Arwad Abu Shahin se mira en un espejo de su casa antes de reencontrarse con su novio, al que conoció hace dos años. El teléfono e Internet han sido los lazos que han mantenido unida a la pareja. El Comité Internacional de la Cruz Roja y el organismo de la ONU que se encarga de supervisar la tregua entre Israel y Siria han sido decisivos para que pudiera celebrarse el enlace.REUTERSArwad Abu Shahin, de origen druso, baila durante la despedida que su familia le ha ofrecido antes de la boda.EFEArwad Abu Shahin, que residía en la ciudad israelí de Buqata, recibe los últimos consejos antes de separarse de su familia. Amigos y familiares se reunieron en la casa de los padres de la novia para celebrar una despedida que durará hasta que Siria e Israel firme un acuerdo de paz.REUTERSFamiliares y amigos despiden a la joven, de 25 años, que al contraer matrimonio y cruzar la frontera, no podrá volver a su casa hasta que no se firme un acuerdo de paz en la zona.APArwad Abu Shahin y Muhamed Hared se conocieron en Jordania hace dos años y han decidido casarse a pesar de que para ella supone el abandono de su familia.APEl puesto de control de Kuneitra ha sido escenario del inusual paso de la joven, vestida de largo traje blanco, para casarse con su prometido en la 'tierra de nadie' que separa Siria e Israel.REUTERSA los dos lados del puesto de control de Kuneitra la expectación, causada por la atípica boda, ha sido enorme. La novia, acompañada de familiares y amigos, se dirige a pie para encontrarse con su novio.REUTERSLa pareja, ya casada, cruza el puesto de control en la frontera de Siria e Israel y recibe las felicitaciones de los soldados encargados de la vigilancia.REUTERS