resultados que acercaban al primer equipo al descenso, Chivas anunció el despido de Benaiges el 8 de octubre de 2014. “Despedirme de Chivas fue triste pero me quedo con la despedida de jugadores, padres y entrenadores”, escribió en un tuit que publicó junto a una foto rodeado de una veintena de niños.

Nunca se aclaró el motivo oficial del despido. La prensa deportiva veía una “purga”, pero no en la línea del escándalo de las duchas, sino por el regreso de parte de la estructura que estaba antes en el Deportivo Guadalajara. Benaiges ofreció varias versiones. “Las razones del breve paso hay que buscarlas en la particularidad del propietario del club y de varias mujeres que le rodean”, dijo el formador en diciembre de ese año, en un dardo dirigido a Angélica Fuentes, la entonces esposa de Vergara.

En una entrevista de febrero de 2018, Benaiges achacó su salida al episodio de las duchas, al menos de forma tangencial. “Con los hábitos europeos siempre tienes un corto problema. Cosas como las duchas, por ejemplo, que eso es un problema porque los niños obviamente tenemos que ducharnos; [algo] que ellos lo aceptaron muy bien, pero a algunos en el club les molestó y se creó un problema”, señaló a la cadena Fox Sports.

Chivas señaló por escrito a este diario que no ha encontrado un “expediente que haga constar alguna denuncia o levantamiento de acta administrativa” contra Benaiges. “El Club Deportivo Guadalajara ha procurado cuidar la integridad de sus miembros en todos los ámbitos y estará atento ante cualquier situación con respecto a este caso”, agregan. A pregunta expresa, la Fiscalía tampoco ha podido confirmar si ha habido denuncias judiciales contra él en México. Rafael Puente del Río, el exdirector de operaciones de Chivas que contrató a Benaiges, señaló que no tenía tiempo de hacer declaraciones porque está en pretemporada con el club Bravos de Juárez. Otros miembros que estuvieron en la directiva del club hace siete años declararon “que prácticamente no lo conocieron” y que no pueden dar una opinión sobre el caso.

“Ya había ese rumor”, dice Marc Crosas, un exjugador formado en el Barcelona que militó en cuatro equipos mexicanos. Crosas, que jugaba entonces para Leones Negros, otro equipo de Guadalajara, recuerda que Benaiges lo convocó a una comida de despedida en un restaurante argentino el 15 de octubre de 2014, una semana después de su despido. “Me dijo con lágrimas en los ojos: ‘Me están acusando de esto y es increíble porque no tienen pruebas, la verdad es muy jodido para mí”, relata Crosas sobre el escándalo de las duchas.

“He decidido irme antes de que esto vaya a más o de que me genere problemas con el dueño [Vergara]’, recuerda Crosas que le dijo, ‘yo tengo una carrera bastante larga como para que alguien venga a poner en duda mi honestidad”. El exjugador no tiene dudas. En su opinión, la verdadera razón de la salida de Benaiges de Guadalajara es el incidente en los vestuarios: “A Vergara eso no le gustó nada y decidió despedirlo”.

Crosas admite que en ese momento le creyó e, incluso, lo defendió en redes sociales. Su opinión cambió radicalmente después de que leyó sobre las denuncias: un desengaño difícil sobre alguien que hasta hace unos días era visto como un formador influyente, cercano y bromista. “Es innegable que al final estaba destruyendo vidas de niños y adolescentes”, sentencia. “Afortunadamente, solo estuvo tres meses en el club, si no esta acusación pudo ser más lamentable y estaríamos hablando de cosas mucho más complicadas”, señala. ”Siete años después salen a la luz estas denuncias y al final es inevitable pensar que lo que se decía en México tenía algo de cierto”, agrega.

Con las últimas revelaciones, la sombra del paso de Benaiges por México ha sido puesta una vez más bajo los reflectores en busca de patrones en las denuncias de ambos países. Una similitud, por ejemplo, es la descripción de episodios de abuso en las duchas, un hecho que nunca quedó claro en el país latinoamericano, donde hasta ahora imperan la cautela y el silencio. Después de que salieran al menos 60 testimonios, ni la Liga mexicana ni Chivas ni las autoridades han hecho un pronunciamiento contundente sobre las investigaciones en España ni han dicho si emprenderán sus propias pesquisas.

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Sobre la firma

Elías Camhaji
Es reportero en México de EL PAÍS. Se especializa en reportajes en profundidad sobre temas sociales, política internacional y periodismo de investigación. Es licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y es máster por la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS.

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