Obama y Biden aparecen por sorpresa en una panadería en Washington
El negocio apoya a los veteranos de guerra heridos y a sus familias con becas para estudiar y facilitar su reincorporación a la vida civil
El expresidente Barack Obama y quien fue su vicepresidente, Joe Biden, dejaron atónitos a los clientes y empleados de la panadería Dog Tag Bakery, en la capital estadounidense, con una inesperada visita. El local, situado en el acomodado barrio de Georgetown, apoya a los veteranos de guerra y a sus familias con un programa de becas.
Un café y algo para comer. “Dale al jefe uno de esos”, dice Biden mientras Obama mira la vitrina en la que hay dulces, tartas y sándwiches variados. Obama pregunta por los ingredientes de manera distendida. Ambos vestidos de sport y sonrientes, bromean con los empleados, con los que estuvieron charlando después de pedir. La escena recuerda a las visitas que de vez en cuando hacía Obama como presidente a locales simbólicos en Washington, como el histórico Ben's Chili Bowl (que durante los disturbios de 1968 fue el único lugar abierto en la ciudad y dio de comer tanto a manifestantes como a policías) o la librería Politics and Prose, núcleo de discusión y debate político en la ciudad.
La estrecha relación entre Obama y Biden va más allá de los años que compartieron en la Casa Blanca y en esta ocasión se unieron en un gesto de solidaridad para apoyar este proyecto. Dog Tag Bakery ofrece becas de cinco meses para recibir formación y facilitar su acceso al mundo laboral después de haber servido en las Fuerzas Armadas. Tienen prioridad los heridos en servicio que hayan quedado con alguna discapacidad, sus familiares y quienes se ocupan de atenderles. El programa facilita a los seleccionados cursar estudios en administración de empresas y prácticas en los distintos departamentos de la compañía.
“Nuestra misión es apoyar a los veteranos con alguna discapacidad que fueron heridos en servicio, sus esposos y cuidadores, para construir un puente hacia el empleo que les ayude a descubrir satisfacción personal y profesional en el mundo civil”, indica en su página Dog Tag Bakery.
Los inesperados visitantes pasaron 45 minutos el pasado lunes charlando con los becados, que no podían creerlo. Según dijeron, ambos habían seguido la iniciativa de la panadería y querían comprobar por sí mismos la labor que desempeñan.
“Decir que estábamos sorprendidos es decir poco. Estábamos totalmente estupefactos de verles. No teníamos ni idea de que venían”, aseguró en declaraciones recogidas por CNN, Lolly Rivas, de Dog Tag Bakery. El exmandatario agradeció a la compañía su trabajo para ayudar a los veteranos: “Nos hace sentir orgullosos”.
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