Calabaza glaseada con salsa cremosa de cacahuete y lima
Gracias a una mezcla de ingredientes dulces, salados, ácidos y picantes, en este plato la protagonista de la huerta de otoño brilla en todo su esplendor
Cuando creías que no existía una manera de hacer que la calabaza sea más dulce y más sabrosa, aparece ante ti esta receta. El asado de esta verdura –cuyos beneficios ya conocemos de sobra– mejora todavía más cuando se añade un glaseado a la ecuación. No, no hablamos del típico glaseado de azúcar que se le pone a las tartas, sino de una salsa que preparamos para pincelar la calabaza y conseguir darle brillo, color y mucho más sabor.
Lo último, especialmente, ocurre porque lleva un ingrediente dulce (miel), uno salado –salsa de soja–, uno picante que en este caso es sriracha, aunque podría ser cualquier otro, una grasa (aceite de oliva), y varios aromáticos como ajo, jengibre y aceite de sésamo. A su vez, la servimos con una salsa cremosa de mantequilla de cacahuete, donde la acidez del zumo de lima remata el conjunto.
Puedes servir este plato como entrante en cualquier cena con invitados y quedarás como la estrella del otoño, aunque también es una receta perfecta para el día a día: acompañándola con arroz blanco o integral, una ensalada de hojas verdes y un huevo mollet tienes una comida completa y riquísima.
Dificultad: No hace falta tener un IQ muy elevado
Ingredientes
Para 4 personas
- 800 g de calabaza sin contar las pepitas, preferiblemente de alguna variedad redonda
- Aceite de oliva
- Sal
Para el glaseado
- 2 cucharadas de salsa de soja
- 1 cucharada de miel
- ½ cucharada de Sriracha o cualquier otra salsa picante
- 1 cucharadita de aceite de sésamo
- 1 diente de ajo
- 1 trozo de jengibre de unos 10 g
Para la salsa
- 80 g de mantequilla de cacahuete
- El zumo de una lima
- 2 cucharadas de agua fría
- 1 cucharadita de ají molido o chile en copos
- Sal fina
- La parte verde de una cebolleta china
- Semillas de sésamo tostado
Instrucciones
Calentar el horno a 200 ºC.
Lavar bien la calabaza. Retirar las semillas y cortarla en gajos de dos centímetros de espesor. Colocarlos con la piel hacia abajo –es decir, los gajos deben quedar "de pie"– en una bandeja con papel vegetal, aceite de oliva y sal. Hornear durante 30 minutos.
Mientras preparar el glaseado mezclando bien todos los ingredientes.
Cortar la parte verde de la cebolleta en juliana muy fina, de manera longitudinal. Ponerla en un cuenco con agua con hielo para que se rice.
Transcurrido el tiempo de cocción, colocar los gajos de calabaza tumbados y pincelarlos con la mitad de la mezcla. Hornear durante 10 minutos más. Darles la vuelta, volver a pincelar y hornear hasta que estén dorados y tiernos.
Preparar la salsa mezclando bien todos los ingredientes hasta que quede homogénea. Servirla en el fondo del plato o bandeja que se vaya a utilizar.
Encima colocar los gajos de calabaza asada con el jugo de cocción que haya podido sobrar. Añadir la cebolleta previamente escurrida y semillas de sésamo al gusto.
Si tienes dudas o quejas sobre nuestras recetas, escríbenos a elcomidista@gmail.com. También puedes seguir a El Comidista en Youtube.