Harry Patch, el último soldado británico que había luchado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, ha muerto. En 1917 un proyectil estuvo apunto de matarlo pero sobrevivió. Años más tarde participó como bombero voluntario en los incendios provocados por los borbardeos alemanes en Londres durante la Segunda Guerra Mundial.Vídeo: AGENCIA ATLAS
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