La ‘rave’ de Lleida acaba con la paciencia de los Mossos

La fiesta rave ilegal que desde el pasado sábado se celebraba en Ivars de Noguera (Lleida) ha sido desalojada cuatro días después de su inicio y ha acabado con la paciencia de los sindicatos de Mossos d’Esquadra que exigen a Interior que se ordenen una actuaciones inmediatas para poner fin a estas fiestas ilegales. En la de Ivars de Noguera han participado 300 personas. Este miércoles los agentes han desalojado la fiesta ilegal en un operativo que el cuerpo policial a especificado que ha concluido sin “sin incidentes” y que ha finalizado con un detenido y la intervención de los equipos de sonido. Los agentes han levantado siete actas por tenencia de sustancias prohibidas y veinte conductores han sido denunciados por conducir bajo los efectos de las drogas. Además, el pasado domingo cinco agentes tuvieron que ser atendidos en el hospital después de un enfrentamiento en un control de accesos. Hasta el desalojo, poco antes de las 20.00 horas de este miércoles, todavía continuaban bailando un centenar de asistentes mientras eran decenas de agentes los que controlaban los accesos a la rave. Tras cuatro días de fiesta la tardanza en dar las órdenes para desalojar crispaba a los sindicatos de Mossos.

El pasado 29 de mayo los agentes de la policía de la Generalitat recibieron un comunicado interno de Interior marcando el protocolo de actuación ante las raves. EL PAÍS ha tenido acceso a este documento y entre las medidas que ordena destaca: “En el caso, que el acontecimiento ilegal se desarrolle en un espacio al aire libre y se ponga en peligro grave, de manera concreta y manifiesta la seguridad de las personas , proceder al desalojo de las personas asistentes”.

La madrugada del domingo cinco mossos resultaron heridos mientras trabajaban en un control de accesos para impedir la asistencia masiva a la fiesta. Un camión que se dirigía a la rave embistió al coche patrulla y a los agentes. Los Mossos consiguieron detener al conductor y un acompañante del camión pero otras personas que iban en coches hacia la fiesta se enfrentaron a los agentes y uno de los arrestados, esposado, consiguió huir. Pese a la gravedad de los hechos no hubo actuación policial y la fiesta siguió.

“Tal y como advierte el comunicado interno debería desalojarse la fiesta en cuanto hubiera un peligro para las personas. Tenemos a cinco agentes heridos. ¿Qué pasa que Interior considera que los Mossos no somos personas?”, denunciaba Albert Palacio, portavoz de la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya (Uspac), este miécoles.

“Es inconcebible la cantidad de medios y agentes invertidos para simplemente ver cómo están bailando estas decenas de personas que encima ponen en riesgo a los agentes. Me gustaría saber si esta fiesta hubiera ocurrido en Sant Cugat o la Cerdanya si Interior ordenaría el desalojo inmediato o no. El mensaje que estamos dando es que Cataluña es el lugar idóneo para la celebrar raves porque aquí no pasa nada”, lamentaba.

Toni Castejón del Sindicato Autónomo de Policía advertía que una actuación policial en las rave “sobre todo si hay gente pasada de vueltas” es complicada y “más teniendo en cuenta que solo se enfrentan a una infracción administrativa”. “El problema es que la rave de Ivars está siendo, desde el primer momento, muy violenta. Se ha convertido en un problema de seguridad y hay que actuar de la misma manera que se interviene en las manifestaciones”, concluyó.

La tardía actuación de Mossos no solo ha molestado a los sindicatos de los agentes. El SICME, la formación sindical que representa a los mandos de los Mossos, publicó varios tuits instando a Interior a “actuar con la celeridad y firmeza necesarias”. El SICME advertía: “Cataluña no se puede convertir en un paraíso para estas actividades ilegales que ponen en peligro nuestros bosques y alteran la convivencia de la ciudadanía, por lo que es necesario lanzar un mensaje claro a los organizadores de estas fiestas de que aquí no todo está permitido”.

El alcalde de Ivars de Noguera, Josep Magrí, ha asegurado a EL PAÍS que este miércoles “solo quedan entre 80 y 100 personas” y que prevé que la fiesta acabe pronto. “No es la primera vez que nos encontramos una rave en el municipio pero nunca habíamos visto algo tan violento”, advierte el edil. Magrí sabe que la convocatoria ha sido “a nivel europeo” y que primero debía celebrarse en Àger (Lleida). “Como había llovido los caminos estaban muy impracticables y fueron al plan b que era nuestro municipio junto al pantano de Santa Anna. Ahora sabemos que los camiones han destrozado caminos y árboles frutales. Tanto ayuntamientos como Mossos no tenemos recursos para evitar estas fiestas que se castigan solo con una sanción administrativa para los organizadores. A lo mejor es una multa de 1.000 euros y ellos han recaudado 15.000. Es un negocio redondo y el resto pagamos las consecuencias”, denunciaba. Los Mossos actuaron poco antes de las 20.00 en un operativo que concluyó “sin incidentes”.

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