Garbanzos en salsa cremosa de piquillos

Puedes comerlos tal cual, como salsa de una pasta o triturarlos y preparar una especie de hummus: este plato es tan versátil que te recomendamos que hagas más cantidad y lo congeles para tu yo del futuro

Garbanzos rojo pasiónClaudia Polo

Garbanzos cocidos, un bote de piquillos asados buenos y media hora de tu tiempo y te prometo que tendrás un plato delicioso, completo y perfecto para hacerte cualquier día entre semana. Ya hemos sacado las legumbres del caldo y las hemos colocado en un montón de elaboraciones distintas (sin dejar de honrar al cocido y al potaje). Te hemos convencido de que son la mejor fuente de proteína vegetal que podemos incluir en nuestra dieta. Así que ahora seguimos dándote ideas para que lentejas, garbanzos y alubias aparezcan en tu mesa más de un día a la semana.

Como empezaba indicando, esta receta se elabora con garbanzo ya cocido. No tiene por qué ser estrictamente de bote. Si coges la costumbre de cocer legumbre semanalmente para ir haciendo distintas elaboraciones –patés vegetales, cremas, huevos al plato, ensaladas– nunca necesitarás comprarla de bote (que termina siendo más cara y no está tan rica). Pero vamos, que la que uses estará bien. Los piquillos sin embargo, no son tan fáciles de hacer en casa, así que tira de una conserva rica y listo.

¿Cosas buenas de este plato? Que se conserva genial y puedes hacértelo para comerlo más tarde, llevarlo de tupper o incluso congelarlo. Que solo está buenísimo (saca pan, que la salsa es un vicio), pero también funciona como salsa para pasta. Y si te cansas de comerlo así, siempre puedes triturarlo y marcarte un pseudo hummus de pimientos de categoría.

Dificultad: Abrir el bote de pimientos es lo más complicado que vas a hacer

Ingredientes

  • 400 g de garbanzos cocidos
  • 400 g de piquillos asados en conserva
  • 1 cebolla
  • 70 ml de nata 18% m.g
  • Sal
  • Pimienta negra
  • 3 dientes de ajo
  • ½ cucharada de azúcar moreno
  • 1 cayena
  • Aceite de oliva virgen extra

Instrucciones

1.

Picar los dientes de ajo y cortar la cebolla en juliana. En una cazuela a fuego medio sofreír en dos cucharadas de aceite la cebolla, el ajo con un poco de sal y la cayena hasta que estén muy pochados. 

2.

Retirar dos cucharadas de cebolla y añadir los pimientos del piquillo junto al líquido con el que vienen. Incorporar el azúcar moreno, un poco de sal y dos cucharadas más de aceite de oliva.

3.

Cocinar a fuego medio-bajo durante 15 minutos. 

4.

Triturar junto a la nata, pimienta negra y un poco más de sal si es necesario. 

5.

Devolver a la cazuela, añadir los garbanzos, el sofrito que hemos reservado y cocinar cinco minutos más. 

6.

Servir con pan tostado y un chorrito de aceite de oliva por encima. 

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