Errores que no deberías cometer con las sartenes
¿Las sartenes te duran menos que unos calcetines de Primark? ¿Te enfureces porque se te pega hasta el alma en ellas? Aquí tienes todo lo que necesitas saber para evitarlo.
En sus mails, comentarios en Facebook, menciones en Twitter y otras formas diversas de dar la matraca, los lectores más inquietos de El Comidista parecen tener tres obsesiones. La primera es la pasta, ese alimento tan difícil de cocinar. La segunda son los huevos, para los que urge la publicación de una enciclopedia de 15 tomos que sacie vuestras dudas. Y la tercera son las sartenes.
Este complicado artilugio suscita incontables interrogantes -"¿cuál me compro?", "me he hecho un huevo frito en una recubierta de Teflón, ¿cuántos días tardaré en morir de cáncer?"-, pero hoy nos vamos a centrar en los referentes a su uso y cuidado.
Si cometes los errores de los que hablamos en el vídeo, tus sartenes serán inservibles en breve. Si dejas de cometerlos, funcionarán bien y durarán. Salvo que sean de chichinabo y te hayan costado dos euros, claro, que los milagros sólo los hacen Dios y las vírgenes de Fernández Díaz.