Cinco vinos generosos, un tesoro exclusivo español

Los vinos generosos representan la contribución más destacada de España a la enología mundial. Aunque poco conocidos y apreciados en nuestro país, ganan cada vez más seguidores en otras naciones como Japón, Australia, Estados Unidos o China, mientras mantienen su prestigio en mercados tradicionales como el británico. Sin embargo, entre nosotros, más allá de las ferias primaverales, el consumo de generosos jerezanos es reducido, apenas el 27%, y su conocimiento limitado. En el mejor de los casos, se circunscribe a ocasiones especiales o a círculos de conocedores. Lo contrario ocurre en la cordobesa Moriles-Montilla, cuyo consumo interior alcanza el 96%, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación sobre la Campaña Vitivinícola 2022/2023 de las Denominaciones de Origen Protegidas de Vinos.

El otoño, con sus contrastes y el peculiar cromatismo de los árboles que viran del verde al ocre oscuro, pasando por el amarillo y el naranja, sus anocheceres tempranos, y su atmósfera que llama a la introspección, es una época ideal para disfrutar de su encanto y fuerte personalidad. Atributos gestados durante largos años en las umbrías bodegas del Marco de Jerez, la cordobesa Montilla-Moriles, y el Condado de Huelva, donde reposan las botas de roble americano, generalmente formando las majestuosas filas de criaderas y soleras. Eso hace que los generosos sean vinos de trago lento, perfectos para acompañar una conversación tranquila, o saborearse en soledad. Aunque también resultan un compañero seguro de las mejores experiencias gastronómicas gracias a su riqueza aromática e intensidad gustativa.

La variedad dentro de los generosos es amplia: desde la fresca manzanilla, con sus característicos aromas de crianza biológica bajo velo de flor y sabores salinos, hasta los poderosos y profundos olorosos, con su larga persistencia sápida, sus notas especiadas y de frutos secos, producto de una crianza prolongada en las soleras. Pasando por las sutilezas y complejidades aromáticas de los amontillados y palos cortados. Y para remate, los pedro ximénez, la concentración más prodigiosa de néctares, mieles, dátiles y frutas pasas que puede imaginarse. Estos cinco generosos, genuinos representantes de cada estilo de la familia, demuestran la amplitud de posibilidades de unos vinos que, en España, aún esperan su merecido reconocimiento y consumo.

ÁS DE MIRABRÁS SUMATORIO 2020

AMONTILLADO EN RAMA LA GUITA

POLEY PALO CORTADO EN RAMA 25 AÑOS

OLOROSO MANUEL ARAGÓN

PEDRO XIMÉNEZ DE SACRISTÍA 2006