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Meghan Markle y su vídeo antirracista

Las redes sociales recuperan un mensaje de hace ocho años en el que la duquesa de Sussex explica cómo ha vivido insultos y críticas en el seno de su familia

El País

Antes de conocer a Enrique de Inglaterra, de casarse con él y de convertirse en una de las mujeres más observadas, analizadas y criticadas del mundo, Meghan Markle tuvo otra una vida. Era una persona conocida por su trabajo como actriz, pero pese a dejarse fotografiar en alfombras rojas y a aparecer en alguna revista, no estaba tan expuesta como ahora. Entonces podía llevar la ropa que quisiera, tener redes sociales y emitir sus opiniones, algo que busca recuperar con su salida de la familia real británica.

De esa época de su vida data un documento de 2012. Se trata de un vídeo que en su día grabó Markle y que hoy cobra actualidad ya que se trata de una campaña contra el racismo. “Mi nombre es Meghan Markle y estoy aquí porque creo que esta es una campaña en la que es importante participar”, explicaba la entonces intérprete de la serie Suits, que lleva una camiseta donde se lee: “No apoyaré el racismo”.

“Para mí esto es algo muy personal, soy de dos razas. Mucha gente no sabe cómo identificarme, y muchas veces he tenido que ser una mera espectadora de las cosas que me han dicho, a veces chistes ofensivos, o cómo me han llamado”, cuenta. De hecho, en el vídeo cuenta que un par de años atrás alguien llamó a su madre “con la palabra que empieza por 'n”, en referencia a nigger, un término que se usa de un modo despectivo y agresivo con la población negra en EE UU.

Meghan Markle, en una imagen del vídeo de la campaña contra el racismo que grabó en 2012.
Meghan Markle, en una imagen del vídeo de la campaña contra el racismo que grabó en 2012.

“Así que más allá de ser una cuestión personal creo que puedo ver el panorama de cómo está nuestro país ahora mismo, y cómo está el mundo, y cómo las cosas pueden mejorar”, dice, en unas palabras que podrían ser pronunciadas hoy mismo. De hecho, el vídeo ha sido recuperado —no por ella misma, sino por páginas de fans— con motivo de las protestas que sacuden a todo Estados Unidos tras la muerte de George Floyd. Este hombre afroamericano de 47 años falleció en Minnessota el 25 de mayo mientras era detenido por varios policías blancos.

“Tu raza es parte de lo que te define, el mundo te trata según te ve”, relata, explicando cómo la gente se ha comportado de manera diferente dependiendo de si la veían como a una mujer negra o mestiza. También explica que vivir en Los Ángeles es “como vivir en una burbuja” y que viajar le ha abierto los ojos y le ha hecho comprobar que todavía existen “muchas mentes cerradas” en muchas partes del mundo.

Markle desgrana una anécdota sobre cómo fue el viaje de sus abuelos cuando dejaron Cleveland, en Ohio, y recorrieron todo el país en coche para llegar hasta California, donde se asentaron. “Cuando paraban en algún sitio para comprar comida, tenían que ir por la puerta de atrás para conseguir comida para su familia. Creía que eso se había quedado en aquellos días del pasado... pero tristemente se ve que no”.

“Estoy muy orgullosa de mi herencia, de la de ambas partes, de dónde vengo y hacia dónde voy”, afirma Markle. “Pero sí que espero que cuando llegue el momento de tener hijos la gente tenga la mente más abierta para ver cómo cambian las cosas. Tener un mundo lleno de mezclas lo hace mejor, más bello, más interesante”.

Hija de madre negra y padre blanco, esta no es la primera vez que la ahora duquesa de Sussex habla abiertamente del racismo y sobre cómo este le ha influido a lo largo de su vida. De hecho, la prensa y las redes han tenido actitudes racistas con ella, e incluso se han intuido en el propio seno de la familia real británica: en su primer almuerzo familiar, la princesa de Kent llevó un broche con tintes despectivos.

En una entrevista con Elle en diciembre de 2016, la actriz confesó que en su infancia la gente a menudo pensaba que su madre era su niñera. “Ella no sabía que casilla marcar cuando le preguntaban por mi raza en los formularios escolares”, relataba. También contaba entonces que tenía dificultades para encontrar trabajos, con personajes a menudo encajonados en una categoría. En una ocasión, afirmaba, le dijeron que solo podría llegar a interpretar papeles de mujeres latinas o afroamericanas. “No era lo suficientemente negra para un papel de afroamericana ni lo suficientemente blanca para el resto. Me dejaron en un limbo, como un camaleón étnico que no podía tener un trabajo”.

En otra con la revista Allure en 2017, en la que participaban otras 40 mujeres, Markle confesó que una de las cosas que más odiaba es cuando en las fotografías le aclaraban la piel y le borraban las pecas. “Como me decía mi padre cuando era niña, un rostro sin pecas es como una noche sin estrellas”.


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