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Continúa la sangría en Guerrero

El estado del sur de México registra la muerte de trece personas desde el domingo. A estas alturas, el número de homicidios en la entidad supera al total del año pasado

Pablo Ferri
Un convoy de la policía ministerial de Guerrero en Polixtepec, donde el domingo murieron asesinadas cuatro personas.
Un convoy de la policía ministerial de Guerrero en Polixtepec, donde el domingo murieron asesinadas cuatro personas.JESUS GUERRERO (AFP)

Trece personas han muerto asesinadas en Guerrero desde el domingo, entre ellos un adolescente de 16 años. Chilapa, un pueblo a medio camino de Chilpancingo, la capital, y el vecino estado de Oaxaca, es el escenario de la última barbarie. La policía estatal ha informado esta mañana de que unos delincuentes han tiroteado una camioneta que cubre la ruta entre el centro del pueblo y San Jerónimo, una comunidad del municipio. Tres pasajeras y el conductor han muerto y una niña de cuatro años ha desaparecido. Antes, un grupo de pistoleros ejecutaba a cuatro personas en Polixtepec, una comunidad del municipio de Leonardo Bravo, cerca de Chilpancingo. El domingo, desconocidos balaceaban a un vendedor de discos pirata en la capital y las autoridades encontraban los cuerpos llenos de plomo de dos hombres en el cementerio de Coyuca, a media hora de Acapulco, el núcleo turístico del pacífico mexicano.

Guerrero es desde hace un tiempo el estado más violento del país, con una tasa de más 46 homicidios por cada 100.000 habitantes, casi el triple que la cuenta nacional, de acuerdo a los datos registrados hasta el mes pasado por la Secretaría de Gobernación. En número absolutos, la cifra de asesinados en Guerrero hasta el 31 de octubre -1.651- supera el total del año pasado.

Los sucesos de los últimos días señalan algunos de los conflictos que empujan a Guerrero a la trinchera. En el caso de Polixtepec, reporteros de El Sur de Acapulco mencionan en sus textos al grupo de Los Villalobos, una banda prácticamente desconocida hasta ahora. Testimonios recogidos por ellos apuntan también a uno de los cuerpos de policía comunitaria del estado, la UPOEG, que el pasado mes de junio se vio envuelto en un enfrentamiento con otra policía comunitaria, la FUSDEG. Murieron 16 personas.

Chilapa aparece desde hace algún tiempo como el campo de batalla entre dos grupos delictivos que se mueven entre Chilpancingo y la región de La Montaña, colindante con Oaxaca. Se trata de Los Ardillos y Los Rojos, estos últimos posiblemente relacionados con el caso de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en septiembre del año pasado en Iguala. Según informó a principios de mes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el Gobierno investiga la penetración de grupos delictivos en la escuela en la que estudiaban los normalistas.

Además del suceso de esta mañana en Chilapa, un comando armado secuestró y mató a seis familiares del exjefe de policía de la localidad hace apenas dos semanas. Dos eran niños. Uno y siete años.

Chilpancingo y Coyuca son dos de los municipios más violentos del estado. Junto a Acapulco, concentran la mayoría de homicidios que se cometen en Guerrero.

La escalada de violencia en la entidad parece no tener fin y la aparición de nuevos grupos, como los arriba mencionados Villalobos, dificultan si acaso el panorama. A finales de octubre, Osorio Chong y Héctor Astudillo, el flamante nuevo gobernador del estado, adscrito al PRI, anunciaron un plan de seguridad para Guerrero, consistente en mejorar infraestructuras, implementar una unidad antisecuestros y convocar reuniones más seguidas del Grupo de Coordinación de Seguridad del estado. Tras el anuncio, faltan por ver los resultados.

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Sobre la firma

Pablo Ferri
Reportero en la oficina de Ciudad de México desde 2015. Cubre el área de interior, con atención a temas de violencia, seguridad, derechos humanos y justicia. También escribe de arqueología, antropología e historia. Ferri es autor de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y La Tropa (Aguilar, 2019).

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