Tres Dominican Don’t Play ingresan en prisión por el crimen a tiros de un chico de 15 años en Villaverde

Tres supuestos miembros de los Dominican Don’t Play (DDP) ingresaron esta semana en prisión acusados del crimen de William Bonilla, un chico de 15 años tiroteado en Villaverde en diciembre de 2022. El adolescente fue atacado en la plaza que hay frente a su casa por un encapuchado que le disparó al grito de “D 3″, una consigna típica de esa banda juvenil. Después huyó con otros implicados en un coche que le esperaba en las inmediaciones. La policía ya detuvo en mayo de 2023 a tres de ellos, aunque el juez declaró su puesta en libertad porque no existía riesgo de fuga. Pero la investigación del grupo de homicidios de la policía nacional ha avanzado gracias al análisis de las pruebas obtenidas con esas detenciones y las conclusiones de esta labor han servido para que uno de los detenidos en mayo de 2023 ingresen en prisión junto a dos nuevos arrestados cuya implicación ha quedado probada, según las pesquisas desarrolladas hasta ahora.

Wiliam Bonilla tenía 15 años y solía pasar el rato en la plaza en la que perdió la vida. La noche del 5 de diciembre de 2022, su mejor amigo lo llamó de noche para que bajara un rato a grabar vídeos para redes sociales y charlar. Era puente y no tenían clase esos días. Pero antes de medianoche, cuando estaban al lado de unos contenedores de basura, una figura encapuchada se acercó a la plaza. Unos chicos que se encontraban sentados en una mesa en la plaza lo vieron sospechoso y comentaron que “se ve raro”. Antes de que pudieran reaccionar, sacó una pistola y disparó. Las balas alcanzaron a William, que falleció casi en el acto.

La investigación policial determinó que la víctima no pertenecía a ninguna banda. Las pesquisas concluyeron que, días antes del crimen, algunos miembros de la banda habían sufrido ataques por parte de los Trinitarios, su grupo enemigo, por lo que un jefe de la banda en Alcobendas dio la orden de hacer una agresión en alguno de los puntos de reunión habituales de la banda contraria.

Así, eligieron esa plaza de Villaverde, en la que en los días previos al homicidio ya se pudo ver un coche sospechoso merodeando por la zona, según algunos testigos. En definitiva, dispararon a William como podrían haberlo hecho con cualquiera que se encontrara en ese lugar ese día, fuera joven y tuviera aspecto latino. Según los indicios recabados, dos de los que acaban de ingresar en prisión son altos cargos de la banda que decidieron la venganza y el otro facilitó medios materiales para llevarla a cabo.

Tras los disparos, uno de los chicos que se encontraba sentado en las mesas de la plaza salió corriendo detrás del agresor, que llegó a girarse y dispararle a él también. Le alcanzó en el abdomen y tuvo que ser atendido por los servicios de emergencias y trasladado al hospital, donde se recuperó. Los atacantes huyeron en un coche que han identificado varios testigos. La investigación continúa abierta.