Natillas de calabaza, la versión otoñal de un postre clásico
La cucurbitácea estrella de la temporada, en sus distintas variedades, es tan apta para recetas saladas como dulces. En esta receta utilizamos la potimarrón o Hokkaido
¿Era posible hacer algún plato más con calabaza? Llega el otoño y todas las personas que nos dedicamos a crear recetas enloquecemos, un poco más que el año anterior, con este ingrediente. Aquí mismo hemos hecho varias versiones de crema, hummus, calabaza escabechada, arroces, lasañas… y también postres. A mí lo que me gusta de la calabaza no es la cantidad de cosas que pueden prepararse con ella, que también, sino la cantidad de calabazas que existen, cada una con una forma, color, textura y sabor distintos.
Aunque se ha popularizado la variedad cacahuete o violín debido a su versatilidad —y a que se corta y trabaja con facilidad—, el abanico calabacero es extenso. Está la Curcubita maxima, también conocida como la calabaza de Halloween, recomendada para cremas y purés, ya que es algo amarga y fibrosa. La calabaza bonetera; cuya cosecha es temprana, es achatada, como un platillo volador con forma de pétalos de flor, y puede ser blanca, verde o amarilla.
El tradicional cabello de ángel se elabora con una variedad llamada cidra y su pulpa puede recordar a la calabaza espaguetti, que se deshace en hebras largas que recuerdan a este tipo de pasta. De origen asiático, la calabaza Hokkaido o potimarrón es la más pequeña, con forma de pera, y de sabor muy dulce, perfecta para asarla y gratinarla, también para elaboraciones dulces: hoy, usaremos esta.
A mí en invierno me dan ganas de hacer natillas; me gusta el remover, el olor a canela y a piel de limón en la cocina. Hace un par de años, haciendo un litro de natillas, añadí a la olla unas cucharadas de calabaza Hokkaido asada. Desde entonces, cuando me sobra algo de esta cucurbitácea, la preparo de esta manera.
Dificultad: La misma que la de hacer unas natillas normales
Ingredientes
- 500 ml de leche entera
- ½ rama de canela
- 4 yemas de huevo
- 200 g de puré de calabaza asada
- 75 g de azúcar
- 1 cucharada de maicena (fécula de maíz)
- ¼ de cucharadita de nuez moscada
- Sal
- 5 vainas de cardamomo
- 2 semillas de clavo de olor
Instrucciones
Pasar la calabaza por un pasapurés para que el puré quede muy fino. Colocar en un cazo junto al azúcar y cocinar 10 minutos, hasta que coja un poco de color.
Incorporar la leche y las especias.
Bajar el fuego y remover sin parar hasta que hierva. Retirar del fuego.
En un bol batir las yemas de huevo y la maicena, e ir incorporando la mezcla sin parar de remover. Pasar por un colador, retirando los aromáticos y devolver al cazo.
Cocinar a fuego medio-bajo hasta que vuelva a espesar, sin que llegue a hervir.
Verter en vasitos y dejar enfriar. Servir con un poco más de canela y un polvo de galleta.
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