Más educación para el consumidor, pero una industria sin apenas regulación: el círculo vicioso de los ultraprocesados
La batalla contra los ultraprocesados parece librarse en los carros de la compra de los consumidores, mientras la industria alimentaria sigue sin asumir del todo su responsabilidad.
En un escenario donde la obesidad y las enfermedades relacionadas con la alimentación no dejan de crecer, cabe preguntarse: ¿por qué no se exige más a quienes producen estos alimentos?
Antes de empezar, una definición: los ultraprocesados no son comida, sino preparaciones industriales comestibles que estimulan el apetito de manera artificial. Es decir, son los nuggets, pizzas, hamburguesas, la bollería industrial, los cereales…
¿Qué está pasando? Un estudio, publicado en la revista científica Nature Food, concluye que el 85,9% de las intervenciones para limitar el consumo de ultraprocesados apuesta por modificar el entorno alimentario, proponiendo medidas informativas para influir en la elección del consumidor.
- En España, por ejemplo, se aplica el semáforo nutricional desde 2018. En resumen, lo que ha hecho la industria alimentaria ha sido simplificar y aumentar las advertencias en el empaquetado de los alimentos.
- Pero, al fin y al cabo, la responsabilidad sigue estando en la persona que adquiere ese producto, sin abordar las prácticas políticas y de marketing que usan estas compañías.
Pero esto no es suficiente: “Los gobiernos pueden y deben hacer mucho más”, señala la autora del estudio, que lo compara con el tabaco.
©Foto: Getty Images
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