Markus abraza a su hermana Lisna después de identificar el cuerpo de su madre entre las víctimas del el tsunami que azotó las islas indonesias de Mentawai.EFEUn superviviente bebe agua de un coco entre los restos de las viviendas destruidas por el maremoto en Pororogat, en las islas Mentawai al oeste de Sumatra.EFEUna mujer reza delante de la tumba de una de las víctimas del volcán Merapi, en la localidad de Umbulhardjo, Sleman, Indonesia.GETTYFuneral de varias víctimas de la erupción del volcán Merapi, en la población de Umbulharjo, en la isla de Java.EFEUn grupo de desplazados por el maremoto espera en la isla de Metawai en un campamento improvisado.REUTERSUn grupo de campesinos asiste al entierro de una de las personas fallecidas durante la erupción del Merapi, en la localidad de Umbulhardjo, Indonesia.GETTYVista de la localidad de Kinahrejo, arrasada por la errupción del volcán Merapi.GETTYUna motocicleta, cubierta de lava en un pueblo cercano al monte Merapi (en el fondo de la fotografía).APVista aérea de una zona devastada dos días después de ser alcanzada por un maremoto, en la isla de Siporapora, dentro del archipiélago de las Mentawai, en la costa occidental de la isla de Sumatra.EFEEl vicepresidente indonesio, Boediono, reza delante de unos cadáveres,víctimas del maremoto que ha asolado la localidad de Muntei Baru Baru.REUTERSMiembros de los equipos de rescate buscan supervivientes en una vivienda de la aldea de Kinaredjo después de que el volcán Merapi entrara en erupción en la isla indonesia de Java.EFEMiembros de los equipos de rescate y policías caminan con mascarilla por la aldea de Kinaredjo, afectado por la errupción del volcán Merapi.EFEUn hombre pasa frente a una res muerta en Kinahrejo, Indonesia, por la erupción del volcán Merapi.APSukadi, herido por la erupción del Merapi, reza delante del cadáver de su hermano, fallecido en el pueblo de Umbulhardjo.REUTERSUn funcionario cubierto con mascarilla observa el interior de un vehículo en la aldea de Kinaredjo, en la isla indonesia de Java.EFEUn hombre, protegido con una máscara, trabaja en un poblado afectado por el volcán Merapi.GETTY
