Ayuso defiende en Nueva York su gestión “liberal” de la pandemia
La presidenta madrileña habla de hispanidad y arremete contra “la revolución”
En pleno mes nacional de la herencia hispana, que se celebra del 15 de septiembre al 15 de octubre en EE UU, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inició este lunes en Nueva York un viaje institucional que también la llevará a Washington, dispuesta a poner una pica en Flandes, la suya como política en permanente campaña, pero también la de la hispanidad y el legado común a una y otra orilla del Atlántico. Haciendo alarde de la “defensa de la historia real y de uno de los momentos más importantes de la Historia”, y contra “la corriente peligrosa del comunismo a través del indigenismo que es un ataque a España”, Ayuso clamó contra políticas populistas, con mucho predicamento en América Latina, dijo; políticas que alimentan el odio y que “llaman a las masas a la revolución”.
El triple objetivo de su viaje, que la presidenta adelantó este domingo en rueda de prensa —un programa económico, político y cultural—, se convirtió este lunes en una bandera ideológica “contra la revisión de la historia (…) para contar la verdad, aunque ganen los malos”, dijo Díaz Ayuso en un parlamento improvisado en la sede de la Hispanic Society en Nueva York, donde fue entrevistada por el diario The Wall Street Journal.
La visita, a la que estaba previsto siguieran un almuerzo de trabajo con fondos de inversión como Blackrock o Torino Capital y una entrevista con el magnate y excalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, figuraba en la agenda proporcionada a la prensa como “visita a la Hispanic Society y reunión con sus representantes”. No fue exactamente así —durante la entrevista con el diario, los patronos de la fundación la esperaron fuera, tomando un café—, pero ello no impidió que Ayuso protagonizara la visita con su desenvoltura habitual pese a la improvisación: el encuentro supuestamente formal con el patronato acabó siendo un corrillo de un par de minutos en la sala Sorolla de la institución, tras un rápido recorrido por la pinacoteca.
Cerrada con motivo de la pandemia y por obras de rehabilitación, el venerable caserón de Manhattan fue el púlpito para que la presidenta madrileña expusiese su programa… estadounidense. “Mi viaje tiene tres objetivos: uno económico y en concreto la gestión de la pandemia de la Comunidad de Madrid, desde un punto de vista liberal que ha marcado un poco la agenda de España; otro político, porque el Gobierno de la Comunidad es un Gobierno amante de EE UU; digan lo que digan en España, nosotros agradecemos su contribución a la paz durante décadas porque cuando EE UU es más fuerte, todos los somos”, explicó Díaz Ayuso en ese discurso improvisado, en pie y ante una docena de patronos y responsables de la Hispanic Society. El tercer objetivo, el cultural, se halla en las antípodas del debate intelectual y político en curso en EE UU, profundamente arraigado en las aulas y en las élites, y que para la presidenta representa un intento de reescritura de la historia por parte de movimientos como el woke (despertar), con el derribo de símbolos y estatuas.
¿Qué opina, por ejemplo, de la eliminación del Día de Colón por parte del Departamento de Educación de Nueva York, que lo ha sustituido por el Día de los Pueblos Indígenas? “Pues me parece fatal”, respondió, “y me viene bien saberlo porque lo diré en mi reunión con el caucus hispano en Washington” (otra de sus visitas programadas). Ayuso remató su defensa de hispanidad parafraseando a Lorca: “Para conocer España hay que conocer América”.
Ni una referencia —por el momento— sobre los posibles objetivos ulteriores de este viaje, es decir, la pretendida proyección nacional y el rédito político del cosmopolitismo ante la convención del PP. Ayuso quiere aprovechar la bandera de la hispanidad “para atraer talento”, el de estudiantes universitarios, empresarios y creadores de la industria audiovisual en español, tanto de música como de televisión, a los que ofrecerá la Comunidad de Madrid como un gran plató lleno de ventajas.
Recuperar inversiones
La baja fiscalidad de la región, subrayó la presidenta, favorece la inversión, en “un polo de atracción económica para empresas y proyectos”. Transida casi al cantar las ventajas de la comunidad, Díaz Ayuso citó las infraestructuras y servicios “como la sanidad de primer nivel”, con un hospital flamante “al lado del aeropuerto”, en referencia al Isabel Zendal inaugurado durante la pandemia.
En la rueda de prensa del domingo, Ayuso mostró su intención de recuperar, gracias en parte a esta visita, el nivel de inversiones norteamericanas, que en tan solo tres años —y pandemia mediante— han pasado de una estimación de 1.700 millones de euros a 324 millones. Para ello, recordará a sus interlocutores que Madrid es la región española con más PIB, aportando un 20% a nivel nacional o concentrando el 70% de la inversión extranjera.
Al término de su discurso improvisado en la Hispanic Society, la dirigente popular anunció que, a partir de la próxima, Madrid dedicará dos semanas a celebrar la hispanidad, “con diversos actos culturales en los que también tendrá cabida la gastronomía”. Lo hizo en una ciudad que cuenta casi con el mismo número de hispanohablantes que la pretendida capital del español en el mundo, Madrid, en un país donde el español progresa a marchas forzadas.
“El crecimiento político de mi proyecto ha sorprendido a los inversores”
En un almuerzo con representantes de una decena de fondos de inversión, Isabel Díaz Ayuso ha defendido una idea fuerza: que invertir en Madrid es hacerlo en calidad de vida. A la salida del restaurante de Manhattan donde se reunió con el sector financiero, Ayuso glosó las bondades de la comunidad “en educación, sanidad, transporte”. También adelantó ideas para potenciar la inversión extranjera: además de las ventajas de una fiscalidad que facilita el emprendimiento, como la que Madrid ofrece, subrayó, sería deseable “un visado para inversores” que agilice los trámites. "Creo que la política fiscal que hemos defendido en nuestra región es la que deberíamos seguir insistiendo en que sea aplicada a nivel estatal porque estos inversores, la mayoría, no entienden solo de regiones, entienden de países", y la de ahora en España la ven como “un freno directo” a su emprendimiento. Ayuso presentó a los inversores proyectos como los de “Madrid Nuevo Norte, el gran desarrollo urbano; el palacio de la Justicia o el Canal de Isabel II, para reforzar la red de abastecimiento”. “El 60% de las grandes multinacionales están en Madrid, así como el 75% de la inversión extranjera”, ha subrayado”, porque “Madrid es un espacio de libertad muy atractivo y proyecta mucha energía, esa es la imagen que mis interlocutores tenían de la comunidad”.
Volvió a defender su gestión de la pandemia, “con la creación de dos hospitales públicos para no tener que cerrar, y poder optar así sólo por cierres perimetrales. Les ha sorprendido una política tan clara, en defensa de la economía y la salud a la vez, poniendo a la persona en el centro de todo”. Los inversores también se mostraron sorprendidos por “el crecimiento político de mi proyecto”, dijo, en referencia a los resultados que obtuvo en las elecciones de mayo. Preguntada por la pretérita entrada de fondos de inversión (fondos buitre) en sectores como el inmobiliario, Díaz Ayuso respondió lacónica: “Yo debo mirar hacia adelante, no al pasado”. Y como colofón, volvió a defender el legado de la hispanidad pese a las corrientes contrarias en boga en EE UU. “Si esa versión errónea [de la historia] no la corregimos, ¿cómo va a llegar la inversión a España?”.
Ayuso también se acordó del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y calificó de "ataque directo" a Madrid la propuesta de descentralizar instituciones para reparar la despoblación de la España vacía. "Es, nuevamente, un ataque frontal y directo contra Madrid y, desde luego, vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para impedirlo".
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