Catalá sale elegida nueva alcaldesa de Valencia sin los votos de Vox y promete diálogo y consensos

No ha habido sorpresas. María José Catalá, candidata del PP, ha salido elegida este sábado alcaldesa de Valencia con los 13 únicos votos del PP, el partido más votado el pasado 28-M. Los populares, que quieren gobernar el consistorio en minoría, con pactos puntuales, vuelven a presidir la tercera capital de España ocho años después de que Rita Barberá perdiera la vara de mando municipal en favor de un gobierno de Compromís, PSPV y Podemos. Catalá ha prometido tras su nombramiento diálogo y la búsqueda de consensos y “ni un paso atrás en la lucha contra la violencia de género”. Vox le ha reprochado que no busque un gobierno estable para la ciudad, con ellos de socios, y la oposición le ha advertido que no aceptará políticas negacionistas con el cambio climático o hacia el maltrato a las mujeres.

Catalá ha asegurado tras ser nombrada alcaldesa que es consciente de que se espera mucho del PP y ha agradecido el trabajo de anteriores alcaldes y alcaldesas de Valencia, como el socialista Ricard Pérez Casado, Rita Barberá o el propio Joan Ribó. La primera edil ha anunciado medidas inmediatas que mejoren la limpieza, la seguridad y la movilidad de la ciudad y ha garantizado libertad de elección en materia educativa e idiomática. También ha avanzado que recuperará la denominación bilingüe de Valencia, es decir, en las dos lenguas oficiales, y ha insistido en que “se ha acabado la orfandad identitaria” en la capital. Uno de sus primeros gestos ha sido subir la imagen de la Virgen del museo municipal al pasillo de la Alcadía.

Durante la constitución de la nueva corporación, Joan Ribó, alcalde de la ciudad durante ocho años, ha presidido la mesa de edad como el más veterano a sus 75 años, mientras la edil socialista Nuria Llopis ha ejercido como la vocal más joven. Ribó ha prometido el cargo añadiendo a la fórmula tradicional su voluntad de proteger “la huerta, el parque natural de l’Albufera y las playas del sur de la capital”, en referencia al programa medioambiental de la formación valencianista y a su oposición a algunos proyectos urbanos como la ampliación del puerto de Valencia. Muchos de los ediles de la oposición han añadido coletillas a sus juramentos para subrayar su defensa del antifascismo, la rotunda condena al maltrato de las mujeres o la defensa de la cultura.

El ya exalcalde y portavoz de Compromís en el Ayuntamiento, Joan Ribó, ha asegurado que su formación deja el gobierno municipal “con las manos limpias” tras ocho años al frente del consistorio, ha prometido “luchar” ante “cualquier retroceso” y ha garantizado una oposición “clara y rotunda” en aquellos temas que “ponen en peligro los derechos de la ciudadanía”, aunque se ha mostrado abierto a pactar “cuestiones positivas” para la ciudad. “No vamos a ser la oposición del no por el no, por ser derechas. Iremos viendo punto a punto”, ha precisado.

La portavoz socialista Sandra Gómez ha prometido el cargo con la fórmula clásica, a la que ha añadido “prometo defender los derechos de las mujeres, especialmente de las mujeres víctimas de la violencia de género”, en alusión a las declaraciones solo un día antes del diputado de Vox José María Llanos negando la violencia machista. “El relato de las ciudades se escribe a varias manos, se construye sumando sin sectarismos y eso es lo que quiero pedirle a la señora Catalá, que en cada una de sus decisiones, garantice la convivencia y el respeto”, ha añadido la edil socialista, quien ha subrayado que la ciudad que dejan ya no es “la Valencia de los Barberá, los Grau o los Corbín” en alusión a los casos de corrupción destapados.

Juan Badenas, portavoz de Vox, ha lamentado que la decisión del PP de gobernar en minoría —al no haber pactado con Vox para la investidura de María José Catalá como alcaldesa— “no se encamina al bien común”. “Por tanto, no se puede decir claramente, y se lo digo con todo el cariño, que sea un gobierno moral, se podría decir que es un gobierno amoral, no digo inmoral, amoral simplemente por obtener un gobierno sin ajustarse a una mayoría exigida sólo porque se lo permita la ley”, ha considerado.

A la investidura de María José Catalá (Valencia, 42 años) han asistido como invitados el presidente del PP de la Comunitat Valenciana y virtual presidente de la Generalitat, tras su acuerdo de gobierno con Vox, Carlos Mazó, y el eurodiputado valenciano del PP Esteban González Pons. En los palcos del heciciclo se ha podido ver también al presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores, Cristóbal Aguado, al presidente de la Cámara de Comercio, José Vicente Morata, o a la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre.

La retirada de una pancarta LGTBI del balcón municipal, que colgó el anterior gobierno, ha provocado polémica en la ceremonia de constitución de la nueva corporación, en la que de sus 33 componentes, 12 son nuevos.