Ximo Puig renuncia al liderazgo de los socialistas valencianos y convoca un congreso extraordinario

El secretario general del PSPV-PSOE, Ximo Puig, ha anunciado este sábado la convocatoria de un congreso extraordinario en el primer trimestre del próximo año para renovar el liderazgo de los socialistas valencianos. “Es hora de dar un paso atrás para que el proyecto dé dos pasos adelante”, ha afirmado Ximo Puig, que renuncia a presentarse a la reelección como secretario general de la segunda federación española en el número de militantes socialistas, tras 13 años en el cargo. Los más de 200 delegados presentes en el comité nacional del partido, el primero tras las elecciones del 28 d mayo, han estallado en un prolongado aplauso, reiterado en varias ocasiones en el transcurso de su intervención, a modo de reconocimiento y despedida del que ha sido el presidente valenciano entre 2015 y 2023.

Antes del acto, los corrillos de militantes eran un hervidero de comentarios sobre la persona que puede suceder al político de Morella al frente del partido y las probables alianzas. Algunos preguntaban si alguien había visto entrar a la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, de 43 años, señalada como la candidata mejor situada al contar con el apoyo de Pedro Sánchez, que la nombró, y Puig. La ministra valenciana entró acompañando a Puig y al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, en la sala atestada de la sede de la UGT para iniciar el acto con media hora de retraso.

“La renovación del proyecto exige nuevas ideas, nuevos liderazgos que empiecen ya en el nuevo año para combatir la UTE reaccionaria” del gobierno valenciano del PP y Vox, dijo Puig, de 64 años, que hizo un llamamiento a “superar inercias, huir de las confrontaciones estériles y aprender de los errores del pasado”. Se refería a la travesía del desierto que pasaron los socialistas valencianos cuando Joan Lerma perdió el poder de la Generalitat en 1995 y no lo recuperaron hasta dos décadas después. El partido se dividió en varios sectores enfrentados con personalismos muy acusados. Ahora, un sector del partido manifiesta la conveniencia de que sea una mujer, por primera vez en la historia del PSPV-PSOE, la que capitanee la nueva etapa.

Puig, senador y diputado autonómico (escaño que tiene intención de abandonar), ha detallado que el próximo lunes propondrá a la comisión ejecutiva nacional que active el procedimiento para convocar el congreso en “el primer trimestre del año” 2024. Además, ha adelantado que el lunes también se procederá a nombrar una nueva dirección del grupo parlamentario socialista en Les Corts Valencianes, descabezada tras la salida de los portavoces Rebeca Torró y Arcadi España, a las secretarías de Estado de Industria y Política Territorial, respectivamente. Ambos son de absoluta confianza de Puig.

Hay tres patas principales en la estructura interna de apoyos en el PSPV: los ximistas; los próximos al líder socialista de la provincia de Alicante y diputado en el Congreso, Alejandro Soler, y los seguidores del alcalde de Mislata y secretario de la provincia de Valencia, Carlos Fernández Bielsa. El respaldo de dos patas concede muchas posibilidades a una candidatura, si bien el resultado final depende del voto de los militantes (cerca de 18.000 en la Comunidad Valenciana). Se ha planteado la posibilidad de una estructura bicéfala, con una candidata a la Generalitat (Morant, por ejemplo) y una secretario general diferente, una fórmula que no ha rechazado Soler, aunque la negociación no ha hecho más que comenzar. Bielsa pidió generosidad y dejar a los militantes que se expresen.

Santos Cerdán insistió en su intervención en que la dirección nacional será respetuosa con la decisión que adopten los socialistas valencianos, desmintiendo posibles acuerdos en torno a Morant, a la que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reforzó al darle también la cartera de Universidades en el nuevo gabinete. “Hay que tener altura de miras para renovar el proceso. Y claro que respetaremos lo que los militantes decidáis”, apuntó Cerdán, un cargo de máxima confianza de Sánchez, que recuperó el liderazgo socialista gracias a los apoyos de la militancia.

Antes del comité, Morant declaró: “En este país estamos en una nueva etapa. Es el primer comité nacional que se celebra después de tener de nuevo un Gobierno progresista, y tenemos que contraponer continuamente esa forma de gobernar que tiene el presidente Sánchez con el gobierno de Mazón, el gobierno de la derecha y la ultraderecha en la Comunitat Valenciana”.

En su intervención, Puig también hizo autocrítica por la pérdida del poder en el 28-M, si bien recordó que los socialistas obtuvieron 50.000 votos y cuatro escaños más que en 2019: “No fuimos capaces de contextualizar la convocatoria, de valencianizar el espacio político; cuesta, por la propia realidad de la Comunidad Valenciana. Fuimos incapaces de apartarnos del ruido inmenso que impulsó la derecha mediática y política, de huir de la atmósfera emocional que taponaba la razón”. Las elecciones autonómicas iban del futuro de la Comunidad Valenciana y la respuesta era “que te vote Txapote”, apostilló. “En perspectiva, nos sobró confianza, respecto a la gestión hecha, aunque en los barómetros valoraban nuestra gestión, con las mejores notas. Nos faltó una visión anticipatoria”, y agregó: “Y el máximo responsable de no haber visto esa cuestión soy yo”.

Ha trascendido la posibilidad de que el gobierno nombre a Puig embajador jefe de la delegación permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en sustitución de Manuel Escudero.