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“Nos vemos en las urnas”

Tras salir en libertad, Moreira ha sacado pecho y ha avanzado su vuelta a la política

Pablo de Llano Neira
Moreira, a su llegada a Ciudad de México.
Moreira, a su llegada a Ciudad de México.Mario Guzmán (EFE)

En las entrevistas que ha concedido a medios locales desde que el 3 de febrero regresó a México, Humberto Moreira ha leído y releído una frase del auto con el que el juez español Santiago Pedraz le concedió la libertad: “No hay pues acto alguno que denote la comisión o siquiera la preparación de delito alguno”. Y ha reiterado también que en 2012 fue exonerado en México. “Soy el único político que ha sido denunciado por tantas cosas y que de todas ha salido inocente”, ha dicho el controvertido expresidente del PRI.

Lejos de amilanarse, a su regreso a su país Moreira ha sacado pecho y, como si de un reto pugilístico se tratase, ha anunciado a sus rivales que volverá a la política: “Si están frustrados porque ven que me exoneran y me exoneran les recomendaría: ya no se hagan tantos corajes, que se van a enfermar. Mejor que vivan la vida, que sepan que estas batallas no se dan en los tribunales porque yo las gané, y si quieren pelear conmigo nos vemos en las urnas cuando yo me registre de candidato a algo. Y ahí sostendremos la gran pelea”, dijo a la entrevistadora Adela Micha.

“Soy el único político que ha sido denunciado por tantas cosas y que de todas ha salido inocente”

Nada más poner pie en el aeropuerto de la Ciudad de México, un miércoles por la noche, Moreira comenzó a reivindicarse ante los periodistas. “Han manchado mi honor”, declaró. Al día siguiente a primera hora estaba hablando para el influyente noticiero de Ciro Gómez Leyva. “Se hicieron escuchas telefónicas mucho tiempo y no encontraron absolutamente nada”, explicó. Después le diría a Micha que las escuchas de la policía española no revelaron otra cosa que a su mujer pidiendo una pizza o una llamada de la escuela de su hija para ir a una reunión de padres o conversaciones suyas por asuntos académicos, pues Moreira cursó estudios de posgrado en 2013 en la Universidad de Barcelona. Asuntos domésticos; nada que ver con las duras acusaciones que penden sobre él desde hace años: malversación de fondos públicos, lavado de dinero, incluso nexos con el crimen organizado.

En sus entrevistas, recalcó que si algo le había dolido es esto último: que se le vinculase con el sanguinario cártel de Los Zetas, muy activo en el Estado de Coahuila en su periodo como gobernador (2006-2011): “Ellos son los que mataron a mi hijo”, dijo en referencia al asesinato de su primogénito Eduardo en octubre de 2012. Humberto Moreira se presenta como víctima de una persecución política y, además de subrayar las veces que ha sido exonerado de todas las acusaciones que han ido cayendo sobre él, se muestra orgulloso de su capacidad de resistencia. En su conversación con Micha relacionó esa virtud con su instrucción en una disciplina de artes marciales: “Con el kajukenbo lo mejor que aprendí no es lo físico. Lo que importa es aguantar los golpes”.

Al Diario de Coahuila le relató un roce con otro preso durante la semana que pasó en la prisión de Soto del Real (Madrid). Dijo Moreira que un recluso se acercó a exigirle que le dejase su sitio en el comedor y él le plantó cara: “Me le quedé mirando fijo a los ojos. Pensé que me iba a tocar rifármela con ese sujeto (…), pero cuando me le quedé viendo fijo prefirió hacer el problema con otro”.

Hoja de registro de la tesis de Moreira en la Universidad de Burgos, fechada el 12 de enero, cuatro días antes de su arresto en Madrid.
Hoja de registro de la tesis de Moreira en la Universidad de Burgos, fechada el 12 de enero, cuatro días antes de su arresto en Madrid.

