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Dimite el jefe de la misión anticorrupción de la OEA en Honduras

Juan Jiménez Mayor anunció su cese debido al poco respaldo de la organización y de su secretario general, Luis Almagro

Juan Jiménez en Tegucigalpa en una imagen de archivo.
Juan Jiménez en Tegucigalpa en una imagen de archivo.JORGE CABRERA (REUTERS)

El jefe de la Misión contra la Impunidad de Honduras (Maccih), Juan Jiménez Mayor, anunció la noche del jueves su renuncia al cargo de forma irrevocable. A través de un mensaje en Twitter, en el que adjunta cuatro hojas de argumentos, el exministro de Justicia de Perú reprocha a la Organización de Estados Americanos (OEA) no haber apoyado sus esfuerzos por cumplir la tarea que le fue encomendada en 2016: limpiar la corrupción en Honduras.

Paradójicamente no fueron las fuertes presiones de la clase política hondureña- sobre quines la Maccih ha puesto el dedo- sino el escaso respaldo recibido del Secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denuncia en su carta de despedida.

Entre sus cuatro hojas y 14 puntos de argumentos, Jiménez Mayor reprocha a Almagro, de quien recibió el mandato, la falta de recursos, el dispendio en la organización y la ausencia de unas instalaciones en condiciones, dos años después de  haber comenzado su misión de perseguir la corrupción en Honduras.

Critica también que Almagro ni siquiera lo recibió durante su visita a Washington el pasado 30 de enero a pesar de que viajó expresamente para ello.

“A pesar de todos los obstáculos”, defiende en su carta de despedida, la Maccih ha generado desde 2017 resultados importantes en la lucha contra la corrupción y condenas importantes como la de Mario Zelaya, exdirector del Seguro Social o la investigación sobre la red de diputados que se habrían apropiado de fondos destinados a proyectos sociales.

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Todo ello, dice uno de los puntos, se ha logrado a pesar de contar con solo diez expertos, frente a los 80 con los que cuenta la misión contra la impunidad de Guatemala (Cicig) de Naciones Unidas.

Mayor critica la indiferencia de la OEA y sostiene que “hubiera sido importante que la OEA pudiera haber presentado en la próxima Cumbre de las Américas de Lima su esfuerzo más importante en la región en materia de corrupción". "Sin embargo, nadie de la Organización nos ha llamado para eso” critica.

Segun el ex jefe de la Misión, Almagro no da a Honduras la misma importancia que a Venezuela. "Comparto y felicito posición de Almagro sobre Venezuela, pero la OEA es más que Venezuela. La OEA también es Honduras. Es un organismo hemisférico que tiene que tener en cuenta los problemas de la región, no solamente los de Venezuela. Creo que Honduras se merece el respeto de la organización y merece que actúe en concordancia con los problemas que tiene este país", dijo en una entrevista en televisión citada por el periódico El faro.

En su ruidoso adiós, Jiménez Mayor dio a conocer otras irregularidades en el seno de la OEA. Dijo que el mexicano Jacobo Domínguez, Coordinador político-electoral de la Maccih, quien había anunciado que no seguiría formando parte de la misión desde junio, continuaba vinculado a la Maccih desde Washington, puesto por el que cobra 10.000 mil dólares mensuales “sin que sepamos las funciones que realiza para la Misión”, denunció. “Honduras es un país que necesita mucho los fondos de los donantes deben ser utilizados en el terreno (...) para el combate a la corrupción".

La renuncia de Jiménez Mayor se produce en medio de un agrio enfrentamiento entre la Misión y la clase política hondureña a raíz de una investigación que implica a decenas de diputados. Unas pesquisas que han dejado sola a la Misión frente a los ataques recibidos y al “pacto de impunidad” sellado en el Congreso para impedir que la Misión pueda seguir investigando.

La dimisión de Mayor era un hecho previsible tras las criticas que recibió el día anterior de su  propio jefe. El miércoles, Almagro envió al presidente hondureño Juan Orlando Hernández una carta en la que cuestionó la efectividad de la Misión. “A pesar de haber tenido recursos y plena libertad de acción por parte de la Secretaria General no ha sido capaz de arrojar los resultados en cuanto a investigaciones y procesamientos por casos de corrupción que hubiéramos deseado y que le debemos al pueblo de Honduras”, criticó Almagro, padre de la criatura.

Con esa carta, Almagro pretendía apuntalar la instalación de una mesa de diálogo entre la Maccih y el gobierno de Honduras tras las agruras que ha dejado las conclusiones de la extensa investigación que implica a importantes sectores de la clase política. La propuesta quedó paralizada cuando la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (Cicig detuvo al expresidente guatemalteco Álvaro Colom -junto a una decena de ministros y exfuncionarios de su gobierno- acusados de fraude y peculado. La OEA había elegido a Colom como el hombre designado para conducir el diálogo.

Este viernes el mandatario hondureño, Juan Orlando Hernández, lamentó la dimisión de Jiménez Mayor y señaló que seguirá colaborando con la Maccih. Junto al peruano también presentaron su dimisión el procurador de la Misión, Julio Arbizu, y el juez chileno Daniel Urrutia.

Estas dimisiones dejan herida a la Maccih y frustran el primer esfuerzo regional de madurez judicial y el mayor compromiso hasta ahora por perseguir la corrupción y la impunidad en uno de los países que más lo necesita del continente.

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