
El “banco malo” se apaga con una deuda que pagaremos entre todos
La llamada Sareb, el “banco malo” creado para limpiar los activos tóxicos de las cajas de ahorro tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, encara su final. En 2027 se disolverá con un agujero de 16.500 millones de euros que deberá cubrir el Tesoro.
¿Cómo nació y qué se esperaba de ella? Sareb —Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria— nació en plena crisis financiera para absorber los activos inmobiliarios y créditos problemáticos de las cajas rescatadas. Su objetivo era vender esa cartera en quince años y devolver el dinero, evitando costes para los ciudadanos.
Y ahora deja una factura millonaria. El Ministerio de Economía confirma que no prorrogará la vida de Sareb más allá de 2027.
- El Estado asumirá la deuda restante con los tenedores de bonos, lo que se traduce en un déficit de 16.500 millones.
- Ese dinero cubrirá la diferencia entre lo que Sareb pagó por los activos y lo que ha logrado recuperar con las ventas.
¿Por qué lo pagaremos entre todos? Que el Estado asuma la deuda significa que su coste pasa a la deuda pública y se financia con recursos comunes, a través de impuestos o emisión de bonos.
- No implica un pago inmediato ni un nuevo aumento del déficit, porque Eurostat ya obliga desde 2021 a contabilizar esa deuda dentro de las cuentas públicas.
- Pero sí confirma que el rescate bancario termina repercutiendo en el conjunto de los contribuyentes.
©Foto: Ricardo Rubio (Europa Press)