Garbanzos con espinacas: la versión a la griega con limón y aceitunas
Una receta de inspiración griega, que se prepara en menos de 10 minutos y tiene todo el sabor del verano
Con la vuelta a la rutina en septiembre, entre colegios, trabajo y días que aún huelen un poco a verano, tener a mano recetas fáciles, rápidas y nutritivas se vuelve más importante que nunca. No hace falta complicarse para comer bien: un buen plato puede salir de unos pocos ingredientes que seguro ya tienes en la despensa. Las legumbres, por ejemplo, son un básico que nunca falla; una fuente saludable y económica de fibra y proteína vegetal, y no deberían faltar en ningún menú semanal.
Cuando era pequeña, mi abuela cocinaba legumbres cada lunes. Era nuestro día sin carne, y sigo con esa costumbre porque funciona muy bien y mis hijos saben que lunes es el día de legumbres. Esta receta de garbanzos salteados con espinacas, limón y aceitunas kalamata es perfecta para esos días en los que necesitas comer bien sin pasar demasiado tiempo en la cocina. Está lista en 10 minutos, puedes acompañarla con arroz, guardar lo que sobre para el día siguiente, o enriquecerla con un poco de queso feta o un huevo.
Tiempo: 10 minutos
Dificultad: Baja. Solo tener la sartén a punto.
Ingredientes
Para entre 2 y 4 personas, dependiendo del hambre y los acompañamientos
- 500 g de garbanzos cocidos (pueden ser de bote, bien escurridos)
- 200 g de espinacas frescas (puedes usar congeladas si las escurres bien)
- 1 limón (zumo y ralladura)
- 80 g de aceitunas kalamata, deshuesadas y partidas por la mitad
- 2 dientes de ajo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: queso feta desmenuzado o huevo y arroz cocido para acompañar
Instrucciones
Calentar el aceite en una sartén grande a fuego medio. Añadir el ajo pelado y picados y saltearlo hasta que empiece a dorarse.
Incorporar los garbanzos cocidos y saltearlos unos cinco minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén dorados y ligeramente crujientes.
Añadir las espinacas y cocinarlas unos tres o cuatro minutos hasta que reduzcan su volumen (si usas congeladas, asegúrate de que no suelten agua).
Agregar las aceitunas, la ralladura y el zumo de limón. Salpimentar al gusto y mezclar bien. Cocinar un minuto más y apagar el fuego.
Servir caliente, templado o incluso frío, tal cual o acompañado con arroz. Si quieres, puedes añadir al plato un poco de queso feta o un huevo (puede ser hervido y partido por la mitad).
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