Así se organizaron unos vecinos de la Gran Vía de Madrid para vetar los pisos turísticos en su edificio
El número 68 de la Gran Vía representa una excepción dentro del caos habitacional del centro de Madrid. Los propietarios lograron expulsar todos los pisos turísticos ilegales y mantenerse como el único edificio de la arteria más famosa de la capital donde solo viven vecinos.
Un poco de contexto. El histórico inmueble, conocido como Ave Fénix, fue remodelado y vendido en 2017 como promoción de viviendas de lujo:
- Se construyeron 48 apartamentos, cuyo valor oscilaba entre los 500.000 y los 2,7 millones de euros.
- Y los vecinos entraron a vivir en 2019, cuando terminaron las obras.
Los problemas empezaron pronto… Durante la primera junta de propietarios, los vecinos descubrieron que no todos iban a vivir en el inmueble. Al cabo de unas semanas, empezaron a detectar un tránsito ingente de turistas subiendo y bajando a diario.
Se organizaron para poner coto a los pisos turísticos:
- Añadieron la prohibición expresa en los estatutos de la comunidad de vecinos.
- Sustituyeron la cerradura del portal por un sistema de reconocimiento de huella dactilar.
- Y los conserjes solo abren a la gente que aparece en el listado oficial de inquilinos.
Una frase: “Esto era inhabitable. La jungla. Justo lo contrario a lo que esperas que sea tu casa”, dice una vecina.
© Foto: David Expósito
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