De su paso por prisión, a Adela Micha también le contó lo que le había gustado escuchar a los presos gitanos cantar sevillanas. Si bien afirmó que la estancia carcelaria le había resultado muy dolorosa, y que a su vuelta a México se encontraba afectado y “tratando de superarlo”, su entrevista con la periodista dio la imagen de un Moreira animado y con un toque burlón. Dijo que se disculpaba ante la justicia española por no haber incluido en su relación de bienes las 40 cabras y los dos sementales que posee en Coahuila. “Ya Humberto, ¡sé serio hombre!”, le respondió la presentadora. Pasado otro rato de la conversación, el expresidente del PRI, que en ese momento estaba en Cuernavaca, donde vive la familia de su esposa, comentó que tenía previsto ir pronto a su tierra, a la ciudad norteña de Saltillo, a ver a su madre y a reanudar su vida normal. “Las cabritas son 40. A ver si siguen dando leche. Voy a poner un programa social en las comunidades rurales para prestarles los machos y que carguen con las cabras…”, pero Micha lo volvió a cortar: “Ya no estás siendo serio, de verdad, ya no estás siendo serio”. “No, estoy hablando muy en serio”, repuso Moreira. “Está bien, saliste exonerado, pero lana [dinero] sí tienes”, dijo la periodista. Y él bromeó: “Pues son 40 cabras. Si fueran borregos tendría lana, pero las cabras no tienen lana”.

La mayor sombra de su legado es el endeudamiento del Estado de Coahuila, cuya deuda aumentó en la etapa de Moreira de unos 25 millones de dólares a 2.500 millones. En otra entrevista, con el canal de televisión Milenio, defendió el éxito de su gestión: “Ojalá pudieran visitar mi Estado y ver cuántas empresas llegaron, cuántos miles de empleos se generaron, cuántas obras viales existen. Y pueden consultar los datos. Cuando fui gobernador fue el Estado en el que más disminuyó la pobreza y la marginación social. Son datos que están a la vista”. Cuando en esa entrevista se le preguntó por los funcionarios que estuvieron a su servicio y que han sido perseguidos por la justicia, Moreira se limitó a responder que “cada quien tiene su responsabilidad”. Con respecto a su supuestamente deteriorada relación con su hermano mayor, Rubén Moreira, hoy gobernador de Coahuila, dijo: “Lo saludo de vez en cuando vía WhatsApp”.

"Ojalá pudieran visitar mi Estado y ver cuántas empresas llegaron, cuántos miles de empleos se generaron, cuántas obras viales existen"

Como presidente del PRI en 2011, Moreira fue un hombre clave para cerrar filas en el partido en torno a la candidatura del actual presidente de México, Enrique Peña Nieto. Era uno de sus principales apoyos, un estratega de máxima confianza. Micha le preguntó si habían mantenido su relación. Moreira respondió que conserva un gran respeto por el presidente y añadió un dicho popular: “Mucho ayuda el que no estorba”.

De cara al futuro inmediato, Moreira, maestro de carrera, ha explicado que su principal tarea pendiente es defender su tesis sobre educación de adultos en verano en España, en la Universidad de Burgos. El ruido mediático que generó su caso envolvió incluso a su director de tesis español, Juan Alfredo Jiménez Eguizábal, que declaró al Diario de Burgos: “Fue una sorpresa enorme, me pareció increíble. Vino hace cuatro años y no se presentó como una autoridad o como una persona importante, sino como un humilde investigador. Empezamos la investigación sobre las escuelas de adultos en México y la desarrolló con toda normalidad. La tesis está terminada y es una buena tesis, un trabajo muy digno”, dijo el académico, que definió a Moreira como “cortés, educado y atento”.

Un mes después de su detención en España, Moreira ha recuperado fuelle. Lejos de la cárcel de Soto del Real, asegura que los sondeos siguen demostrando que conserva fuerza en su tierra, Coahuila, y que a él, a sus 49 años, no le falta el deseo de regresar al poder. A quienes lo dieron por defenestrado cuando fue encarcelado, les deja un mensaje con regusto a victoria: “Soy inocente, y todos los que estuvieron hablando de más se tienen que tragar sus palabras".

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