La Policía Municipal desmanteló 253 fiestas ilegales entre el viernes y el sábado

Los vecinos se han convertido en aliados de la Policía Municipal a la hora de poner coto a las fiestas en las que no se cumplen las restricciones que imperan por la pandemia. En Madrid ahora mismo ni siquiera pueden acceder a reuniones en un domicilio personas que no sean convivientes. Como cada lunes, el Ayuntamiento ha hecho públicos los datos de las fiestas ilegales desmanteladas por los agentes el fin de semana en viviendas y locales. En esta ocasión solo entre viernes (82) y sábado (171) han sido 253 frente a las 437 de la semana pasada, en la que también se ofreció datos del domingo.

Todas estas fiestas suponen un “ejercicio de frivolidad” que va a traer más contagios, más ingresados en camas de UCI y más muertes, ha señalado el acalde, José Luis Martínez-Almeida. El primer edil promete “no dar cuartel” a los que las organizan y los que acuden a estos eventos porque “no nos podemos permitir” que “unos cuantos se quieran correr una juerga a costa de los demás”.

Las principales de las que ha informado la Policía Municipal se han llevado a cabo por la noche en pisos alquilados del distrito Centro y organizadas por ciudadanos franceses. La primera, tuvo lugar el sábado en una vivienda de la calle Torrecilla del Leal, donde asistían 21 personas de las que solo una era de nacionalidad española. Allí los agentes, tras ser alertados por unos vecinos, se toparon con un joven ebrio en el portal que les indicó cuál era el inmueble en cuestión. El piso había sido alquilado ese mismo día con la finalidad de organizar la celebración y fue en ese momento desalojado. Dentro no había distancias, ni mascarillas y la música sonaba a todo volumen, según la nota policial.

La segunda de las que destaca la policía se celebró ayer domingo en la calle de Los Madrazo, también en Centro. Allí los asistentes a la fiesta eran medio centenar. Los agentes encontraron la puerta del piso abierta y un trasiego de personas también sin las medidas que ordenan las autoridades sanitarias. Antes de proceder a cerrar el piso encontraron a varios de los asistentes escondidos en los baños y debajo de las camas. Los responsables del alquiler y de la organización eran dos personas de nacionalidad francesa.

Se impusieron un total de 42 denuncias por no usar la mascarilla, 42 por incumplir la restricción de reunión de personas no convivientes y otras dos denuncias por realizar fiesta en un domicilio causando molestias al vecindario.