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El intermitente voto telemático de la Asamblea

El sistema de votación simultánea a distancia funciona todavía a trompicones en el parlamento regional

Manuel Viejo
Vista general del Pleno de la Asamblea de Madrid.
Vista general del Pleno de la Asamblea de Madrid.Marta Fernández Jara (Europa Press)

Esta es la historia del nuevo voto telemático en la Asamblea de Madrid. A las 9.25 de este jueves, el presidente de la Cámara entra por la puerta. Juan Trinidad, de Ciudadanos, está visiblemente nervioso. El pleno se ha adelantado media hora. La semana pasada el sistema de votación volvió a fallar. Esta vez no puede suceder lo mismo. Trinidad anuncia que los diputados estén listos en sus casas y en sus escaños:

— Iniciamos la votación.

Tres minutos después: error. Desde el inicio de la pandemia, los 132 representantes de los madrileños se han dividido en dos bloques: telemáticos y presenciales. La oposición considera que esta idea, a la hora de votar, no termina de funcionar del todo. Tres diputados los resumen así: “El sistema falla constantemente”. “No tiene mucho sentido”. “Es una cabezonería. Así no se puede votar”.

Hasta el mes de noviembre, los representantes acudían a votar de manera presencial en dos tandas. Primero votaban unos, se salían y entraba el siguiente grupo. El sistema telemático se contrató oficialmente el 16 de noviembre. Ese día, la cámara de los representantes del pueblo madrileño adjudicó a Vodafone el funcionamiento. 67.158, 82 euros para que la empresa de telefonía gestionara este complejo sistema durante un año. El voto telemático simultáneo es un sistema novedoso para los diputados. Otra de las innovaciones que ha acelerado la crisis del coronavirus. Aquellos que asisten al pleno de manera presencial y aquellos que lo siguen desde casa votarán a la vez. Es decir, en 20 segundos se decidirá todo, como si todos estuvieran presentes.

Los que votarán desde casa recibirán un mensaje en el móvil y un enlace en su correo electrónico. Diez minutos antes de la votación se conectarán y, en teoría, todo está en marcha. En la práctica, el riesgo del fallo es altísimo: un error de conexión, un corte de luz, un despiste. La semana pasada falló. En el Congreso de los Diputados y en el Senado, por ejemplo, los votos telemáticos duran varias horas.

La diputada socialista, Ana Sánchez, votando de manera telemática.
La diputada socialista, Ana Sánchez, votando de manera telemática.
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“Desde el mes de enero se han venido corrigiendo y mejorando las funcionalidades del sistema de voto”, cuentan fuentes de la Asamblea. “El pasado jueves la aplicación falló por un incorrecto dimensionamiento de las concurrencias por parte del adjudicatario”. La realidad es que el sistema dio solo cuatro segundos a los diputados para votar desde casa. La mayoría no sabía qué hacer y a otros les pilló despistados. La solución del presidente fue repetir la votación este jueves y pedirle a la compañía que alargara el tiempo de votación a 20 segundos, como sucede en el pleno. “Debe considerarse que esta solución de voto es pionera”, subrayan en la Asamblea.

Este jueves había cierto runrún en los pasillos. El presidente inició de nuevo la votación de la pasada semana. El voto telemático ha funcionado en la primera propuesta. Como respuesta, todos los diputados que estaban presentes han aplaudido desde sus escaños. “Pasamos a la segunda”, dijo sonriente el presidente. De pronto, el silencio se alarga más de lo esperado. El presidente toma de nuevo la palabra:

― Vamos a repetirla, ¿vale?

Los diputados se ríen. “Mientras solucionan esta, pasamos a la tercera”. Despistado o fruto de los nervios, se le ha olvidado desactivar el micro: “¿No sale? Pues…”. Y se acerca otra vez al micrófono. “Vamos a hacer una cosa”, dice a los presentes y a los que están en sus casas. “Este será el último intento. Se va a volver reiniciar el sistema. Los diputados que están en casa tienen que volver a registrarse. Si sale, bien, y si no sale, votaremos por la tarde presencialmente”.

El reseteo de los ordenadores lleva cinco minutos. El pleno se alarga. El presidente habla de nuevo:

— Bueno, me dicen que ya están los 62 diputados desde su casa conectados.

Un funcionario corrige al presidente:

—Están 59.

“¿59? Faltan tres diputados por conectarse todavía…”, niega con la cabeza y con signos de desesperación. Un minuto después, con cierto retintín, toma la palabra: “Queda uno. Nos queda uno que por lo visto no puede conectarse, le están llamando por teléfono para que pueda acceder”. El presidente niega con la cabeza como diciendo: “Esto es un cachondeo”. Ya no puede más. “Pues señorías, vamos a intentarlo. Vamos a proceder a la votación de la primera votación. Iniciamos”. Toca repetir todo desde el principio. 20 minutos después, el sistema funciona. Los diputados aplauden de nuevo.

“Esto tiene una cosa positiva”, cuenta Ana Sánchez, diputada socialista que ha votado de manera telemática esta mañana. “Si negocias hasta última hora es como si estuvieras presente, pero hay que afinarlo bien. En el momento en el que un diputado no pueda ejercer su derecho a voto ya se está vulnerando la ley. ¿Qué sucederá si estamos votamos la ley de presupuestos y fallan dos diputados?”. De momento, el sistema ha funcionado este jueves a trompicones.

Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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