Garbanzos con gambas al ajillo, la receta de un matrimonio bien avenido
¿Qué pasa cuando juntas una joya del taperío español con una de nuestras legumbres más emblemáticas? Que sin grandes trabajos obtienes un platazo en el que todo funciona
Que las gambas al ajillo son una de las mejores tapas jamás inventadas en España es un hecho incontestable, y por eso las hemos preparado de distintas formas en El Comidista. Lo que no habíamos hecho nunca es juntarlas con la que, con permiso de las lentejas y las judías, quizá sea nuestra legumbre más identitaria: los garbanzos.
Algo nos decía que ambos elementos iban a hacer match, y así fue cuando los unimos en santo matrimonio en una ceremonia sencilla. Por un lado, los garbanzos simplemente aliñados con aceite y pimentón no ahumado, como el que se produce en Murcia o en Baleares. Por otro, las gambas al ajillo preparadas a la manera del cocinero Hugo Muñoz, que respeta al máximo su sabor y jugosidad natural. El resultado fue excelente; el esfuerzo, mínimo, y encima logramos estirar el marisco con un ingrediente mucho más barato, como la legumbre. Todo ventajas. Si quieres ver cómo lo preparamos, mira el vídeo de arriba.
Ingredientes
Para 4 personas
Gambas al ajillo
- 500 g de gambas (pueden ser descongeladas)
- Entre 1 y 4 guindillas rojas secas (cayenas)
- 5 o 6 dientes de ajo
- Unos 100 ml de aceite de oliva suave
- Unas gotas de vino fino o blanco
- Sal
Garbanzos
- 400 g de garbanzos cocidos
- 2 cucharaditas de pimentón dulce no ahumado
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
Pelar y quitar las cabezas a las gambas. Guardar éstas y las cáscaras para otras preparaciones. Poner las colas en un recipiente resistente al calor (después se rociarán con aceite muy caliente), mojarlas con unas gotas de vino y salarlas.
Pelar y cortar en láminas los ajos.
Poner el aceite en un cazo con el ajo y las guindillas. Dorar a fuego suave con cuidado de que no se quemen.
Mientras, calentar los garbanzos con un poco de aceite, sal y el pimentón en una sartén a fuego suave. Tapar y mantener a fuego mínimo.
Retirar los ajos y las guindillas del aceite con una espumadera y dejarlos sobre un plato con papel de cocina.
Verter el aceite bien caliente sobre las gambas, tapar y dejar un par de minutos para que se cocinen.
Emplatar los garbanzos con un poco de perejil picado, las gambas y su aceite por encima, los ajos crujientes y, si se quiere, un poco de guindilla picada fina.
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