Alicante se reencuentra con sus Hogueras
Tras dos años de parón, vuelven las Fogueres de Sant Joan, en las que las ganas de la ciudadanía y la confluencia de dos festivos auguran una masiva afluencia de visitantes
Tras dos años de parón por la pandemia, Alicante vuelve a celebrar sus fiestas, las Hogueras, Fogueres de Sant Joan en su denominación oficial, con más necesidad que nunca de arrojar al fuego todos los males padecidos. Un total de 180 monumentos, más 46 barracas, volverán a tomar las calles a partir de este fin de semana, aunque la plantà oficial sea el día 21. Las hogueras del reencuentro, como se les ha denominado, llegan con “más ilusión y ganas” después de dos años de vacío y silencio, señalan fuentes municipales. Los dos últimos días de celebración, el 23 y, sobre todo, el 24, el de la Nit de la Cremà, en la que arden todos los ninots, son festivos, por lo que desde el consistorio se espera una mayor afluencia de visitantes venidos de otros puntos de la provincia y de España. Alicante vuelve a vestirse de fiesta mayor y ni siquiera hay restricciones que obliguen a enfundarse una mascarilla.
Las Fogueres de Sant Joan nacieron en 1928 como polo de atracción turística a imagen y semejanza de las Fallas valencianas, según lo vendió su fundador, José María Py. Desde entonces, solo habían dejado de celebrarse en 1937 y 1938, a causa del estallido de la Guerra Civil. En 1939, la cercanía del fin del conflicto no dejó tiempo para organizar los festejos, pero la comisión del Mercado plantó un monumento coronado con una estatua de Juan Negrín, el expresidente republicano, con una maleta y un jamón. Desde entonces, las fiestas alicantinas continuaron sin interrupción hasta 2020, año en que el covid eliminó cualquier posibilidad de aglomeraciones de ciudadanos. Dos años después, y presididas por las dos Belleses del Foc, Marina Niceto y Valeria Gómez, adulta e infantil, respectivamente, las Hogueras retoman los espectáculos pirotécnicos, los desfiles, los paseos y reuniones de amigos, la música de las barracas. El fuego y la pólvora.
Dos focos concentran la principal atención de las celebraciones. Uno está situado en la Plaza del Ayuntamiento, en las que los artistas Pedro Espadero y Sergio Gómez plantarán las hogueras oficiales. El primero erigirá el monumento Ars Amandi, inspirado en el poema de Ovidio, medirá 20 metros, estará protagonizado por 30 ninots y cuenta con un presupuesto de 98.800 euros. El artista avanza que se trata de “una glosa a los diferentes tipos de amor”, tanto “a la vida” como a “los viajes, la lengua propia, las Bellas Artes o las tradiciones”. Adelanta también que la hoguera “será interactiva” porque dispondrá de “un lugar habilitado para depositar mensajes de amor”. Finalmente, Espadero ha reservado uno de los contrarremates para homenajear a sus compañeros de profesión, cuya actividad se esfumó durante los años de pandemia.
Por su parte, Gómez ha dispuesto de 20.800 euros para diseñar y fabricar la hoguera oficial infantil, La Terra en les millors mans. El artista afirma que trata de dar “un toque de atención porque nos estamos cargando el planeta”. A través de su obra, García pretende “hacer un llamamiento para que las futuras generaciones lo hagan mejor que nosotros”. “Ellos sí son capaces de proteger la Naturaleza”, sentencia. Con una altura inferior a tres metros, el monumento reproducirá “diferentes animales, desde una jirafa a unos pollitos de tan solo cinco centímetros”, anticipa el artista.
El otro punto de interés es la Plaza de los Luceros, situada en el centro de la ciudad, donde cada día se celebrarán las mascletaes pese a los informes que alertan del peligro que conllevan las vibraciones para la fuente que preside este espacio. Tanto desde la Universidad de Alicante como, este año, desde la Generalitat se ha solicitado que se extreme el cuidado del conjunto escultórico creado por Daniel Bañuls en 1931. Ayuntamiento y Federación de Hogueras insisten en que las descargas masivas de pólvora continúen en Luceros, punto neurálgico de la fiesta, y ni siquiera plantean su traslado a otro lugar en el que no corra peligro el patrimonio de la ciudad.
Con calor, expectativas extremas y las tradiciones bien amarradas, Alicante se dispone a celebrar la edición número 94 de sus Hogueras de San Joan. Con la plantà cada vez más alejada de los días establecidos oficialmente y con la cremà una noche más tarde de los fuegos purificadores que se encienden en todo el Mediterráneo. Con el centro urbano restringido a la fiesta. Y con la novedad de que se instalarán, por primera vez, Puntos Violeta contra las agresiones sexistas. La idea es “vivir unas Hogueras seguras y libres de acoso, agresiones y abusos”, declara la concejala de Igualdad, María Conejero. “Son las primeras Hogueras después de dos años y todos tenemos muchas ganas de disfrutarlas, pero debemos hacerlo con responsabilidad y sin que ninguna mujer se sienta humillada, acosada o maltratada. Entre todos podemos hacer de las fiestas un lugar seguro”, argumenta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.