Detenido en Gandia un presunto terrorista buscado en Holanda por amenazas a los gestores de la covid-19
La Policía Nacional explica que el arrestado injuriaba e incitaba a cometer actos violentos contra diversas autoridades de los Países Bajos
La Policía Nacional detuvo el jueves en Gandia (Valencia) a un hombre de nacionalidad holandesa que tenía en vigor una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) por delitos de terrorismo e incitación a la violencia, emitida por las autoridades holandesas. La detención ha sido realizada por agentes de la Brigada Provincial de Información de Valencia, con el apoyo de las Brigadas de Información de Alicante y Gandia, y coordinada por la Comisaría General de Información, en colaboración con la Policía Nacional de Países Bajos.
La fiscalía de ciudad de La Haya ha confirmado este viernes la identidad del arrestado, Joost Knevel, conocido en su país por haber difundido, junto con otros dos asociados, teorías de la conspiración sobre la existencia en los años ochenta de una presunta red local de pederastas y asesinos de niños. Según la prensa holandesa, este julio un grupo de Telegram divulgó el nombre de varios sanitarios del Servicio municipal de Salud contra la covid-19, e hizo un llamamiento para “cazar y sacar de las calles a estos asesinos” que ponen vacunas. El Servicio (GGD, en sus siglas neerlandesas) denunció los hechos porque “la salud de nuestros empleados, que luchan contra la pandemia desde hace meses, no puede ponerse en peligro de ningún modo”, dijo Nicolette Ritger, directora del Programa Nacional del Coronavirus.
El grupo de Telegram se llamaba De Bataafse Republiek (”La República Bátava”, en neerlandés), y tiene cerca de 8.000 miembros. A principios de julio, amenazaron a Jaap van Dissel, director del servicio de control de infecciones del Instituto Estatal de Control de Infecciones y del Medio Ambiente (RIVM). Se trata de uno de los principales asesores del Gobierno durante la pandemia, y según los medios holandeses, los responsables de este grupo de Telegram son el propio Joost Knevel, junto con Wouter Raatgever y Micha Kat. A través de otra plataforma de Internet, llamada Red Pill Journal (”Diarios de la Píldora Roja”), el trío difundió la teoría de la red de pederastas implantada, según ellos, en la localidad de Bodegraven. Pedían dinero a sus seguidores, y el Ayuntamiento afectado les demandó ante los tribunales. Los jueces ordenaron en julio al grupo que cesaran de inmediato sus actividades “porque no hay pruebas objetivas de la existencia de una red pederasta satánica en la localidad”. Los sospechosos también animaron a que depositaran flores en el cementerio, en las tumbas de los menores que, según ellos, habían sido asesinados. La situación creó desconcierto y desánimo en Bodegraven. La policía sabe de la existencia del grupo De Bataafse Republiek y ha confirmado que lo está investigando.
Portavoces policiales holandeses han declinado pronunciarse de momento sobre los detalles de la orden detención de Joost Knevel, pero la nota emitida por la Policía Nacional española señala que las afirmaciones [del grupo de Telegram] “tuvieron gran repercusión en Holanda al adquirir cierto grado de notoriedad entre sus cientos de seguidores, llamándoles a realizar acciones de carácter violento”. El comunicado añade que las autoridades holandesas temieron la posibilidad de que dichas amenazas llegaran a concretarse con el objetivo de desestabilizar gravemente las estructuras políticas y sociales del país. “Por estos hechos ya se han llevado a cabo más detenciones de personas implicadas en Irlanda. El arrestado ya ha pasado a disposición de la Audiencia Nacional”.
El detenido en Irlanda del Norte es Micha Kat, que puede afrontar una pena de cárcel por su campaña de desprestigio de Jaap van Dissel, el experto en infecciones del RIVM, desde el inicio de la pandemia. En junio, el tercer socio de la plataforma, Wouter Raatgever, ha sido condenado en Países Bajos a nueve meses de cárcel, tres de ellos condicionales, por amenazas e incitación a la violencia.
La detención de Knevel en España se enmarca dentro de las investigaciones que la Comisaría General de Información desarrolla “sobre personas que pertenecen o colaboran con organizaciones terroristas de ámbito internacional u otros grupos que puedan representar una amenaza para nuestro país y la comunidad internacional”, señala la policía.
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